A media noche del día 24 de noviembre Tibisay Lucena, Presidenta del Consejo Nacional Electoral, anunciaba los resultados parciales de las elecciones para Alcaldes y gobernadores con el 75% de escrutinio. El PSUV obtiene 5.300.000 votos y 17 gobernaciones, la oposcion contrarrevolucionaria unida alcanza 4.000.000 de votos y gana 4 gobernaciones, con posibilidad de imponerse en otras dos, en estos momentos muy disputadas.
A media noche del día 24 de noviembre Tibisay Lucena, Presidenta del Consejo Nacional Electoral, anunciaba los resultados parciales de las elecciones para Alcaldes y gobernadores con el 75% de escrutinio. En los mismos anunciaba la victoria en 17 gobernaciones para el PSUV, incluidas las de Sucre, Aragua y Guárico, cuyos gobernadores se habían pasado tiempo atrás al campo de la derecha. Mientras, las gobernaciones de Zulia y Nueva Esparta siguen en manos de la derecha. A esto hay que añadir la pérdida de dos plazas importantes como son la Alcaldía Metropolitana de Caracas a manos de Antonio Ledezma, y el Estado Miranda ahora en manos de Capriles Radonsky. Quedarían en el alero, a falta de datos definitivos por lo apurado de los resultados, las gobernaciones de Carabobo y Táchira. La Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas quedaría en manos de la revolución, mientras que el municipio Sucre en manos de la oposición.
Una hora después, el Presidente Chávez intervenía y señalaba que estas elecciones habían sido una victoria para la revolución y ”daban el mensaje del pueblo de que Chávez debe seguir por el mismo camino”
5 millones 300 votos para el PSUV y 4 millones para la oposición
El PSUV ganó en 8 Estados con más de 10 puntos de diferencia, entre 20 y 30 puntos en 4 estados, en 2 estados con más de 30 y en 2 con más de 50 puntos de diferencia (Monagas y Lara), y la oposición en 3 a falta de Carabobo y Táchira. Aún así en el total de los votos, el 55%, cerca de 5 millones 300 mil votos para la revolución, lo que supone aproximadamente un millón de votos recuperados respecto al referéndum constitucional del 2007. A primera vista, estos datos suponen un ligero retroceso en gobernaciones (aunque aumento en votos) respecto a las elecciones de octubre de 2004 donde la oposición tenía sólo dos gobernaciones, frente a las, de momento, tres y la Alcaldía metropolitana que ha recuperado la oposición, considerando además la importancia de Miranda y Distrito Capital. Pese a ganar en 17 gobernaciones, respecto a 2004 estos resultados siguen mostrando las señales de alarma que la Corriente Marxista Revolucionaria ha estado señalando desde la derrota del referéndum constitucional hace un año.
La participación fue muy alta para estos comicios, con más de un 65% (15 puntos por encima del 2004) y parece evidente que hubo una movilización de la base de la derecha aunque perdiendo votos respecto al referéndum (que se quedó a 300.000 mil votos de su techo electoral del referéndum constitucional), así cómo la abstención de una parte de la población de los barrios en los que se encuentra la base chavista. Pese a eso, se recuperan más de un millón y medio de votos respecto al referéndum constitucional pero sin movilizar otro millón y medio de las elecciones presidenciales de 2007 . Esta abstención se agudiza sobre todo en los Estados en los que ha perdido la revolución.
La perdida de Distrito Capital y Miranda: nuevas señales de alarma para la revolución
Las señales de alarma por la posibilidad de este retroceso y las causas de la abstención de un sector de la base chavista lo ha desarrollado la Corriente Marxista Revolucionaria durante el último año. La derrota del referéndum constitucional daba todas las señales de alarma de que sectores de la base revolucionaria chavista estaba cayendo en la apatía y el descontento fruto de que los problemas fundamentales de vivienda, empleo, inseguridad siguen sin resolverse en la medida en que esos problemas no se pueden resolver sobre la base del capitalismo y del actual Estado burgués, base de la corrupción y el burocratismo que atenaza la revolución. Al mismo tiempo está la gestión de alcaldes y gobernadores que no resolvieron ni uno esos problemas .Las nacionalizaciones parciales, que si bien son medidas progresistas, son insuficientes para resolver el problema de la anarquía capitalista y el sabotaje económico. Lo mismo que otras medidas que se hacen en beneficio de las masas pero que no resuelven si no que acentúan todas las contradicciones del capitalismo que sufren las masas como la inflación. Pese a todos estos problemas que no ha resuelto la revolución, pese a las esperanzas frustradas de alcaldes y gobernadores, la conciencia revolucionaria de las masas se sobrepuso a esto y se volvió a movilizar.
La movilización de las masas derrota de nuevo a la derecha
Estos resultados muestran la tremenda base de apoyo que posee la revolución después de 10 años. Muestran el tremendo espíritu combativo de las masas y su elevado nivel de conciencia. .Ante un nuevo llamado a las urnas hubo una gran movilización, aunque un sector no fue a votar. Cómo señalaba el Presidente Chávez en su alocución tras los resultados, estas elecciones muestran que se debe continuar el camino de la construcción del socialismo en Venezuela. Pero también estos resultados muestran las señales de alarma que ya se vieron en el referéndum constitucional del 2 de Diciembre del 2007, que si bien se han recuperado votos, el peligro del escepticismo continúa extendiéndose en la base chavista.
Es necesaria una transformación profunda de la sociedad para resolver los problemas más acuciantes de las masas y esto sólo se puede dar sobre la base una economía planificada y nacionalizada democráticamente. Sobre la base de una economía mixta, intentar conciliar el capitalismo y socialismo sin destruir el aparato estatal heredado de la IV república , y sin expropiar a la burguesía, la oposición seguirá ganando espacios. Y más aún, con la crisis de la economía capitalista mundial que afectará a Venezuela. Una nueva etapa se abre en la revolución: la polarización a izquierda y derecha que se acentúa, la recuperación de gobernaciones importantes por la oposición, que será utilizada para sabotear la revolución. Este equilibrio sólo puede ser roto por la entrada en escena de la clase trabajadora de un modo organizado mostrando el camino del auténtico socialismo.
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