El 22 de Enero la presidenta CFK reapareció públicamente para anunciar el programa PROGRESAR y el aumento para los jubilados programado para el mes de Marzo.
PROGRESAR es un programa de asistencia social que focaliza su intervención hacia una de las problemáticas más grande de coyuntura: que los jóvenes de 18 a 24 años puedan iniciar o completar tus estudios en cualquier nivel educativo, segmento que se encuentra dentro de los grados más grandes de vulnerabilidad social- económica, tanto personal como familiar.
El anuncio, que en tiempos del mediático viento de cola hubiese sido lanzado con bombos y platillos, se dió en un difícil contexto donde la situación actual en Argentina es otra, los cortes de luz que ocurrieron durante el mes de Diciembre y Enero, la devaluación y el incremento de la inflación, más el irritable ataque desestabilizador de los medios y las corporaciones.
El gobierno en el que nos apoyamos una masa importante de estudiantes, trabajadores y jubilados, tal cual nos tiene acostumbrados, pero que por momentos no deja de sorprendernos, da un paso adelante y otros dos atrás.
El plan PROGRESAR en su paso adelante intenta contener la problemática social, a través de un beneficio de $ 600 por mes para los miles y miles de jóvenes que no trabajan, trabajan informalmente o tienen un salario menor al mínimo vital y móvil y su grupo familiar posee iguales condiciones.
Pero esta medida va acompañada de una contradicción natural y bien visible que el kirchnerismo ejerce en su esencia: la conciliación de clases.
Es de esta manera que accede a las políticas de ajuste, bajo la presión de los organismos internacionales, como el Club de Paris, la inestabilidad de los precios de la canasta básica familiar, la presión de las corporaciones; todo con el afán de mantener en pie su idea totalmente equivocada de construir una burguesía nacional que sea capaz de desarrollar una fuerte industria nacional. Pero como lo muestra la historia esto ya es imposible de lograrlo.
Un ejemplo, son los ataques constates que sufrimos la clase trabajadora y el pueblo pobre de manos de los grupos concentrados, como en la disparada de precio y las especulaciones económicas.
Estos grupos dejan muy en claro cuál es su única intención: acumular ganancias y si es en dólares mucho mejor!
En este contexto es llevado adelante el plan PROGRESAR.
Pero ¿qué necesitamos los jóvenes? ¿qué necesita el pueblo?
La necesidad de los jóvenes, no es distinta a la necesidad del pueblo.
Nuestra Corriente Militante como marxista tiene muy en claro que una democracia real con igualdad educativa y desarrollo de una industria fuerte sólo funcionará bajo el mando de su principal actor: los trabajadores –sean jóvenes o no-.
Acompañemos y tratemos de que la mayor cantidad de jóvenes terminen sus estudios.
Luchemos contra las especulaciones financieras y corporativas que atacan el bolsillo de nuestras familias.
Movilicémonos contra los ataques desestabilizadores.
Democraticemos el plan PROGRESAR bajo el control de los organismos de derechos humanos, organizaciones estudiantiles, sociales, barriales y trabajadores de la educación.
PROGRESAR
concientizando a los jóvenes,
luchando por la verdadera democracia,
avanzando hacia el
SOCIALISMO