Fruto del sabotaje burocrático, la situación de los trabajadores de INVEVAL se ha hecho insostenible. La falta de presupuesto por dos años, la no expropiación de Acerven ha llevado a que se cancelen salarios y beneficios de modo regular afectando a la moral de los trabajadores y, tras más de 5 de lucha, la paciencia de los trabajadores se haya agotado y algunos de ellos hayan caído en la desesperación, siendo manipulados por elementos de la derecha dentro de la fábrica. Toda esta situación llevó a que el pasado jueves 4 de junio un pequeño grupo de trabajadores impidiera el paso del resto de los obreros y agredieran a uno de ellos en el portón de la misma.
Como fruto del sabotaje burocrático la situación de los trabajadores de INVEVAL se ha hecho insostenible. La falta de presupuesto por dos años, la no expropiación de Acerven ha llevado a que no se cancelen salarios y beneficios de modo regular afectando a la moral de los trabajadores y, tras más de 5 de lucha, la paciencia de los trabajadores se haya agotado y algunos de ellos haya caído en la desesperación siendo manipulados por elementos de la derecha dentro de la fábrica. Toda esta situación llevó a que el pasado jueves 4 de junio un pequeño grupo de trabajadores no permitiera el paso del resto de los obreros y agredieran a uno de ellos en el portón de la misma. Al mismo tiempo se soldaron cerraduras y portones clausurando la fábrica durante varios días.
El cierre de la fábrica se mantuvo hasta el sábado 6 de junio cuando con motivo de la visita del viceministro ministerio de ciencia y tecnología, al que está adscrito INVEVAL, los tomistas fueran obligados a abrir la fábrica y permitir que los trabajadores, comunidades y camaradas de la CMR entraran en la fábrica, en solidaridad con la lucha de Inveval y en defensa del control obrero y del modelo de fábrica socialista que defienden.
Tras algunos momentos de tensión con la llegada del viceministro, el mismo realizó una revisión de la planta y mantuvo una reunión con un grupo de trabajadores donde resaltó entre otras cuestiones que el consejo de fábrica debía ser el órgano de gestión de la empresa y se comprometió a resolver los problemas de Inveval en el plazo más breve posible.
La planta se volvió a abrir este lunes. Sin embargo los problemas continúan. El sabotaje burocrático que incumple las órdenes del Presidente Chávez de expropiar la fundidora Acerven y negando el presupuesto de 2008 y 2009 está impidiendo que Inveval sea completamente operativa y llevando a una situación de máxima tensión a sus trabajadores. Desde la CMR solicitamos que envíen que continúen las muestras de solidaridad con los trabajadores de Inveval y del resto de las empresas ocupadas y recuperadas que luchan por el socialismo y el control obrero en Venezuela.
Los trabajadores de INVEVAL no están sólo la lucha: el pasado lunes 9 de junio los trabajadores de Uraplast en Acarigua, Estado Portuguesa tomaron la fábrica tras 6 meses de impago de salarios. La toma contó con la ayuda de la Guardia nacional y autoridades regionales del PSUV. Esta toma no es casualidad, sino efecto del discurso de Chávez en Guayana el 21 de mayo nacionalizando varias empresas del estado y llamando al control obrero de la producción. Los camaradas de Uraplast asistieron al congreso de la CMR en Sidor el pasado 15 de mayo y salieron muy entusiasmados del mismo viendo los ejemplos de INVEVAL, INAF , Gotcha , VIVEX y la lucha de MMC automotriz.
La lucha por el control obrero, punto básico para la construcción del socialismo en Venezuela pasa por la extensión de la toma y ocupación de fábricas para su nacionalización bajo control obrero de tal modo que la clase trabajadores tome el control de los medios de producción y en alianza con las comunidades del país pongan a producir de acuerdo a un plan organizado democráticamente. Al igual que el socialismo no se puede construir en un país sólo. El control obrero no puede subsistir si queda aislado en una factoría. Es necesario extenderlo. El segundo encuentro latinoamericano de trabajadores de empresas recuperadas que se celebrará en Caracas el 25, 26 y 27 de junio va a ser sin duda un evento que va a poner de nuevo la lucha por la defensa del empleo y del control obrero en primer lugar en la lucha de clases en Venezuela y en América Latina en estos momentos donde la crisis económica mundial empieza a golpear el continente.