Cerca de mil pasajeros, que debían viajar a diferentes lugares del país, quedaron varados en el aeropuerto Jorge Newbery, el jueves 17 de abril. Desde las 4 de la mañana, cuando debía despegar el primer avión a Iguazú, los pasajeros en espera de su vuelo empezaron a aumentar.
La suspensión fue decida por la empresa por falta de combustible para sus únicos dos aviones. Repsol-YPF, quien proveía combustible a la empresa, decidió negárselos ante la falta de pagos. Los directivos de Lapa y el gobierno llegaron a un acuerdo para mantener la empresa en funcionamiento hasta el lunes 21.
La impaciencia y la bronca de los pasajeros y de los trabajadores de la empresa se manifestaron a lo largo del día cortando la avenida Costanera y manifestándose en el aeroparque exigiendo una solución inmediata.
A media mañana, Matías Esteras, gerente comercial de la empresa, se presentó argumentando que la suspensión había sido decidida debida a un conflicto con Repsol-YPF al no aceptar la forma de pago impuesta por Lapa, suspendiendo así el abastecimiento de combustible. Al no presentar una solución concreta los pasajeros enfurecidos agredieron a Esteras.
El problema no es sólo el hecho que los pasajeros no pudieran llegar a sus destinos sino que hay 840 puestos de trabajo en peligro. Además la solución que presentó el Estado de hacerse cargo de la compañía hasta el lunes 21 de abril era sólo para salvar el turismo de fin de Semana Santa y no para solucionar concretamente el estado crítico en que se encuentran Lapa y sus empleados.
Azafatas,pilotos, administrativos, telefonistas, técnicos de diversas áreas, todos volvieron a salir a la tarde a la calle, para cortar la Costanera y prometieron un plan de lucha, similar al de los compañeros de Aerolíneas Argentinas, con carpa, con ocupación del aeropuerto, con corte de calles y escraches.
Los compañeros de El Militante apoyamos su lucha fervientemente exigiendo la expropiación de la empresa sin indemnización y la administración de la misma por parte de los trabajadores.