El mismo día de la abdicación de Juan Carlos I, las manifestaciones espontáneas en las que participamos varios cientos de miles de personas en todo el Estado se celebraron en un ambiente de gran alegría y euforia. Pudimos constatar allí cómo era asumida de manera generalizada la tarea inmediata de que el conjunto de organizaciones de izquierda y populares nos organizáramos para impulsar la movilización en la calle que posibilite la apertura de un proceso constituyente para tirar a la basura el viejo régimen del 78.
En concreto, se trata de organizar un referéndum donde el pueblo decida entre monarquía y república, impulsando asimismo la lucha por una nueva Constitución y una república democrática que otorgue pleno derechos democráticos a la población y a los pueblos que componen el Estado español. En ese proceso, cada organización podrá defender su modelo de República.
Para Lucha de Clases debemos vincular lo anterior a la expropiación de la oligarquía española (no más de 100 familias) que controlan las palancas fundamentales de la economía, para que estén en manos de la clase trabajadora y del conjunto de la sociedad y nos permita planificar la economía para los intereses de la inmensa mayoría. Con ejemplos concretos de la vida cotidiana, debemos enlazar la idea de la República con la de la mejora de las condiciones sociales y económicas de la clase trabajadora y de los desposeídos de este país.
El movimiento PODEMOS se ha revelado muy importante en las últimas semanas tras sus magníficos resultados electorales del 25 de Mayo. El lunes pasado, muchísimos militantes y simpatizantes del mismo se manifestaron con sus pancartas y pegatinas. En un comunicado de Prensa del martes 2 de junio PODEMOS declara:
“… Entendemos que no hay excusas para que los ciudadanos y las ciudadanas no puedan decidir la forma de Estado en la que quieren vivir (…) En democracia decide la gente. No somos súbditos, somos ciudadanos…”
En función de esta declaración, así como de las de otras organizaciones de la izquierda, el periódico Público titulaba su noticia:
“IU, Podemos y Equo exigen un referéndum sobre Monarquía”. El titular del resto de grandes medios de comunicación no reflejaba dudas sobre la unidad esencial de las principales organizaciones populares y de la izquierda, incluyendo a CCOO, en términos parecidos al empleado por PODEMOS.
Posteriormente, la Junta Estatal Republicana hizo un llamamiento a la unidad de todas las organizaciones de cara a celebrar manifestaciones unitarias este fin de semana en todo el Estado español. Sin embargo, el 5 de junio hubo otra rueda de Prensa donde el compañero Pablo Iglesias hizo estas declaraciones en nombre de PODEMOS:
“El protagonismo tiene que ser de los ciudadanos, ninguna lista de partidos puede ponerse por delante del sentir ciudadano”. Afirmó que algunos dirigentes de esta formación van a estar en las movilizaciones a favor de un referéndum sobre la República. Eso sí, lo harán detrás, donde se encuentran “más cómodos”. Reconoció que PODEMOS fue invitado a la reunión estatal donde se articuló la propuesta de impulsar una campaña entre diferentes formaciones de izquierda en pro de un referéndum. A pesar de esto, “el desborde de trabajo nos hace imposible participar” en este tipo de iniciativas.
Honestamente, teniendo en cuenta que lo que vivimos el martes pasado fue una de las movilizaciones más importantes celebradas en nuestro país en el último año ¿qué motivo más importante podía haber para que algunos de los más conocidos líderes de PODEMOS pudiera haber asistido a la reunión unitaria si no podía el compañero Pablo Iglesias? El compañero Monedero, Errejón, Miguel Urbán…, podían haber asistido. El “desborde de trabajo” al que alude el compañero no impidió el que en casi todas las ciudades andaluzas miembros de PODEMOS sí asistieran a dichas reuniones unitarias, así como en otras zonas del Estado.
En cualquier caso, esta declaración sirvió como excusa perfecta para que los medios burgueses titularan “PODEMOS afea a IU el que lidere la ola contra la República” o “PODEMOS se desmarca de la ofensiva de IU a favor de un referéndum por la república”. Lógicamente, esto ayudó a desconcertar las fuerzas de muchísimos que anhelan la máxima unidad entre las dos principales organizaciones que, en mayor o menor medida, aglutinan el sentimiento anticapitalista en el Estado español.
Y ahora hay que hacer la obligada pregunta: ¿a qué obedece esta postura del compañero Pablo Iglesias? ¿Ayuda ahora a dar confianza en el movimiento de luchas desatado o se la resta? Desgraciadamente, en función del debate que está habiendo en las redes sociales, creemos que ha creado una confusión innecesaria a la hora de generar la máxima solidaridad de las organizaciones populares en un frente contra la Monarquía.
En la rueda de prensa, creemos que hay otra idea bastante equivocada, que puede causar un gran perjuicio dependiendo de cómo se formule. Es cuando el compañero expresó sus diferencias sobre que 8 formaciones diferentes impulsaran la idea de un referéndum (idea a la que se han sumado más corrientes y organizaciones, tanto sindicales, políticas o movimientos sociales posteriormente): “El protagonismo tiene que ser de los ciudadanos, ninguna lista de partidos puede ponerse por delante del sentir ciudadano”.
No parece que el compañero se refiera a que otros quieran rentabilizar esta movilización, pues reconoce “que le avisaron” a la reunión en que se organizó. De hecho, recordamos que la primera organización que convocó a las movilizaciones de este fin de semana no fue un partido político, sino una plataforma de más de 50 organizaciones que defienden la República: la Junta Estatal Republicana.
Quizás se refiere el compañero a que las organizaciones deben convocar (aunque la suya no lo hizo a nivel estatal) para no poner sus intereses por encima de los del movimiento de lucha. Si ese es el caso, ahí coincidimos plenamente con el compañero.
Ahora bien, el compañero no se definió aún explícitamente en los últimos cinco días sobre está a favor de la República, y si considera esta reivindicación como un elemento progresivo. Esto tiene importancia porque diferentes ideológos de PODEMOS, íntimos colaboradores suyos, como Raimundo Viejo Viñas o Jorge Moruno han escrito explícitamente sobre que la reivindicación de la República hace el juego “al régimen”, intentando rebajar la importancia de la idea aglutinadora de la consigna de la “República” en favor de la de una auténtica “Democracia”.
En concreto, el primero de los compañeros mencionados escribió hace poco:
“El dilema monarquía/república es históricamete falso, por ser históricamente cierta la derrota militarista del bando republicano; el dilema franquismo/democratización es históricamente cierto por ser históricamente falsa la victoria de la democracia. A ver si dejamos de formar parte de la ideología del régimen y empezamos a comprende cómo se acaba con él”.
Además, en el medio más conocido de expresión de PODEMOS, su facebook, que recientemente superó el medio millón de adhesiones, desde el 2 de junio en ninguno de los comunicados de PODEMOS apareció la palabra “República”.
Creemos que los compañeros se equivocan, desde Lucha de Clases sostenemos que el actual proceso de movilizaciones en favor de la República juega un papel de primer orden en el proceso de toma de conciencia, incluyendo también el de una creciente toma de postura anticapitalista de sectores de las masas, debido a la tradicional vinculación de la Monarquía española con la oligarquía económica dominante en el último siglo y medio. Igualmente, la última encuesta del CIS dejaba en claro cómo la Monarquía sacaba la peor valoración de toda su serie histórica: un 3,7 sobre 10. Es decir, la idea de acabar con la Monarquía de los Borbones, con todo lo que implica, conecta con el sentir de la inmensa mayoría de la sociedad española.
En segundo lugar puede haber confusión al casi oponer “los ciudadanos” a “las organizaciones” en sus declaraciones. Pues si fuese esta la interprestación de las declaraciones, los resultados pueden ser muy peligrosos. En efecto, si vale el que “los ciudadanos deben tener el protagonismo ahora”, independientemente de las organizaciones ¿por qué no en otras ocasiones? Si, en un tema tan importante como éste, y ante la necesidad de una actuación inmediata, de una planificación de acciones, de un esfuerzo colectivo en pro de una movilización,…, las organizaciones “deben dar un paso hacia atrás en favor de los ciudadanos” ¿Para qué la necesidad misma de la organización, incluso de cualquier organización?
Sin embargo, en Andalucía, y en otras provincias, los compañeros de PODEMOS, como dijimos anteriormente, sí asistieron a las reuniones unitarias con el resto de organizaciones de la izquierda y algunos de sus responsables se han expresado nítidamente en defensa de la República sin paliativos, lo que es bastante positivo.
En los hechos, la postura de Pablo Iglesias denota cierta distancia del compañero, y de otros dirigentes de PODEMOS afines a él, con esta movilización, pues quizás consideran que la reivindicación de la República restringe la base de apoyo para el movimiento que aspira a generar PODEMOS. De hecho, según El País “sus colaboradores [de Iglesias] anuncian que el hiperactivo dirigente se tomará un par de semanas sin entrevistas ni comparecencias públicas”. ¡Todo ello en mitad de una de las movilizaciones más importantes de los últimos tiempos!
Si esto se revelase así, no creemos adecuada la actitud del compañero. El compañero Iglesias ya es uno de los líderes de la izquierda, y se lo ha ganado por derecho, por la actitud valiente y directa que ha mostrado discutiendo con algunos de los polemistas de la derecha política más conocidos de este país, por su capacidad de expresar y defender de manera clara ideas radicales como la de las nacionalizaciones de manera atractiva.
Evidentemente, los compañeros de PODEMOS están desbordados por el éxito de miles de interesados en organizarse en su movimiento. Pero el compañero Pablo Iglesias, que ha sido refrendado después de las elecciones en los principales barrios de trabajadores (que es de donde salió fundamentalmente su voto), que es reconocido ahora mucho más como uno de los principales paladines de la izquierda, es necesitado ahora para el movimiento en lucha.
Aquí y ahora se libra una batalla, donde las diferentes clases contendientes pugnan por alcanzar la victoria. No se puede dejar pasar cada elemento que provoque una contradicción en el sistema, la profundización del debate político, el aguzamiento de la toma de conciencia…, precisamente cuando todas las fuerzas reaccionarias de la sociedad y de sus medios de comunicación a sueldo se están empleando con todo para intentar falsificar la reciente historia contemporánea de los últimos 40 años, tratando de ocultar la continuada toma de postura de clase de los Borbones en favor de los ricos y capitalistas. De hecho, el partido más votado por los trabajadores el pasado 25 de Mayo todavía es el PSOE, y es el principal partido cuyos votantes tradicionales pueden ser ganados para IU y PODEMOS si los dirigentes de ambas organizaciones vinculan un programa republicano y socialista que contemple solución para la problemática del día a día que sufrimos los trabajadores y desposeídos en esta sociedad.