En el momento de escribir estas líneas el destino de Grecia está decidiéndose en una lucha titánica en la que la clase obrera griega se enfrenta a los grandes bancos y capitalistas de toda Europa. La Unión Europea está sometiendo a Grecia al chantaje más descarado. Ellos dicen: o bien aceptan recortes draconianos en sus condiciones de vida, o de lo contrario nos negaremos a entregarles el próximo tramo de ayuda de 12 millones de euros.
En el momento de escribir estas líneas el destino de Grecia está decidiéndose en una lucha titánica en la que la clase obrera griega se enfrenta a los grandes bancos y capitalistas de toda Europa. La Unión Europea está sometiendo a Grecia al chantaje más descarado. Ellos dicen: o bien aceptan recortes draconianos en sus condiciones de vida, o de lo contrario nos negaremos a entregarles el próximo tramo de ayuda de 12 millones de euros.
Eso significaría que el gobierno griego pronto se quedaría sin dinero. No podría pagar los salarios de las enfermeras, médicos, maestros o policías. Grecia estaría en quiebra.
Por todas partes se escucha el grito de: ¡Los griegos tienen que pagar! Pero en las calles de Atenas, hemos escuchado otra voz: la voz del hombre y de la mujer común, la voz de los trabajadores que trabajan duro toda su vida, que luchan y se sacrifican, la voz de las personas que no son responsables de la crisis, pero a quienes se les pide que paguen la factura.
Una trabajadora le preguntó a un periodista del Canal Cuatro británico en la Plaza Sintagma: “¿Por qué tienen que pagar los pobres?”. Esa es una pregunta excelente y merece una respuesta.
La noche del martes [28 de junio] en el canal británico Four News un médico griego respondió a la mentira monstruosa sobre los salarios excesivos de los griegos: "Soy médico y he trabajado en el hospital durante 27 años", dijo. "Mi salario mensual es de sólo 1.500 euros, que es aproximadamente el 70 por ciento menos de lo que ganan mis colegas de otros países europeos."
Los trabajadores griegos se encuentran entre los peor pagados de la Unión Europea (UE), y ya han visto recortarse sus salarios en un tercio en el último año. Ahora se les está pidiendo que acepten otros recortes enormes del 30 por ciento. Cuando se le preguntó si Grecia debía aceptar el último plan de austeridad o no, el médico le respondió con otra pregunta: "¿Puede la UE garantizarme de que si aceptamos estos recortes Grecia no será forzada a entrar en cesación de pagos?" Ninguna respuesta le llegó.
La respuesta ya fue suministrada por los acontecimientos de los últimos doce meses. Las medidas de austeridad y la caída de los niveles de vida ya han sumido a Grecia en una profunda recesión. Más recortes darán lugar a una vuelta de tuerca en la espiral descendente, con más desempleo, caída de la demanda, caída de los ingresos fiscales y al final se producirá la inevitable cesación de pagos. Stavros Lygeros en el diario griego Kathimerini expone la dura y fría matemática que Grecia tiene frente a sí:
"Incluso en la remota posibilidad de que la deuda principal de Grecia se haya cancelado por completo, en el año 2012 se tendrán que pagar unos 52.000 millones de euros (35 mil millones en bonos que vencen y 17 mil millones de intereses), mientras que se espera recibir 12.000 millones de euros de la “troika” (El FMI, la Unión Europea y el Banco Central Europeo). En 2013, no se espera que Grecia reciba nada de la “troika”, pero todavía tendrá que pagar unos 44.000 millones de euros (27 mil millones en bonos vencidos y 17.000 millones en intereses). Básicamente, se necesita tener más de 84 mil millones de euros para el período 2012-13 solo, por lo que incluso si recibe un préstamo de 60-65 mil millones de euros, todavía tendrá un déficit de 20-25 mil millones euros. Aparentemente, se supone que esta cantidad será cubierta por las privatizaciones y la venta masiva de activos estatales.
"La vida, sin embargo, no termina en el 2013. ¿Dónde encontrará Grecia las decenas de miles de millones de euros que necesita anualmente para pagar su enorme deuda? ¿Y qué pasará después del 2014, cuando la cantidad para cubrir los intereses aumente? "
En otras palabras, cualquier sacrificio que haga el pueblo griego, no hará ninguna diferencia en el resultado. Al final, Grecia entrará en cesación de pagos, y las consecuencias serán muy graves – no sólo para Grecia sino para el conjunto de la UE, para EE.UU. y para las perspectivas de la economía mundial en su conjunto.
La noticia de hoy lo confirma. La agencia de crédito Standard & Poors ha dicho muy claramente que el actual paquete acordado para la reestructuración de la deuda de Grecia representa efectivamente una cesación de pagos. Los planes para que el sector financiero privado se comprometa al financiamiento de una parte de la deuda de Grecia podría generar un incumplimiento de facto, de acuerdo a los criterios de las calificaciones de Standard & Poor. Aquí está la respuesta a la pregunta formulada por el médico griego citado
El total de la deuda griega en 2010 fue de € 328,6 mil millones, lo que equivale a 142,8% del PIB. Este año se elevará al 157,7% del PIB, un incremento de más del 10% en un año. Todo el mundo está apuntando con un dedo acusador a Grecia. Pero es sólo un caso extremo de un fenómeno que afecta a todos los demás países de Europa.
Los medicamentos recetados por la burocracia de la UE no van a funcionar y van a matar al paciente. Pero ¿cuál es la alternativa? Todos los burgueses dicen que no hay ninguna. Pero eso es una mentira descarada. Es la misma mentira que se le está diciendo al pueblo de Irlanda, Portugal, España, Gran Bretaña y de los Estados Unidos. "¿Qué podemos hacer? No hay dinero", dicen los políticos, con lágrimas en los ojos.
Pero, en realidad hay un montón de dinero. De acuerdo con la Oficina de Impuestos griega, SDOE, más de 10.000 empresas "offshore" (en paraísos fiscales en el exterior) son propiedad de capitalistas griegos con una facturación anual de alrededor de ¡500 mil millones de euros! (Fuente: Ta Nea, 11/05/2009). Como podemos ver, hay un montón de dinero en Grecia, pero no está en manos del gobierno electo, sino en manos de particulares, hombres y mujeres ricos, banqueros y capitalistas que no pagan impuestos y envían miles de millones de euros al extranjero, a los bancos extranjeros o a las empresasoffshore. Cuando hablan de que los griegos "hagan los sacrificios necesarios”, no son de estos griegos de quienes están hablando.
Una montaña de deudas
La deuda externa total mundial estaba estimada en 60,28 billones de dólares hasta el 31 de diciembre pasado. Esta cifra es la suma total de la deuda externa de todos los países, tanto pública como privada. Según estas cifras, todo el mundo está ahogándose en un mar de deudas. Esta es una carga colosal que está pesando sobre los hombros de la humanidad y la arrastra hacia abajo. Actúa como un lastre constante sobre la demanda, reduciendo el consumo. No hay posibilidad alguna de salir de la crisis hasta que, por lo menos, una parte de la deuda se haya reducido y se haya restaurado el consumo.
El problema de la deuda insostenible no se limita a Europa. A nadie le gusta hablar de las deudas insostenibles de los EE.UU. Es como hablar de una enfermedad anti-social en la sociedad educada. Pero los economistas serios y los inversores extranjeros son muy conscientes de la situación real, que es alarmante en todos los sentidos.
La deuda pública de los EE.UU. hasta el 6 de mayo 2011 fue de 14,32 billones de dólares que equivalía al 98% del PIB anual de 2010 de 14,66 billones de dólares. Usando cifras de 2010, la deuda total de EE.UU. (96,3% del PIB) era la doceava más alta con respecto a las demás naciones. La deuda pública combinada de la UE [€ 9,8 billones ó $ 14 billones] y de los EE.UU. [$ 14,32 billones] asciende aproximadamente a $ 28 billones.
El largo boom en los EE.UU. y otros países se basó en una montaña de deudas. Pero es bien sabido que, tarde o temprano, las montañas experimentan avalanchas. Una avalancha seria barrerá todo a su paso, provocando enormes daños materiales que tardarán mucho tiempo en repararse.
La razón por la cual Obama ha presionado a los europeos para que resuelvan los problemas de Grecia es que un colapso en Grecia conducirá a una crisis en la zona euro y, posiblemente, al colapso del propio euro. Sin embargo, dado el nivel de endeudamiento de los EE.UU., esto pondría presión inmediatamente sobre el dólar y podría incluso, posiblemente, provocar un crash financiero grave en los EE.UU., que enviaría ondas de choque por todo el mundo.
¿No hay dinero?
La desigualdad está creciendo rápidamente, y en realidad ha aumentado durante la crisis económica. Tomemos por ejemplo los ingresos de los hogares en el mundo o el consumo como porcentaje del ingreso nacional. El 10% más bajo consume sólo el 2,6% del ingreso nacional, mientras que el 10% más alto consume el 28% (cifras de 2005).
Es lo mismo en todos los países. Gran Bretaña acaba de experimentar las mayores huelgas de trabajadores del sector público en décadas. Estamos cansados de la misma historia que le cuentan a los griegos: hay una crisis, y por lo tanto no hay dinero para pagar las jubilaciones. Todos debemos hacer sacrificios para salvar a la Nación.
¿Todos? No, no todos. No los banqueros que se retribuyen ellos mismos premios enormes en medio de una crisis, incluso en aquellos bancos que han recibido miles de millones de ayuda estatal. Ellos no están obligados a hacer ningún sacrificio en absoluto. A pesar de que se hable de austeridad, los super ricos en Gran Bretaña han aumentado su riqueza un 18% en los últimos doce meses.
Lo que es cierto para los banqueros es válido para la clase capitalista en su conjunto. Los 1.000 británicos más ricos tienen 60.200 millones más de libras en sus cuentas bancarias que hace 12 meses. Los ingresos promedio de los 100 directores ejecutivos principales aumentaron en un 32% el año pasado hasta los 3,5 millones de libras. Incluso Vince Cable, el secretario de negocios del gobierno de coalición LibDem-Tory tuvo que admitir que "la paga de los escalafones superiores se ha incrementado hasta niveles ridículos, particularmente en el sistema bancario, pero también en general." (Financial Times, 07/06/2011) Al mismo tiempo, Mr. Cable y sus amigos informan a los trabajadores de que no hay dinero para las jubilaciones, escuelas y hospitales.
El diario The Economist del 25 de junio incluyó un artículo corto con el interesante título Es un mundo de hombres ricos. Dice lo siguiente: "Una encuesta anual estimaba que la riqueza combinada de las 10,9 millones personas más ricas del mundo (el 27% de las cuales son mujeres) se situó en los 42,7 billones de dólares en el 2010, más que en 2007, el año en el que se estaba gestando la crisis financiera. Más de la mitad de las clases adineradas viven en los Estados Unidos, Japón y Alemania, aunque Asia tiene más que toda Europa por primera vez."
Los mayores aumentos en la desigualdad pueden ser vistos en China, donde el tránsito al capitalismo ha creado una profunda brecha entre ricos y pobres. En 2007, según el Financial Times, había no menos de 364.000 millonarios en dólares en China, mientras que los trabajadores chinos son obligados a trabajar por una miseria en las fábricas de los nuevos ricos.
Según The Economist el PIB mundial en los últimos 12 meses [de mayo de 2010 a mayo de 2011], fue alrededor de $ 65 billones de dólares. Esto significa que unos 11 millones de personas (aproximadamente la población del área metropolitana de Londres) tienen una riqueza combinada equivalente a cerca de dos tercios de la producción total del planeta. Once millones de personas es una pequeña fracción de la población mundial total. La fuerza laboral total en el mundo se estimaba en 3.191 millones personas en 2010. Once millones de personas sólo representan el 0,34% de la fuerza de trabajo mundial.
"Pero si compartimos toda la riqueza igualitariamente, no se va a resolver nada y se debilitará la inversión productiva, que es la sangre vital de la economía."
Esto es muy cierto, pero pasa por alto el punto en debate. Señalamos en primer lugar que no nos proponemos compartir toda la riqueza igualitariamente, sino utilizarla para fines productivos en beneficio de toda la sociedad, y no para las ganancias de un puñado de individuos y familias super ricas.
En segundo lugar, el motivo de la crisis actual es, precisamente, que los capitalistas no invierten en la producción ni en Grecia ni en ningún otro lugar. Ellos están acaparando el dinero o gastándolo en oro, obras de arte o cualquier otra actividad parasitaria especulativa que les pueda dar un alto rendimiento de su botín.
Parte de esta actividad especulativa está dedicada a las apuestas masivas en los mercados monetarios del mundo. Como lobos hambrientos, los especuladores se abalanzan sobre cualquier país que está en dificultades y lo arrastran hacia abajo. La soberanía nacional y la democracia son palabras que carecen de sentido en esta selva capitalista, como los griegos, irlandeses y portugueses saben muy bien.
Tenemos que admitir que una gran parte de la riqueza total en manos de esta minoría se compone de tierra, fábricas, edificios, máquinas, etc. Incluso si asumimos que sólo la mitad se compone de riqueza disponible (dinero en cuentas bancarias suizas, valores y acciones, "inversiones en el extranjero", joyas, obras de arte, etc), esto significa que poco más de la mitad de las fortunas privadas de los ricos del mundo sería suficiente para pagar todas las deudas públicas combinadas de Europa y los EE.UU. (alrededor de 28 billones de dólares).
Esto es una expresión realmente sorprendente de lo que Marx llamó la concentración del capital. Una parte cada vez mayor de la riqueza se está concentrando en menos manos. Y con una gran riqueza viene un gran poder. El destino de naciones enteras lo decide un puñado de individuos no elegidos y anónimos, que se esconden detrás de la máscara del "mercado".
El flagelo del desempleo
"El socialismo no puede funcionar", dicen. Pero pasan por alto muy convenientemente el hecho de que es el sistema capitalista el que no está funcionando. ¿Cómo es que todos los grandes bancos y un gran número de grandes empresas privadas (ver la industria del automóvil en los EE.UU.) sólo pueden existir gracias a la inyección de billones de dólares de dinero público?
¿Dónde está la supuesta superioridad del mercado ahora? ¿Dónde está el riesgo, cuando todo el riesgo es tomado por el público y el contribuyente de quienes se espera que recompensen generosamente a los banqueros por sus fracasos, mientras que los trabajadores comunes son despedidos sin piedad?
¿Cómo es posible que la factura de la crisis de los bancos – una crisis asociada a una orgía de especulación, estafa y robo perpetrado abiertamente por los banqueros – tenga que ser pagada por los sectores más pobres de la sociedad, mientras que los banqueros mismos se retribuyen obscenamente con ingresos extravagantes procedentes de los fondos públicos?
El fracaso de la economía de mercado se muestra en las cifras del desempleo en el mundo. El desempleo mundial se estimó en un 8,8% en 2010 (frente al 8,3% en 2009). Sin embargo, esta cifra subestima drásticamente la cifra real de desempleo, ya que excluye a un gran número de personas que están subempleadas o dedicadas a la venta ambulante, etc.
En el año 2007, si se combina el desempleo y el subempleo, el total fue del 30%, y eso fue antes de la crisis económica. La situación será mucho peor ahora. Sólo en España, el desempleo es oficialmente del 21,3%, y el desempleo juvenil es de cerca del 50% – cifras que se acercan a los niveles de Túnez y Egipto.
Tomando la cifra de 2007 como base, el 8,8% de 3.190 millones da 281,6 millones. De modo que incluso un capitalismo en auge condena más de 281 millones de personas a la inactividad forzosa. No puede utilizar su potencial creativo con fines productivos. Esto significa que cada año estamos perdiendo el equivalente a más de 281 millones de hombres-año en pérdidas de producción. Que es un increíble nivel de desperdicio. Y no hay solución a la vista.
¿Cuál es la naturaleza del problema? Se trata de la sobreproducción: la tendencia inherente del sistema capitalista a producir más de lo que la sociedad puede absorber. Como explica Marx en El Manifiesto Comunista:
"La sociedad burguesa moderna, con sus relaciones de producción, de intercambio y de propiedad, una sociedad que ha hecho surgir tan potentes medios de producción y de cambio, es como el brujo que ya no es capaz de controlar los poderes del mundo inferior que ha desencadenado con sus conjuros. Desde hace algunas décadas, la historia de la industria y del comercio no es sino la historia de la rebelión de las fuerzas productivas modernas contra las actuales relaciones de producción, contra las relaciones de propiedad que son las condiciones de existencia de la burguesía y de su dominación.
"Basta mencionar las crisis comerciales que, con su retorno periódico, plantean de forma cada vez más amenazante la existencia de toda la sociedad burguesa. En estas crisis se destruye una gran parte no sólo de los productos existentes, sino también de las fuerzas productivas ya creadas. En estas crisis se desata una epidemia social que en todas las épocas anteriores hubiera parecido absurda – la epidemia de la sobreproducción.
"La sociedad se encuentra súbitamente retrotraída a un estado de barbarie momentánea: diríase que el hambre, que una guerra devastadora mundial la han privado de todos los medios de subsistencia. La industria y el comercio parecen aniquilados, y ¿por qué? Porque hay demasiada civilización, demasiados medios de vida, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas productivas de que dispone no favorecen ya el régimen de la propiedad burguesa, por el contrario, resultan ya demasiado poderosas para estas relaciones, que constituyen un obstáculo, y tan pronto como salvan este obstáculo, precipitan en el desorden a toda la sociedad burguesa y amenazan la existencia de la propiedad burguesa.
"Las relaciones burguesas resultan demasiado estrechas para contener las riquezas por ellas engendradas. ¿Y cómo supera estas crisis la burguesía? Por un lado, por la destrucción obligada de una masa de fuerzas productivas y, por otro, por la conquista de nuevos mercados, y por la explotación más intensa de los antiguos. Es decir, preparando el camino para crisis más extensas y violentas, y disminuyendo los medios de prevenirlas. "(Capítulo I,Burgueses y proletarios).
¡Qué relevantes suenan estas palabras hoy en día! La semana pasada elFinancial Times (28 de junio), declaró: "Casi tres años después del inicio de la crisis económica, un nuevo fantasma recorre la mayor parte de las economías avanzadas del mundo: La posibilidad de que la mayoría de sus ciudadanos se enfrente a años de estancamiento en sus salarios"
De hecho, este es el caso de muchos trabajadores en todo el mundo. En todos los países la proporción de los trabajadores en el ingreso nacional ha disminuido (incluso antes de la crisis), mientras que la participación de los capitalistas ha ido en aumento. La OCDE ha encontrado un aumento de la desigualdad de los ingresos desde mediados de los años 1980 hasta fines de la década del 2000 en 17 de los 22 países más avanzados, incluyendo a Suecia y Dinamarca.
El caso más extremo es EE.UU. El Financial Times escribe:
"El crecimiento del ingreso per cápita nacional debe ir a alguna parte. En los EE.UU., el dinero fluyó casi exclusivamente a los muy ricos. Los ingresos individuales antes de impuestos en EE.UU. del 1 por ciento más rico representaron el 8 por ciento del total en 1975, pero se disparó al 18 por ciento en 2008 (…). Incluso, dentro de este 1 por ciento de la población, fue mayor la subida proporcional en los ingresos obtenida por su 1 por ciento más rico a su vez"
Por el contrario, el promedio de ingresos de los hombres comunes de EE.UU. no ha aumentado desde 1975, mientras que en Alemania se ha reducido en los últimos diez años. Este es el secreto del "éxito" de Alemania – a expensas de la calidad de vida de los obreros alemanes. A los banqueros y capitalistas les gustaría que todos los países tuvieran una experiencia similar de "éxito".
¿No hay alternativa?
¿Es realmente aceptable que en la segunda década del siglo 21 los destinos de millones de hombres y de mujeres, de países y de Estados enteros, se deban determinar de la misma forma que en un casino? ¿Es realmente cierto que la humanidad no puede pensar en un sistema mejor que éste? El "No hay alternativa" es en realidad una calumnia viciosa contra la raza humana. Y una alternativa ciertamente existe, pero no sobre la base del capitalismo.
El aumento del desempleo y los constantes ataques a los niveles de vida significa una caída de la demanda y una profundización de la crisis. El Financial Times citó como sigue a un economista estadounidense, Dick Longworth del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales: "Esta es una sociedad de consumo y los consumidores, si no compran, no sobreviven".
Es por eso que las "soluciones" que la UE quiere imponer a Grecia, lejos de resolver el problema, hará que las cosas empeoren mucho más. Los trabajadores griegos tienen razón al resistirse a ellas con todos los medios a su disposición, y su ejemplo debe ser seguido por los trabajadores de todos los demás países de Europa.
No hay ninguna razón racional por la que millones de personas deban ser condenadas al desempleo, mientras que otros millones de personas se ven obligadas a trabajar horas extras en las fábricas. En un sistema económico racional las horas de trabajo serían repartidas entre todos y se aboliría el desempleo, mientras que la jornada laboral se reduciría drásticamente.
La abolición del desempleo daría lugar a un salto colosal en la producción, generando una enorme cantidad de riqueza, que podría ser utilizada para resolver todos los problemas de la sociedad. Habría una enorme cantidad de dinero para viviendas, hospitales y escuelas, y el déficit presupuestario desaparecería de la noche a la mañana.
Estas cosas son totalmente posibles sobre la base de las fuerzas productivas existentes en la sociedad. Si no se hacen, no es porque no hay alternativa, como ellos dicen, sino por dos grandes obstáculos que impiden que sucedan. Estos obstáculos son la propiedad privada de los medios de producción y el Estado-nación.
El ejemplo dado por los trabajadores griegos debe ser seguido por los trabajadores del resto de Europa. La clase dominante tiene que recibir el mensaje alto y claro: ¡Nosotros no pagaremos por vuestra crisis! Sin embargo, las huelgas y manifestaciones, que son absolutamente necesarias, no pueden resolver la crisis. La única manera de resolver la crisis actual e impedir nuevas crisis en el futuro es eliminando estos obstáculos monstruosos que se interponen en el camino del progreso humano, que causan sufrimiento y miseria sin fin no sólo en Grecia, sino en todas partes.
¿Cuál es la respuesta? En primer lugar, la cancelación de todas las deudas y la expropiación de todos los bancos e instituciones financieras sin compensación alguna. Los parásitos ya han exprimido lo suficiente al pueblo. ¡Es hora de parar esto! Si hay algún caso genuino de necesidad comprobada entre los propietarios, las personas interesadas puedan recibir una indemnización. Pero ni un centavo debe pagarse a los peces gordos y a los parásitos.
Una vez que tengamos los bancos y los grandes monopolios en nuestras manos, será posible comenzar a planificar la economía de una manera racional. No es necesario nacionalizar las pequeñas explotaciones y empresas. Hay que tranquilizar a la clase media de que el socialismo no se opone a sus intereses. Por el contrario, mediante la nacionalización de los bancos será posible ofrecer a las pequeñas empresas acceso al crédito a tasas favorables.
Una economía nacionalizada y planificada, dirigida en líneas democráticas con la plena participación y el control de los trabajadores, nos permitiría movilizar todo el potencial productivo de la sociedad en toda su extensión. El talento de los jóvenes que ahora se desperdicia por el desempleo sería puesto en uso para satisfacer las necesidades humanas: se pondría en marcha un programa de choque para la construcción inmediata de nuevas viviendas, hospitales y escuelas.
En lugar del actual estancamiento económico y las tasas de crecimiento miserables, podemos predecir una tasa de crecimiento de al menos el 10 por ciento al año. Esto significaría duplicar la riqueza de la sociedad en el espacio de dos planes quinquenales. En lugar de recortar las jubilaciones, los salarios y los servicios públicos, serían expandidos masivamente a todos los niveles.
Los recursos están ahí, el dinero está ahí, y las necesidades están ahí. ¿Qué impide que estos factores se junten para crear una vida nueva y mejor para todos? Sólo un obsoleto y degenerado sistema socio-económico que ha sobrevivido a su utilidad, que debe ser barrido y será barrido. Los trabajadores griegos han comenzado el proceso. ¡Hay que completarlo hasta el final!
4 de julio de 2011