Nuestro proceso revolucionario no deja de enseñarnos el camino a seguir, y las masas no dejan de buscar esos mecanismos que le permitan participar activamente en la construcción de la nueva patria socialista que se perfila en el horizonte. La propuesta de la formación de los CONSEJOS COMUNALES, ha adquirido una fuerza y un dinamismo que sólo lo entendemos si analizamos el momento político en que se plantean los mismos y esto lo decimos porque en el tiempo en que se designaron algunos Consejos Localescales de Planificación Pública ya se habló de consejos comunales pero no tuvieron el impacto actual.
Señalamos el momento político porque es a finales de 2005 y comenzando este año que en la ASAMBLEA NACIONAL se obtiene una mayoría total de fuerzas que se identifican como bolivarianas, del proceso. Las fábricas cogestionadas se agrupan y forman su Frente y las luchas obreras mantienen su ritmo ascendente. Además, el espíritu antiimperialista se afianza en el pueblo.
La última AN, recibió numerosas críticas de sectores revolucionarios y de dirigentes sociales y políticos del campo revolucionario, por su falta de conexión real con los sectores oprimidos de la sociedad. La lentitud y la falta de compromiso claro, levantaron muchas dudas de su posición política en las masas.
Siempre se vio a la AN titubear ante la presión del pueblo para hacer avanzar la revolución, por tanto y tal como planteamos en EL TOPO OBRERO, esta AN desde su inicio tenía que distanciarse de la vieja AN, y demostrarle al pueblo que se podía contar con sus diputados para fortalecer la participación y el poder popular. De allí surge la idea de desarrollar lo que se llama Parlamentarismo de Calle como el mecanismo político que permitirá a los hombres y mujeres del pueblo incidir sobre la actuación de los diputados.
Las masas han asumido con desigualdades y contradicciones precisamente que a través de ese parlamentarismo de calle se puede controlar o influir o participar en el papel que deben jugar los diputados a favor del proceso. Lo han asumido de tal manera que al lanzarse a la calle la propuesta de los CONSEJOS COMUNALES, los diputados se vieron obligados a presentar sus ideas sobre el tema ante numerosos foros en todo el país, ante dirigentes sociales, políticos y sus organizaciones, y no podía ser de otra manera que las masas pusieron en evidencia cuál era y es su disposición a actuar e incidir sobre este asunto.
En Barquisimeto, en un foro celebrado en el auditorio de ENELBAR, la gran mayoría de los dirigentes que opinaron y debatieron, rechazaron en su totalidad las propuestas iniciales de los diputados, y levantaron sus propias propuestas donde el eje fundamental de todas ellas era el rechazo a las decisiones desde arriba, las imposiciones y las limitaciones que se le quería imponer a los CC en la propuesta inicial.
Todas las propuestas de las bases fueron en el mismo sentido los CC DEBIAN ELEGIRSE DESDE ABAJO, DEBIAN SER AMPLIOS Y FLEXIBLES PARA QUE SE INCORPORARA TODA LA COMUNIDAD, DEBIA FORTALECER LA UNIDAD DEL PUEBLO, DEBIA IDENTIFICARSE CON LA CONSTRUCCION DEL PODER POPULAR Y DEBIAN TENER AUTORIDAD O PODER SOBRE LOS FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO SIN IMPORTAR SU NIVEL. Estas frases resumen el contenido de las propuestas expresadas allí.
Otros foros y asambleas realizadas en toda la ciudad y el resto del país se encaminaron en la misma tónica. Esto refleja el nivel de conciencia alcanzada por numerosos sectores y dirigentes del pueblo, y cómo esta dinámica influye decisivamente en el comportamiento de los diputados y de los órganos del Estado. No solamente en la forma como tienen que presentar su discurso sino fundamentalmente en las decisiones que toma la AN, cada vez más amarradas a la presión social que ejercen las masas. Esto no significa que el camino está seguro y avanzaremos sin tropiezos, pero sí evidencia que el pueblo está asumiendo que está dispuesto a movilizarse y participar a través de sus organizaciones y con sus dirigentes naturales, para marcar el rumbo definitivo de nuestra revolución.
Este momento político es muy importante y tiende a fortalecerse. Nunca en nuestro país sucedió una evolución tan rápida y rica en la formulación de alguna ley como en la de los CONSEJOS COMUNALES. Al inicio se presentó como una reforma a la ley de Consejos Locales de Planificación Pública y se enmarcaba en 4 o 5 artículos sin romper con la estructura tradicional de supeditar la participación a las decisiones y mecanismos contemplados en la ley y decididos desde el aparato de estado.
En apenas 2 meses en el contexto político que analizamos y por la presión de las masas ya se propone una LEY ESPECIAL DE LOS CONSEJOS COMUNALES, cuyo contenido se distancia un año luz de la reforma, y a favor del proceso revolucionario. Ya se plantea la elección desde la base, la inclusión de todos los sectores de la comunidad y todas las organizaciones en el CC, y se desprende de tutelas de alcaldías y gobernaciones sin negar que debe existir vínculo concreto entre ellos, y se vinculan a una comisión presidencial que tendrá delegaciones en todos los estados y municipios del país.
Lo más importante de todo esto, es que se reconoce la autonomía y el carácter decisorio de los CC y su poder sobre las decisiones del gobierno, en el sentido que este último deberá priorizar su acción en atención a las decisiones de los CC. Esto solo sucede en el marco de una revolución y si ayudamos a las masas a comprender por su experiencia esta situación los CC PODRAN EN CORTO TIEMPO CONVERTIRSE EN VERDADEROS ORGANOS DE PODER DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO, que de vincularse al movimiento obrero pueden adquirir un carácter soviético, es decir de poder revolucionario socialista.
En LARA, ya van sumándose experiencias diversas a diferentes niveles que se desarrollan con rapidez destacándose la de los POCITOS, un barrio al oeste de Barquisimeto cuyo CC se eligió hace 15 días. Allí los compañeros de la CMR, fuimos invitados a la juramentación del CC.
Los compañeros de Los Pocitos eligieron 4 CCs, PARA TODO SU BARRIO Y EN CADA CC mediante voto secreto y con cuadernos de votación elaborados por la comunidad, estructuraron una organización que consta de más de 100 voceros en toda la comunidad. Formaron una coordinación unitaria de los 4 CCs que se crearon, y lo más importante es que los compañeros quieren transmitir su experiencia a otras comunidades pues consideran que su método es democrático y que ayuda a fortalecer el poder popular. Una muestra más del nivel de conciencia que se desarrolla en el seno de las masas y sus dirigentes. Pronto realizaremos un reportaje detallado de esa experiencia para proyectar sus enseñanzas políticas a otras comunidades, organizaciones y dirigentes del pueblo.
También en el sector de PAVIA al oeste de Barquisimeto, saliendo de la ciudad, se ha dado inicio al proceso de formación de los CCs, con la elección, el sábado 11 de Marzo, de la comisión promotora con el mismo perfil democrático propuesto en los foros con los diputados. Allí también hemos estado presentes los militantes de la CMR, participando de esa experiencia.
La dinámica general que viven las masas y que se refleja en todas estas luchas y experiencias marca el momento político el pueblo, los trabajadores, a través de sus dirigentes y organizaciones y en sintonía con las propuestas de CHAVEZ, entra en acción por una nueva estructura de poder, que va a confrontar a la contrarrevolución y a los sectores reformistas que desde el gobierno no quieren que el proceso revolucionario se profundice.
Con muchas contradicciones en diferentes niveles, pero con un perfil definido: asumir mecanismos de poder en sus manos, empujando al gobierno, a los diputados y a los demás funcionarios a actuar según las decisiones de las bases. Este proceso está en desarrollo, con una dinámica en positivo, abarcando todo el país y todos los sectores sociales oprimidos.
A nivel de los trabajadores se siguen tomando empresas para resolver los conflictos, y se amenaza al patrón con la expropiación si no resuelve los mismos como en la alfarería de La Victoria. Se multiplican los sindicatos bolivarianos desprendiéndose de los residuos de la burocracia de la CTV que aun existen en muchas empresas en todo el país. En Barquisimeto en los últimos meses el sindicato de UNIVENSA, el de SIDETUR PLANTA LARA, han pasado a manos de dirigentes clasistas bolivarianos mediante referendo interno. En Barinas ante la corrupción detectada en el Central Ezequiel Zamora, sectores del pueblo barines salieron a protestar exigiendo castigo a los culpables más altos y rechazando que se castigara sólo a funcionarios de poco rango como chivo expiatorio. Este elemento nos dice que sectores del pueblo, de sus dirigentes y organizaciones comienzan a asumir que la lucha contra la corrupción es tarea de la revolución y de las masas y que el poder judicial tiene que actuar con prontitud y severidad bajo presión de las mismas.
Todo este panorama político alienta y anima a redoblar los esfuerzos a favor de nuestra revolución y, como hemos planteado siempre, es sólo la movilización organizada de las masas, es decir los trabajadores y el pueblo, la que nos permitirá avanzar. Para ello necesitamos formar dirigentes revolucionarios que se desarrollan en la lucha diaria y aparecen por todos lados. Esos compañeros tienen que organizarse y formarse políticamente, Tenemos que estructurar una dirección nacional revolucionaria que agrupe a los mejores de ellos, constituyendo una sólida organización marxista revolucionaria a nivel nacional que en su programa histórico concreto, recoja también las nuevas ideas y métodos de lucha y organización que surgen de las masas y las transforme en banderas hacia la toma del poder.
La Corriente Marxista Revolucionaria asume esa tarea como la fundamental en este momento político e intentamos incorporar en un programa de propuestas surgidas de las bases estos métodos democráticos, darle solidez política e ideológica a través del conocimiento del marxismo como método histórico y dialéctico para comprender los procesos políticos de la sociedad en función de transformarla y construir desde los trabajadores y desde los sectores populares, el socialismo que necesitamos para resolver todos los problemas de nuestro pueblo, lo que pasa ineludiblemente por romper con el capitalismo, enterrar la explotación de los trabajadores, y formar un gobierno de los trabajadores y sectores populares para controlar democráticamente desde órganos de poder popular todo el funcionamiento de la sociedad.
Hacia la victoria en la batalla de Santa Inés II.
Hacia la victoria de la democracia revolucionaria.
Por la Unidad de los trabajadores y pueblo todo en sus organizaciones de base.
Avancemos con los Consejos Comunales hacia la conquista del socialismo.
Jorge Ventura y Ricardo Galíndez
cmr_lara@yaho.es, eltopoobrero@yahoo.es