Los medios de propaganda burguesa, llamados eufemísticamente "medios de comunicación", son negocios millonarios que reclaman "libertad" de empresa, "libertad" monopólica e impunidad semántica para manipular conciencias.
Los medios de propaganda burguesa, llamados eufemísticamente "medios de comunicación", son negocios millonarios que reclaman "libertad" de empresa, "libertad" monopólica e impunidad semántica para manipular conciencias. Muchos gobiernos complacientes con esos monopolios "mass media" -no pocas veces rehenes suyos- han ideado, históricamente, leyes de todo género para garantizar la operación de las estrategias de control inventadas para enajenar a la clase trabajadora. El repertorio de los excesos y canalladas cometidas por los "mass media" y los gobiernos cómplices es realmente una monstruosidad.
Por otra parte, algunos gobiernos, con vocación democrática, han impulsado leyes que, no sin limitaciones, constituyen avances aunque no soluciones efectivas. En general no se toca la "propiedad privada" ni el modo en que se despliega la guerra ideológica burguesa aunque se facilite, en grados diversos, una mayor participación de "medios alternativos y comunitarios".
Nosotros saludamos todo avance en la democratización de "los medios" y todo combate a la concentración monopólica pero creemos que "los medios" deben ser de propiedad estatal bajo control de los trabajadores y de la comunidad donde operan. Creemos que el gobierno, que verdaderamente represente a los trabajadores, debe proveer gratuitamente los medios materiales: imprentas, papel, equipos de emisión de radio y TV… para que puedan acceder a los mismos las organizaciones y asociaciones populares sobre la base de su representatividad real en la sociedad.
No puede ser que un puñado de empresarios privados, como los de Clarín o La Nación, dispongan de diarios, radios y TVs, para mentir y calumniar las luchas de los trabajadores y otras organizaciones populares, tengan vedado su acceso a los mismos. No es posible que los trabajadores y la comunidad no puedan ejercer una activa participación en el diseño comunicacional, en la expresión y en la generación de información.
La ley promulgada en Argentina, y actualmente proscrita, mantiene la preeminencia de los medios privados, y los estatales quedan bajo control gubernamental, y no asegura la supervivencia de los medios comunitarios, obligados a la búsqueda de apoyo publicitario privado. La proscripción de la Ley de Medios por parte de jueces reaccionarios desnuda la democracia falsa que tenemos en nuestro país, una democracia para ricos. Sólo la presión y la movilización popular más contundente pueden obligar a estos individuos a dar marcha atrás en su accionar. Es urgente impulsar una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo, profundizar la democracia comunicacional.
El capitalismo no es sólo un sistema de producción de mercancías, es además un sistema que produce cultura, valores éticos, morales y estéticos ideados para consolidar las condiciones materiales de existencia burguesa, la propiedad privada de los medios de producción y la explotación de la fuerza de trabajo. Nuestro debate es por la terminación definitiva del régimen de propiedad privada de los "mass media"…un debate por la creatividad Socialista en materia de producción informativa y comunicacional.
NOTA: Si acordás con este texto y querés colaborar en la formación de esta Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo, escribinos a: elmilitante.argentina@gmail.com