La delegación de Homicidios de Río de Janeiro y el Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado arrestaron al sargento retirado de la Policia Militar (PM), Ronnie Lessa, y el ex PM, Elcio Vieira de Queiroz (expulsado de la fuerza) por la implicación en el asesinato de Marielle y del chofer Anderson.
Desde que Marielle fue asesinada la investigación apuntaba a las milicias de Río de Janeiro, que domina decenas de favelas y barrios obreros controlando comercio, servicios y vendiendo drogas. Marielle acababa de ser elegida relatora de la Comisión de la cámara Municipal para acompañar y discutir la Intervención Federal de militares en la seguridad de Río. Ella denunciaba los abusos que estaban siendo cometidos por la PM, en particular por un batallón que ganó fama de ser “el que más mata en Río”.
El activismo de Marielle hizo que ganara muchos enemigos poderosos. Era una de las principales voces contra la Intervención Militar en Río y era ponente de la Comisión que controlaria la intervención en la ciudad.
Ahora, cuando el laberinto de la investigación de su asesinato gana otro capítulo, Moro y Bolsonaro lanzan un paquete que abre el camino para que la policía pueda matar sin ser penalizada. Este es el capitalismo y su espectáculo de horrores.
El conductor del coche y quien tiró del gatillo, según la policía, estan preso. Si estos son los asesinos, ¿quién mandó matar a Marielle? Si depende sólo de la policía, esto no será investigado. El delegado responsable del caso, Giniton Lages, informó que Ronnie “tenía una obsesión para determinadas personalidades que militan en la izquierda política”, como Marielle y Freixo. Y la policía todavía mantiene la investigación en la línea principal que sólo es un crimen de odio.
El Ministerio Público mantiene la misma línea – “Todos los autos de investigación nos autorizan hoy a afirmar, colocar, e imputar a los dos denunciados la motivación torpe, derivada de una (…) repulsa, de una reacción de Ronnie Lessa a la actuación política de Marielle en la defensa de sus causas “, dijo Simone Sibílio, fiscal de coordinación y coordinadora del Gaeco”.
La Izquierda Marxista (CMI-Brasil) se suma a todos los que exigen que las investigaciones sean complementadas y los instigadores del crimen sean descubiertos. Por eso reafirmamos la importancia de una investigación independiente que tenga la libertad y el poder para investigar incluso las articulaciones del Estado y sus agentes con grupos criminales. Tratar este crimen político como “crimen de odio” hecho por individuos con motivaciones personales, es querer dejar el crimen encubierto y los mandantes impunes.