La presión que soportamos los empleados de Bancos -públicos o privados- sobre nuestros nervios y músculos se va acentuando día a día. Los fundamentos son los de siempre: mayor productividad y tal vez algún aumento salarial, es decir, peores condiciones de trabajo, de salud a cambio de monedas. La presión que soportamos los empleados de Bancos -públicos o privados- sobre nuestros nervios y músculos se va acentuando día a día. Los fundamentos son los de siempre: mayor productividad y tal vez algún aumento salarial, es decir, peores condiciones de trabajo, de salud a cambio de monedas.
Un grupo de compañeros del Banco Municipal de Rosario nos empezamos a reunir hace más de un año, con el convencimiento que debíamos y debemos cambiar la realidad de nuestro Banco. Fueron muchas las reuniones discutiendo las tareas por delante: el salario, las condiciones laborales, decirle basta al terror, a la flexibilidad y a la ausencia de una genuina democracia sindical.
La bandera que ha agitado, en general y durante años, la Comisión Interna y el Representante en el Directorio del Personal es la situación financiera del Banco: …que se encuentra en una situación delicada, que siendo un Banco dirigido por el Partido Socialista entró en la lógica de la disputa pre electoral del 23 de octubre con el kirchnerismo, que hay que capitalizarlo, que hay inspección del Central y por ello no hay que agitar las aguas, etc.; lo que ha servido para postergar todos y cada uno de los reclamos de los trabajadores.
A pesar que el 13/12 esté convocado un paro nacional del sector por aumento de salario, una vez más esta medida está al margen de la discusión democrática de los trabajadores y de una discusión más a fondo de la sola lucha económica.
El 5 de septiembre pasado caducó el mandato de la Comisión Interna, ante distintos pedidos y carta documento, se convocó a elecciones para el próximo 15/12. Porque no somos ajenos a las experiencias y luchas que los compañeros bancarios vienen realizando en el país, es que creemos que estas elecciones son un desafío. Independientemente de los resultados de la misma, de lo que se trata es de continuar en el camino de construir una Corriente de Bases Bancaria, que diga basta a la postergación salarial, que ponga freno a la prepotencia patronal, que dispute a la burocracia zanolista y sus acólitos la dirección de nuestro sindicato. Una Corriente de Bases Bancarias que aglutine no sólo a las Comisiones Internas opositoras y agrupaciones, sino al conjunto de trabajadores de nuestro sector que defiendan la democracia sindical, contra la patronal y su Estado. Una Corriente de Bases Bancaria que discuta la necesidad de la abolición del secreto bancario y del control de las entidades por sus trabajadores, al servicio de los intereses de los oprimidos y no de los usureros.