Entrevista de El Militante a petroleros del movimiento clasista La Jornada de Puerto la Cruz: Héctor Rincón, miembro de FEDEPETROL, José Boda directivo de FEDEPETROL de Puerto la Cruz, Manuel Pérez, trabajador petrolero y de FEDEPETROL. Entrevista de El Militante a petroleros del movimiento clasista La Jornada de Puerto la Cruz: Héctor Rincón, miembro de FEDEPETROL, José Boda directivo de FEDEPETROL de Puerto la Cruz, Manuel Pérez, trabajador petrolero y de FEDEPETROL.
Pregunta – ¿Cómo combatisteis en Puerto la Cruz el sabotaje petrolero de Diciembre y cual fue la experiencia de los trabajadores?
HR: Fue una situación bastante difícil, pero debido a la actitud y las acciones de los trabajadores se mantuvieron las operaciones. El sabotaje fue por parte de la nómina mayor y ejecutivos de la industria, promovido por los altos gerentes de PDVSA a nivel nacional. En Puerto la Cruz la situación estuvo bastante crítica en el sector del despacho de crudo hacia el terminal marino de Guaraguao. En la parte administrativa hubo un ausentismo laboral de casi un 98%, no así en la parte operacional. En lo que es refinación y producción los trabajadores entendieron la situación a la que se enfrentaban. Asumimos una actitud en defensa de la industria. En las plantas de proceso, los controladores, los operadores y los técnicos estuvieron en un 98% apegados a la institucionalidad. Por supuesto, los gerentes todos abandonaron las instalaciones y fueron los trabajadores los que manejaron y dirigieron las operaciones. Ahí se rompieron muchos mitos. Anteriormente para arrancar una planta tenía que estar el gerente o el superintendente. En este caso se demostró que los operadores pueden arrancar y para una planta. Los gerentes asumieron que los trabajadores que estaban laborando eran unas personas inexpertas. Esta fue la única planta de refinamiento de PDVSA dónde se mantuvieron las operaciones en un 100%, en condiciones seguras y confiables.
Otro de los aspectos fue la reanudación de las actividades del llevadero de gandolas. Allí los trabajadores conjuntamente con el pueblo organizado tomamos las instalaciones y las pusimos a trabajar. Por supuesto que tuvimos saboteo, nos tumbaron los sistemas de auto-despacho y eso se tuvo que hacer manualmente, a través de órdenes de servicio, pero controlado por los trabajadores y con el apoyo de la comunidad y las fuerzas armadas.
Los trabajadores en sí no se limitaron a su propia área, sino que fueron mucho más allá, estaban pendientes de que si entra un barco, cuanto se recibe de los troncales de la zona sur, etc. Lo que vimos fue una situación de gestión obrera. Al irse los gerentes, los supervisores y superintendentes, fueron los trabajadores los que eligieron a las nuevas autoridades, y entre todos se discutía y se buscaba la mejor manera de solucionar los problemas de manera democrática. Hoy en día en la refinería de Puerto la Cruz nuestra meta es de seguir en esa situación y que la reesturación de PDVSA se haga con participación de los trabajadores.
Pregunta – ¿Se puede decir entonces que los trabajadores petroleros salvaron al gobierno en esta ocasión?
HR: Sí, fue como una luz en el túnel a nivel nacional, porque prácticamente todas las instalaciones de PDVSA fueron paralizadas y en Puerto la Cruz eso no fue así. Nosotros venimos haciendo un trabajo de concientización de los trabajadores desde 1996 como La Jornada, sacando un periódico, orientando políticamente a los trabajdores desde un punto de vista de clase. Esto se refleja en dos ejemplos, allí dónde La Jornada tiene un radio de influencia ya establecido la deserción en este paro fue de un 5%. No así en las otras áreas dónde la deserción fue de un 98%, por ejemplo en el área administrativa y en el muelle. Eso se viene gestando desde antes del paro de Abril. En aquel entonces se argumentó a favor de la meritocracia, de una supuesta no politización. Pero los trabajadores se han dado cuenta de que precisamente aquellos que nunca han respetado la meritocracia son la alta gerencia. Los que siempre han pisoteado a los trabajadores son precisamente la alta gerencia.
MP: Ya a partir del golpe de Abril el movimiento La Jornada empezó a trabajar. Allí en Puerto la Cruz, nosotros como vanguardia, como sector avanzado, junto con otros sectores progresistas formamos el Bloque Patriótico Petrolero, para darle una respuesta a lo que venía en diciembre. El 13 de abril era el mismo sabotaje, pero no se profundizó tanto, pero en Puerto la Cruz la refinería no se paró. Lo mismo en Diciembre. Los trabajadores entendieron esa política de la burguesía y la gerencia y ellos se quedaron en sus áreas. Los trabajadores decidieron en ese momento cuales iban a ser sus líderes operacionales. En Occidente las operaciones prácticamente se paralizaron, pero en Oriente como ya habíamos caracterizado el ataque, ese bloque junto con el pueblo pudimos mantener las operaciones. Incluso ahora, cuando ya la producción está recuperada totalmente en 3,1 millones de barriles, nosotros tenemos claro que se está preparando un nuevo sabotaje. Bajo este sistema la burguesía no se va a rendir, no hay conciliación posible y ya estamos preparándonos políticamente para enfrentar el zarpazo que viene. La clase está entendiendo la política de la burguesía para tumbar al presidente. Con la formación de la nueva central las masas obreras están rompiendo con el esquema de la CTV que era un ala de la burguesía de FEDECAMARAS. Se ha desarrollado un nivel político importante de la clase obrera durante estos dos intentos de golpe.
Pregunta – Durante el sabotaje se dio una situación de control obrero. Ahora ¿cómo está la situación? ¿Siguen los trabajadores controlando las instalaciones?
JB: Hay sectores dónde todavía existe la autogestión. Por ejemplo en una refinería en Urucual, en el estado Monagas dónde los trabajadores discuten en asamblea todos los días la producción. En Vitore, en la parte de orimulsión en Monagas hay dos trabajadores que tienen la posición de gerentes elegidos por los trabajadores a nivel nacional. En las demás áreas, aunque al principio se escogió a los supervisores inmediatos y gerentes, ahora se está restableciendo la institucionalidad y hay una serie de roces, un choque de visión. Nosotros apostamos por una restructuración de PDVSA en la que hagamos lo que dice la constitución bolivariana que establece la cogestion, la participación de los trabajadores. En Puerto la Cruz estamos impulsando para el 2, 3 y 4 de mayo un congreso regional de trabajadores petroleros para darnos una política nacional de impulso de la cogestión obrera.
Nosotros observamos que la burguesía se está reagrupando, que hay planes de sabotaje en la industria eléctrica, que no se han ido todos los golpistas de PDVSA y la situación de las fuerzas armadas, aunque se han depurado en gran medida con los generales que se fueron a la Plaza Francia, sabemos que la única forma de que podamos derrotar a la burguesía es profundizando la revolución. Es necesaria la participación de la clase obrera como clase revolucionaria en este proceso, como ya lo hizo en diciembre impidiendo el golpe de estado. Sabemos muy claro que estamos peleando por la soberanía de nuestra pátria. El monstruo del imperio de EEUU necesita cada vez más nuestros recursos, particularmente el petróleo. La burguesía que tenemos acá es históricamente parasitaria, que vive del petróleo, que vive del estado, una burguesía que nunca estuvo comprometida con el desarrollo del país. Desde el punto de vista capitalista es una burguesía incapaz de poder sobrevivir sin el estado. Ahora con las medidas de control de cambio y otras, a pesar de no ser medidas revolucionarias, sino dentro del marco capitalista, por la gran descomposición y parasitismo de la burguesía ésta se ha lanzado a una lucha a muerte.
En la nueva oleada que se viene nosotros apostamos por la organización nacional de la clase obrera para enfrentarles. Esta es una lucha histórica de los trabajadores, del pueblo, de los campesinos, de los indígenas que quieren liberarse. No es una lucha nueva sino que viene de más de 500 años. Apostamos a profundizar la revolución. Si la revolución no se profundiza, si la clase obrera no logra sus conquistas políticas, entonces seremos derrotados. Pero ya hemos aprendido, no vamos a hacer como los sandinistas que negociaron todo, np hay posibilidad de negociar. Esta revolución no se negocia, se profundiza.
Pregunta – Para nosotros la revolución tiene que profundizarse en dirección al socialismo, es decir el control obrero en las empresas estatales y la nacionalización bajo control obrero de los bancos y las empresas privadas (de la alimentación, medios de comunicación, etc) para que sena gestionados democráticamente en beneficio de la mayoría.
JB: Ahora mismo se está dando una discusión de abajo a arriba. Nosotros nos oponemos por ejemplo al pago de la deuda externa que está desangrando a nuestro pueblo. En un país en que la renta petrolera es la mayor parte del ingreso no tiene ningún sentido ingresar el pago de los salarios del sector público a la banca privada. Estas son batallas que vamos dando hacia la derrota de la burguesía. Somos conscientes de lo que significa el capitalismo y más en este país, dónde no existe una burguesía industrial. O llegamos al socialismo o vamos hacia la barbarie. No estamos solos en el mundo. Vemos los procesos que se están dando en el mundo. En Brasil, independientemente de la política de Lula, pero más allá de él hay unas masas, unos campesinos que luchan por un cambio. También en Ecuador, más allá de Lucio está el movimiento del pueblo de los campesinos. En Bolivia vemos las luchas indígenas, en Argentina y por supuesto en Venezuela. Incluso en Europa hay un movimiento contra la invasión y la masacre del pueblo iraquí. Nosotros apoyamos al pueblo iraquí, más allá de su gobierno, porque creemos en la autodeterminación de los pueblos y serán los pueblos los que luchen por el gobierno que quieran y nadie es quien para masacrarlos por el petroleo. Quedó muy claro el papel de las NNUU que no son más que un colchón de las superpotencias. Cuando se trata de sus intereses, las NNUU actúan, pero ante las luchas de los pueblos, las NNUU actúan como quinta columna del imperialismo.
Aquí en Venezuela tenemos la presencia de Gaviria, secretario general de la OEA, que está representando los intereses de las oligarquías de America Latina y del imperialismo de EEUU, pretendiendo negociar la revolución para que no avance. La presencia del Grupo de Amigos, que en realidad son enemigos de la revolución. ¿Cómo es posible que el gobierno de España que apoyó el golpe de Abril, hoy venga acá como amigo?
La posición de Aznar en la guerra de Iraq es vergonzosa y encima ni le llevan al rancho de Bush en Texas. Sabemos muy bien que no representa al pueblo ni a los trabajadores ni a los estudiantes en España. Sabemos que más del 90% de los españoles están en contra de esta invasión. Lo mismo con Bush y Blair.
Por todo esto decimos que no estamos solos en nuestra lucha. Como dijo el comandante Che Guevara, el presente es de lucha, el futuro nos pertenece. El futuro de la humanidad nos pertenece a los trabajadores.