¿Quiénes dirigen Santiago? Y cómo hay que enfrentarlos

A nivel nacional se están desarrollando elecciones provinciales que van hacia un creciente abstencionismo y, por otro lado, germina un proceso de huelga de industriales y movilizaciones de estatales. En la provincia se presentan luchas aisladas de estatales, transportistas y trabajadores de la construcción. 

El gobierno de Zamora se acomodó al discurso del liberalismo y al ajuste reclamado por el capital financiero. Declaró la emergencia económica en la provincia antes de la asunción de Milei. Días atrás, en una conferencia, anunció una serie de obras públicas que mantendrán al empresariado dentro del barco.

Las fuerzas productivas en la provincia presentan un desarrollo primario capitalista, estructurado en la provisión de materia prima, con escaso desarrollo industrial y una base económica centrada en la explotación del suelo. Las “burguesías autóctonas” de la provincia (de la construcción, el turismo, el transporte, además de terratenientes y banqueros) no han desarrollado grandes contradicciones en su interior, lo que hace del Zamorismo/Frente Cívico una fuerza política útil y funcional, encargada de garantizar esos intereses de conjunto.

En nuestra provincia, un caso particular dentro de este panorama, es la industria textil que posee un desarrollo considerable. Una de las plantas industriales de hilado, tejidos  es la empresa “COTEMINAS” (de capitales brasileños). Esta empresa contaba con más de 600 operarios, pero a la fecha se ha reducido aproximadamente a 200 trabajadores. Coteminas recibe materia prima de distintas empresas privadas y grupos económicos que han diversificado sus capitales desde la construcción, como Sarquiz y Lo Bruno, quienes también explotan el algodón y se dedican a la ganadería.

El grupo ICK, que se benefició durante el feudo juarista (1949-2004), amplió su fortuna e influencia con el zamorismo, transformándose en un conglomerado monopólico con fuerte presencia en medios (Canal 7, Radio Panorama, El Liberal), servicios financieros (Banco Santiago del Estero), energía (EDESE), seguros (Hamburgo Compañía de Seguros) y turismo (hoteles como Amerian Hotel Casino Carlos V, Hotel Carlos V, Hotel Coventry; Casinos del Sol, Platino Turismo S.R.L.). Durante el gobierno kirchnerista, en el marco de la “ley antimonopolios” de 2009, reorganizó su estructura societaria, apelando a un artilugio legal: redistribuyó formalmente las tenencias entre miembros de la familia, principalmente entre Néstor y Gustavo Ick, para no perder el control real. Siempre padrino del zamorismo, el grupo controla actualmente la administración de los salarios estatales y las principales transacciones financieras del Estado provincial a través del Banco Santiago del Estero, expandiendo su influencia en la construcción de obras públicas.

Los pools de siembra están ligados a la explotación de la mayor extensión territorial para la exportación de soja. El 90 % de la producción se exporta a China y es uno de los principales ingresos de la provincia. La expansión de la franja agraria de soja ha extranjerizado el 4,94 % del territorio provincial, lo que equivale a 670.065,7 hectáreas actualizadas al 2022.

Solo un gobierno de trabajadores, sobre la base de la planificación democrática de la economía, podrá desarrollar genuinamente las fuerzas productivas y garantizar una vida digna y libre de explotación para la clase trabajadora de la ciudad y del campo, por medio de la nacionalización, bajo control obrero, de las grandes empresas, los bancos y los latifundios.

Sindicatos al servicio patronal

Los sindicatos se han transformado en extensiones de las patronales en la organización de masas obreras a través de las mesas de diálogo/trabajo que han impulsado a través del gobierno de Zamora. Los jefes sindicales se han postrado ante la patronal, permitiendo que el Estado elimine las paritarias y establezca incumplimientos de los convenios colectivos de trabajo. Los aumentos salariales son determinados por el Ejecutivo a través de decretos. Además, muchos jefes sindicales se han incorporado a los partidos patronales para desarrollar su carrera política (Gomez de Luz y Fuerza y Montenegro de UPCN).

Ahora bien, los sindicatos tienen como punto de desarrollo la lucha por las condiciones laborales, el trabajo infantil, los salarios de miseria y las mejoras en las condiciones materiales de la clase obrera, incluyendo también el desarrollo de la urbanización en los barrios obreros. Anteriormente gracias a los sindicatos, a las movilizaciones obreras y acciones políticas de masas, se conquistaron la jornada laboral de ocho horas, las vacaciones pagas y la jubilación con aporte patronal. Justamente todo esto es lo que hoy vienen a destruir el gobierno de Zamora y el gobierno de Milei, con el apoyo del Congreso y la complicidad de las Centrales Obreras carneras.

A todos los trabajadores nos afecta la crisis capitalista, porque la descargan sobre nuestras espaldas. Mientras los empresarios son premiados con exenciones impositivas, a los trabajadores nos congelan los salarios por debajo de la línea de pobreza.

El gobierno de la provincia estableció el salario mínimo en $800.000, cuando se necesitan $2.000.000 para cubrir la canasta básica familiar. En el sector privado mejor pago, los salarios oscilan en torno a $1.000.000. Los trabajadores tercerizados o en negro caen por debajo de la mitad de esos valores. Las masas laboriosas están en un 46% de pobreza y un 10% en indigencia.

Habiendo declarado la emergencia económica en la provincia, el gobierno del zamorismo, apoyado en la burocracia sindical y la seudo-oposición, ha logrado introducir despidos masivos. Son encubiertos bajo la suspensión de contratación de servicios o la baja en contratos de locación/servicios en áreas estatales (monotributistas).

El gobierno de Zamora desguaza el sistema educativo y violenta el Estatuto Docente. Puso a disponibilidad a miles de docentes, desfinanciando cargos y horas. Mantiene intervenido el Consejo General de Educación, desde donde interviene las escuelas nombrando autoridades a dedo.

El zamorismo ha impuesto junto a la burocracia un sistema de BONOS, para buscar la amortiguación del descontento, que también es financiado hacia los municipios de su palo. Para esto, el apoyo de la burocracia sindical cuenta como un soporte esencial para implementarlo a través de la “mesa de diálogo/trabajo”.

“En la época del capitalismo en decadencia, los sindicatos tienden a transformarse en órganos de la burguesía dentro del proletariado. La burocracia sindical, que es la expresión más pura de este proceso, se convierte en un instrumento directo de la burguesía para disciplinar a los obreros.” (Trotsky, Los sindicatos en la época de la decadencia imperialista, 1940)

Este hecho objetivo no puede revertirse únicamente con advertencias desde afuera que alerten a los trabajadores sobre la traición de sus dirigentes. Por ello, resulta imprescindible librar una batalla política por la dirección de los sindicatos ahí donde sea posible, complementándola con el trabajo por fuera de las estructuras sindicales, en aquellos espacios donde la clase trabajadora se movilice y surjan asambleas autoconvocadas que pongan en cuestión a las direcciones burocráticas. Esta orientación exige asumir con claridad la flexibilidad táctica del marxismo y su concepción dialéctica de la relación entre táctica y estrategia, que permite intervenir en distintos niveles de organización de la clase sin perder de vista el objetivo estratégico: la conquista del poder obrero.

Oposición por la derecha 

La oposición tradicional/patronal en la provincia está atomizada a un grupo pequeño de funcionarios públicos: tres concejales en capital, 5 diputados provinciales, y el ex intendente de la ciudad de la Banda.  Se muestran bajo el eslogan  “Despierta Santiago” denunciando el vaciamiento de los organismos públicos provinciales en educación y salud.

Se presentan como opositores al gobierno provincial, pero lo hacen desde el mismo programa que Milei, quien ha llevado adelante la mayor expulsión de trabajadores del Estado de los últimos años y ha quitado financiamiento mediante la coparticipación federal a la provincia. Son las dos caras del mismo ajuste. Ambos son los emprendedores del saqueo capitalista del capital financiero internacional y representantes de todos los atropellos contra la clase obrera.

La fracción del frente LLA-PRO en la provincia no tiene base social desarrollada, pero cuenta con un aparato significativo que aportan sectores de la UCR-PRO. Algunos medios han tratado de reproducir las votaciones obtenidas en las PASO, donde se mostró a LLA con un 28%, colocándola como segunda fuerza política en la provincia. Por detrás, la coalición “Despierta Santiago” alcanzaría un 23%. Sin embargo, reconocen al oficialismo como la fuerza ganadora con un 48%. Estos números son azarosos o anhelados, pero reflejan la pérdida de apoyo al oficialismo.

Trabajadores rurales y terratenientes en lucha por la tierra

Santiago del Estero tiene una superficie de 136.351 kilómetros cuadrados, equivalentes a 13.635.100 hectáreas. Una de las bases sociales más fuertes que financian el régimen zamorista está vinculada al desarrollo de los pools sojeros. Al inicio del gobierno de Zamora, en 2005, el área sembrada de soja era de 630.713 hectáreas. Para la campaña 2023/2024, la estimación preliminar de siembra alcanzaba las 1,5 millones de hectáreas (Chacra).

El 90% de la producción provincial se destina a la exportación directa, principalmente hacia China. En el año 2022, la provincia produjo aproximadamente 2.810.300 toneladas de soja. (Sur Santiagueño)

Por otro lado, se destaca el desarrollo de aglomerados textiles, donde el principal beneficiado es el grupo Maytom Agroinversiones S.A., que comenzó con campos arrendados y hoy opera en 11.000 hectáreas en la región de Quimilí, donde se encuentra radicada una de las principales desmotadoras de algodón perteneciente a Louis Dreyfus Company (LDC).

Durante la pandemia, el gobierno de Zamora inauguró otra desmotadora, Mat Will S.R.L., en la localidad de Pinto, que exporta el 50% de su producción y es una industria de capitales provinciales.

La contracara de este “desarrollo textil” es el vaciamiento de la cooperativa algodonera en la ciudad de La Banda, que era la encargada de la distribución de semillas y del acopio del algodón producido por pequeños productores locales, y que fue paulatinamente desmantelada. Las grandes industrias textiles han explotado a los productores y monopolizado las semillas algodoneras.

Con la llegada de Milei y su plan Motosierra, las obras públicas en las provincias se paralizaron y el gobierno provincial se vio obligado a negociar con el Estado nacional su apoyo en el Congreso a cambio de financiamiento para obras. El corredor vial entre Santiago del Estero y Las Termas de Río Hondo fue un punto clave en esas negociaciones. El corredor tiene 63,2 kilómetros y una inversión inicial de $16.265 millones, financiada conjuntamente por el Gobierno provincial y el Ministerio de Obras Públicas de la Nación. La licitación fue adjudicada a empresarios locales vinculados a los grupos Sarquiz y Roggio.

Durante la “década ganada” del kirchnerismo, el gobierno de Zamora llevó adelante una política muy fuerte de cooptación del movimiento campesino. Del mismo modo que generó una mesa de diálogo, impulsó una Mesa de Tierra que sirvió, en primera instancia, para el desarme de los campesinos. Ante el avance de las usurpaciones por parte de terratenientes sojeros, muchos campesinos respondían organizándose y enfrentándolos directamente con armas. No es por casualidad que las concentraciones de los conflictos se den en las zonas de desarrollo sojero y algodonero.

La Mesa de Tierra sirvió como mediadora a favor de los empresarios. Durante su funcionamiento, no logró titularizaciones a favor de los campesinos/trabajadores rurales. Sin embargo, se han ampliado las áreas de siembra y, proporcionalmente, los desalojos a lo largo y ancho del territorio provincial.

Hacia dónde va la izquierda

La izquierda en la provincia de Santiago del Estero tiene tareas importantes junto a la clase obrera en la construcción de una dirección política revolucionaria que permita desarrollar un Partido Revolucionario a la altura de las tareas que plantea la lucha de clases y la pelea por el poder político.

Electoralmente no representa un gran desarrollo, pero tampoco lo es en las luchas económicas/sindicales que se presentan en la provincia.

Si bien en el año 2011 se consolidó una fuerza de alcance nacional como el FIT, en nuestra provincia este “fenómeno electoral”, conformado por la Izquierda Socialista y el Partido Obrero, se dio en un proceso de auge y desarrollo de las luchas campesinas, la resistencia contra la impunidad del régimen zamorista y una creciente lucha docente, lo que favoreció su ingreso al parlamento local.

En el caso del PC, tuvo su integración formal al Estado en las filas del Frente Cívico, llevando una política de capitulación y adaptación al régimen político. Era una política que ya venía de tiempo atrás y que se hizo notoria durante el gobierno kirchnerista, y que se expresó en esta provincia aliada.

El desarrollo de las filas en la izquierda tuvo proporcionalidad con el crecimiento del movimiento piquetero. En nuestra provincia, esto dio lugar a reorganizaciones de masas obreras tanto en PO, MST, CCC, MTR Cuba, Barrios de Pie, Movimiento Evita; entre las organizaciones que tenían un caudal de movilización importante. La articulación de las organizaciones de izquierda-piqueteras para el desenvolvimiento de la entrega de programas de ayuda social generó un proceso que luego se transformaría en una implosión hacia dentro de las organizaciones. 

Hasta este desarrollo, podemos ver que la izquierda, en su recorrido en la provincia, tiene características de la deformación política reformista, electoralista y asistencialista, las cuales reflejan la dirección nacional. Para el grueso del movimiento piquetero/clase obrera desocupada, esta fue una salida rápida a la crisis dentro de los parámetros impuestos por el régimen capitalista desde la asistencia: IFE, Potenciar Trabajo/Volver al Trabajo o de Acompañamiento Social. Estos mecanismos funcionaron como herramientas de coerción para transformar a las organizaciones sociales en jefes políticos encargados de la administración social.

La falta de desarrollo de una política revolucionaria hacia la lucha contra el hambre, el desempleo y la miseria ha permitido  que el Estado pueda llevar adelante una serie de denuncias contra organizaciones por mala administración o por las “capitas” hacia las organizaciones. Han desarrollado un movimientismo basado en la asistencia social directa que resuelve el problema inmediato, pero mantiene vigente el régimen social que lo produce.

La clase obrera debe recuperar sus tradiciones históricas para el desarrollo de la lucha política. Hay en desarrollo luchas parciales y aisladas que tienen en común las condiciones precarias en los lugares de trabajo, los bajos salarios, pagos atrasados y por fuera de convenio.

En el marco del plan económico y político que impulsan el FMI-Milei-Zamora junto a los representantes de la burguesía, y en un contexto de guerra, devaluación y crisis capitalista, las condiciones materiales de vida tenderán a empeorar. Frente a esta crisis del sistema, la política de las principales organizaciones de la izquierda ha profundizado su giro hacia el reformismo, el sectarismo y el electoralismo.

Es tarea de los comunistas, poner en pie la organización de cuadros que pueda impulsar el desarrollo de órganos primarios de deliberación colectiva de la clase obrera. Allí donde el movimiento obrero esté más organizado, es necesario avanzar hacia la construcción de comités de fábrica, comités obrero-campesinos, y forjar una dirección revolucionaria en la dinámica de la lucha de clases. Solo así será posible superar a los jefes políticos tradicionales y enfrentar la crisis de dirección del movimiento obrero.

¡Por la organización de la herramienta política de la clase obrera!

¡Por la lucha por el poder en manos de la mayoría: la clase obrera!

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