En defensa de la Fundación Federico Engels

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Durante los últimos nueve años, el stand de la Fundación ha atraído a un gran número de visitantes: activistas del movimiento obrero, veteranos de la lucha contra la dictadura de Franco, jóvenes interesados en aprender sobre el marxismo o sólo curiosos por leer libros que tantas veces han sido atacados y con un vitriolo rencor por parte del establishment. Pero este año, sin avisar ni consultar, la Fundación ha sido excluida, incluso aunque ¡el cheque para pagar el stand ya lo habían cobrado!

Contra la censura política

Estimados amigos:
Durante años la Feria del Libro de Madrid ha sido uno de los puntos destacados de la vida cultural española. Miles de personas, ciudadanos normales con deseo de leer, aprender, ampliar sus horizontes culturales y enriquecer sus vidas, se congregaban en la feria. En multitud de stands, junto con las grandes editoriales, se podían encontrar múltiples editoriales especializadas dedicadas a una amplia variedad de temas, desde la religión a la política, desde el arte a la música, desde la filosofía al esoterismo.
Fue precisamente esta maravillosa diversidad cultural lo que daba a la feria su gran atractivo. Ofrecía todo tipo de intereses y opiniones. Era un ejemplo vivo de la democracia en acción.
Ahora, sin embargo, esta gran tradición democrática está en peligro. La comisión que organiza la feria ha decidido de la manera más arbitraria y antidemocrática excluir a la Fundación Federico Engels, el único stand de la feria que está especializado en la publicación y venta de clásicos del marxismo y en literatura marxista moderna.
En un momento en que las ideas del socialismo y el marxismo se enfrentan a una avalancha sin precedentes de calumnias a escala internacional, la Fundación Federico Engels se ha mantenido firme y ha continuado publicando obras marxistas, extendiendo constantemente su catálogo y recibiendo el reconocimiento internacional. El interés en las publicaciones de la Fundación se extendió rápidamente a América Latina, un hecho que se demostró de manera espectacular con la Feria del Libro de La Habana en enero de este año. Entre los que han admirado su obra está Hugo Chávez Frías, el presidente de Venezuela, que en varias ocasiones ha comentado favorablemente los libros publicados por la Fundación en su programa de televisión semanal: Aló Presidente.
Durante los últimos nueve años, el stand de la Fundación ha atraído a un gran número de visitantes: activistas del movimiento obrero, veteranos de la lucha contra la dictadura de Franco, jóvenes interesados en aprender sobre el marxismo o sólo curiosos por leer libros que tantas veces han sido atacados y con un vitriolo rencor por parte del establishment. Pero este año, sin avisar ni consultar, la Fundación ha sido excluida, incluso aunque ¡el cheque para pagar el stand ya lo habían cobrado!
¿Por qué ha ocurrido esto? La razón real es el deseo de suprimir las ideas políticas que le son hostiles a los grandes poderes editoriales. No pueden prohibir abiertamente los libros marxistas, pero sí pueden hacer que sea más difícil que la gente tenga acceso a ellos.
Cualquiera que ha intentado encontrar los clásicos del marxismo durante los últimos años sabrá que ya es muy difícil conseguirlos. Las grandes editoriales no los publicarán y si lo hacen, ocasionalmente, publicarán algún libro de Marx (olvidándose de Lenin, Trotsky o Rosa Luxemburgo), y les pondrán precios escandalosos que no serán asequibles para los jóvenes.
La Fundación Federico Engels ahora es la única editorial en el Estado español que publica y distribuye las obras de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo. Además, como no es una empresa comercial, no está interesada en el beneficio, sino que tiene como objetivo la más amplia distribución posible de la literatura marxista, vendiendo estos libros a precios razonables.
El acto de prohibir la Fundación en la Feria tiene por tanto una clara naturaleza política. La excusa dada por el director de la Feria en nombre de la comisión organizadora es extremadamente débil y no convencerá a nadie, excepto a quien ya esté motivado por el odio a la izquierda en general y al marxismo en particular.
¿Qué argumentos dan? Dicen que la lista de títulos publicados por la Fundación es demasiado pequeña. Dicen que tiene menos de cincuenta títulos, cuando en realidad tiene casi cien. En cualquier caso, esta es una excusa transparente. Durante los últimos nueve años la Fundación ha estado regularmente presente en la Feria y su catálogo ha ido aumentando cada año. El argumento sobre el tamaño del catálogo no impidió que la Fundación tuviera permiso para participar en el pasado. ¿Por qué debería ser utilizado como excusa para prohibirlo ahora cuando tiene más títulos que nunca?
Para las grandes editoriales, la Feria del Libro de Madrid es sólo una forma de hacer dinero (“lo justo es vender libros”, como Don Teodoro Sacristán, director de la Feria, amablemente me explicó en una conversación telefónica). Pero para el pueblo de Madrid sobre todo es una actividad cultural. Para muchas personas también es la única oportunidad de conseguir libros marxistas de la ÚNICA fuente disponible: la Fundación Federico Engels.
El argumento de que “otros stands venden literatura marxista” es totalmente falso. Las grandes editoriales no tienen interés en vender libros marxistas. Ni editarlos ni almacenarlos. Todo el mundo sabe esto. Así que la prohibición de la Fundación en la Feria es en realidad un intento de negar a las personas el acceso a las ideas del marxismo. Es claramente una decisión política y un acto indirecto de censura.
Hace unos treinta años participé en la lucha contra la dictadura de Franco. En aquella época existía una lista de libros prohibidos y los marxistas estábamos obligados a trabajar en la clandestinidad. Tres décadas después, una vez más nos enfrentamos a la censura, no una censura directa y abierta, sino indirecta, censura maliciosa e hipócrita ejercida por las grandes empresas que poseen y controlan todos los principales canales de venta de las ideas impresas, desde los libros a los periódicos diarios.
Hoy todos los medios de comunicación de masas están en manos de personas que apoyan el sistema capitalista y se oponen al socialismo. Pero parece que esto no es suficiente para ellos. Desean negar incluso el más pequeño espacio para aquellos que continúan defendiendo las ideas del socialismo. No pueden tener éxito. No lo conseguirán.
La decisión escandalosa de prohibir el marxismo en la Feria del Libro de Madrid no es un caso aislado. Es parte de una ofensiva general de la derecha española contra la izquierda. No debería sorprendernos. La derecha en el Estado español tiene un absoluto desprecio por la democracia. Este año es el aniversario de la Guerra Civil, cuando esas mismas fuerzas derrocaron la República e instituyeron una dictadura que duró casi medio siglo, aplastando a la clase obrera, estrangulando la democracia y paralizando la vida cultural. La clase dominante española estaba muy cómoda con esta situación y mira atrás con nostalgia. El lenguaje de la derecha y particularmente de la Iglesia en los últimos tiempos contiene un claro eco del lenguaje del franquismo en el pasado.
Está también claro para todos que la decisión de prohibir el marxismo de la Feria del Libro de Madrid está motivada políticamente y se ha tomado bajo la presión de esas mismas fuerzas de la derecha. Debemos responder enérgicamente a esta agresión, no sólo todas las fuerzas de la izquierda, sino todos aquellos que valoramos los derechos democráticos y la libertad de expresión, todos aquellos que deseamos ver una vida cultural sana, vibrante y diversa en el Estado español.
Incluso el más pequeño ataque a los derechos democráticos debe ser firmemente rechazado. Si no se hace, los enemigos del socialismo y la democracia se envalentonarán para hacer nuevos ataques y más serios. Nuestra consigna debe ser: ¡un ataque contra uno es un ataque contra todos!
Desde aquí hago un llamamiento a todos los miembros del movimiento obrero, tanto en el Estado español como internacionalmente, para que eleven su voz en protesta contra este acto de censura arbitrario y antidemocrático. Hago un llamamiento a los sindicalistas, socialistas y comunistas, a los artistas e intelectuales progresistas, a todos los auténticos demócratas para que protesten contra un intento escandaloso de amordazar a la izquierda y dar marcha atrás al reloj de la historia.

¡Por la defensa de los derechos democráticos!
¡Contra la censura encubierta!
¡En apoyo de la Federación Federico Engels!

Londres, 19 de abril de 2006