Solidaridad con los comunistas israelíes que sufren represión

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El viernes 26 de abril, la policía israelí, fuertemente armada, allanó las oficinas en Nazaret del Partido Comunista de Israel (PCI), y de la coalición Hadash de la que forma parte, en vísperas de la manifestación anual, perfectamente legal, del Primero de Mayo. Esta vergonzosa violación de los derechos democráticos muestra la total hipocresía de los imperialistas que justifican su apoyo a la masacre de Israel en Gaza con referencias a que ésta es «la única democracia de Oriente Medio». Extendemos nuestra plena solidaridad a los miembros de Hadash y del PCI ante la represión del Estado sionista.

Dos miembros del partido fueron detenidos, mientras que las imágenes muestran a la policía confiscando partes de una muestra de arte destinada a ser utilizada en la manifestación con el falso argumento de que podrían ser utilizadas como armas.

Cuando se les preguntó qué buscaban, los policías respondieron: «lo que nos parezca». Entonces empezaron a llevarse partes de la instalación artística, que incluía palos y piedras, alegando sin fundamento que podían utilizarse como armas. Fue un acto flagrante de intimidación, en un momento en que el Estado israelí reprime cada vez más las actividades contra la guerra.

A pesar de la represión, el sábado 27 de abril, miles de personas se reunieron en Nazaret para la manifestación del Primero de Mayo, en la que se lanzaron consignas contra la guerra en Gaza, la ocupación, el imperialismo estadounidense y el capitalismo.

Miembros de Hadash informan de que éste es el tercer asalto de este tipo contra sus sedes en el último año. 

Hace casi exactamente un año, el secretario del Partido Comunista en Nazaret fue detenido en otra incursión policial, en la que se arrancaron banderas rojas y banderas palestinas.

Independientemente de nuestras diferencias políticas con el PCI y Hadash, defendemos plenamente su derecho democrático a la libertad de reunión y expresión, derechos que el Estado israelí pisotea, y ante los que sus patrocinadores y financiadores occidentales hacen hipócritamente la vista gorda. Todos los comunistas y demócratas convencidos deberían alzar sus voces contra estas flagrantes violaciones de los derechos democráticos este Primero de Mayo, día de la solidaridad internacional de la clase obrera.