En los últimos días la Mesa Nacional del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), se reunió con la dirección el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), con el planteo de que “en la reunión el FIT le hizo una propuesta de acuerdo basada en la necesidad de unir a toda la izquierda anticapitalista en listas comunes frente a la catástrofe a la que nos llevaron el Gobierno de Macri y el Fondo Monetario Internacional, y a que todos los partidos tradicionales que pretenden ganar las elecciones presidenciales se han comprometido en mantener el dominio del FMI en el país, lo que significará más miseria, desocupación y bajos salarios, más atraso y dependencia. Contra esto el FIT propuso levantar un programa para que la crisis la paguen los grandes empresarios, los banqueros y los terratenientes”. Desde la Corriente Socialista Militante (CMI), tomamos y saludamos la propuesta considerando que es un paso en la unidad de la izquierda, y con el convencimiento de que es posible construir una alternativa para la clase trabajadora. Entendemos además, que la propuesta a Autodeterminación y Libertad, como también al Nuevo MAS y a todas las expresiones de la izquierda anticapitalista resulta de importancia para los trabajadores, la juventud y los sectores populares. Desde nuestro espacio asumimos este compromiso de Unidad. Compartimos más abajo nuestra contribución ya que la consideramos necesaria para la inmensa mayoría de los trabajadores.
Con saludos fraternales.
Votemos al FIT
Una política para la derrota o una política para la victoria Miremos Córdoba y Santa Fe
La derrota aplastante de los candidatos de Cambiemos en La Pampa, Córdoba, las PASO de Chubut, Entre Ríos, Santa Fe y San Juan, la gobernación de Río Negro y Neuquén, marcan una clara tendencia de rechazo a las políticas implementadas por el partido gobernante. La misma no es más que el reflejo de un profundo malestar de los trabajadores y la juventud y pone nuevamente en el tapete el rechazo de las políticas de Macri por la entrega de los inmensos recursos al FMI y a las multinacionales, como así de las políticas que degradan desde hace 40 meses a las familias obreras. La situación política además se encuentra atravesada por un creciente descontento y desilusión en todas las instituciones capitalistas: la justicia, el Parlamento, las fuerzas de seguridad, nuevamente son rechazadas por amplios sectores de los trabajaderos y de la juventud y nos retrotraen al 2001 y 2002. Ninguna de las diferentes ofertas electorales capitalistas con la que somos bombardeados nos presentan un plan claro para salir de la crisis. Por eso el FIT debe plantear con claridad el monopolio del comercio exterior para detener la sangría de los miles de millones de dólares que se fugaron del país, que, desde el 2007 llega a la tremenda cifra de u$s174.000 millones, y debe avanzar en la explicación paciente de poner en pie una única banca estatal, partiendo de la nacionalización de los depósitos. Los 4 millones de desocupados no encuentran una respuesta clara de la mano de los candidatos burgueses, para detener la desocupación. Por eso el FIT debe conectar con las necesidades de los de abajo del pleno empleo, y para que esto suceda se debe plantear el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados sin afectar el salario, De la misma manera que los candidatos burgueses no plantean una solución a la depreciación del salario a manos de la inflación, es necesario qué el FIT sostenga la escala móvil del salario que acompañe los aumentos de los precios, para mantener el poder de compra de las familias obreras y de la juventud. Los candidatos capitalistas, nos señalan que el contexto económico en el país, resulta difícil por la crisis mundial capitalista, nos dicen que para generar empleo debemos adecuarnos a la nueva realidad para que venga el capital y genere trabajo. Algunos candidatos burgueses nos hablan de honrar la deuda externa, otros nos dicen que van a incurrir en moratoria para obtener plata en caja y más luego pagar a los acreedores y de esta manera tener algo de empleo a bajo costo. O sea, no presentan una verdadera solución a la crisis que vivimos. El FIT debe plantear la ruptura con el Fondo Monetario Internacional y el no pago de la deuda externa, ya que resulta un mecanismo perpetuo de sometimiento económico y político del país. Ahí tenemos el dinero para la salud, el transporte, la educación y el empleo. La fórmula Fernández/Fernández, nos piden que tengamos conciencia ciudadana y que cuidemos de ellos una vez electos. Nos hablan de acordar un “Contrato Social” en el cual todos los sectores deben poner su esfuerzo. Pero sabemos que cuando se trata de esfuerzo los únicos que lo hacemos somos los trabajadores y, en definitiva, es como lo venimos haciendo históricamente. La posibilidad que esta fórmula triunfe posiblemente genere ciertas expectativas. Pero sabemos que no cuentan con un 2003, en donde los precios internacionales de las materias primas se encontraban por las nubes. Cualquiera de los cuatro candidatos de las diferentes facciones de la burguesía que se presenten, más tarde o más temprano se enfrentarán a la crisis estructural que vive el mundo y aplicarán con matices más o matices menos el plan de ajuste. Pero nos preguntamos, ¿qué necesitamos los trabajadores?, ¿qué es lo que necesitamos los millones de familias que padecemos los horrores de un sistema que solo muestra depredación ambiental y hambre, nos muestra represión y un sistema de salud y educación cada vez más devaluados? Necesitamos salud y educación gratuitas y de calidad, transporte gratuito, salarios acordes a las necesidades de las familias obreras y trabajo para todos y para esto, necesitamos un Partido de Trabajadores que organice a los millones que somos. Creemos que el camino en este episodio electoral es votar al FIT. Pero el FIT no debe presentarse como una fórmula más, debe presentar ante los trabajadores el programa revolucionario y dejar de lado el argumento que hacerlo espanta votos. Debe señalar con claridad cuál es la situación política, económica y social del país, la región y el mundo, debe presentar a la vanguardia y a las masas un programa de combate, y no un programa adecuado a las presiones del Parlamento o de la Justicia electoral. Debe señalar que las elecciones no resuelven la miseria y el hambre que reina en el país y que ganar escaños en el Parlamento, solo sirven como una caja de resonancia de los conflictos, debe llamar a desconfiar de las instituciones de los capitalistas y mostrar su carácter de clase. El FIT debe actuar en la lucha de clases para impulsar las luchas, la movilización y la organización de los trabajadores. Es por esto que el FIT debe cambiar de política y preparar el futuro que viene, para que los resultados de las elecciones muestren un avance en la organización reglado al programa que necesitan las masas y no suceda más el desplome de la izquierda como fue en Córdoba y Santa Fe. Necesitamos defender nuestras conquistas, arrancar las reivindicaciones para una vida mejor. Necesitamos otro Argentinazo que confluya con la Revolución Socialista.