Se ha cumplido casi un mes desde el golpe al gobierno de Pedro Castillo. Un golpe orquestado por la CONFIEP, el aparato del estado burgués, el fujimorismo, las multinacionales mineras y la embajada de EE. UU. contra un presidente elegido democráticamente por el pueblo trabajador del Perú.
El gobierno de Pedro Castillo representaba las esperanzas de los oprimidos por mejorar su calidad de vida, pero para la burguesía peruana y el imperialismo, siempre representó una amenaza latente hacia sus intereses económicos, y por eso era necesario para ellos deshacerse de él y finalmente el 7 de diciembre lo consiguieron.
Mediante el congreso golpista, quienes en todo momento garantizaron la ingobernabilidad del presidente, se ha nombrado a Dina Boluarte como presidenta, quien en menos de un mes ya carga en sus espaldas la muerte de casi 30 peruanos que han sido vilmente asesinados por la Policía Nacional y el Ejército, durante las protestas contra el golpe.
La situación que hoy vivimos en el Perú es un reflejo de la incapacidad de reformar al sistema capitalista, que está podrido hasta la médula. Y la única forma de darle una salida a esta crisis, que sea favorable para todos los oprimidos del Perú, es mediante la lucha organizada de nuestra clase.
Las demandas son claras, Cierre del Congreso Golpista, Renuncia y Cárcel a Dina Boluarte por los manifestantes asesinados, Libertad para Pedro Castillo, Elecciones adelantadas para 2023 y Convocatoria a la Asamblea Constituyente. Pero, ¿quiénes se encargarán de hacer valer estas demandas? ¿Las mismas instituciones del Estado burgués que han provocado el golpe? Dejar en manos de la legalidad burguesa el proceso de elecciones adelantadas y de la Asamblea constituyente sería dejar nuevamente en manos de esos explotadores nuestro destino. Es por ello que para que nuestras demandas proyecten un verdadero cambio revolucionario es el pueblo obrero organizado quien debe tomar las riendas de estos procesos en cada región del Perú.
Unas nuevas elecciones ya sean en 2023 o 2024, como lo desea el congreso golpista, manteniendo intactas las instituciones que sirven a la clase dominante, es el botín perfecto que utilizará la burguesía para desmovilizar y para poner candidatos afines a ellos, como Keiko Fujimori, o en el mejor de los casos a reformistas timoratos incapaces de enfrentarse y luchar por su programa mínimo. De lo que se trata no es de nuevas elecciones dentro del marco burgués, sino de poner sobre la mesa quién gobierna el país: ¿el pueblo trabajador, la mayoría oprimida; o los 17 grandes grupos económicos nacionales y extranjeros que controlan la economía del país?
Las leyes y constituciones burguesas nos han demostrado que están diseñadas para proteger los intereses de una clase privilegiada, ¿Por qué dejarle a ellos que rehagan la constitución? Mientras ellos tengan el control del Estado serán ellos los que apliquen la ley y el estado de derecho a su conveniencia. Solo nosotros, los explotados conocemos bien nuestras necesidades y la asamblea que necesitamos debe ser una Asamblea Nacional Revolucionaria de Obreros y Campesinos, compuesta de delegados electos y revocables en las fábricas, las comunidades campesinas, entre la juventud universitaria y obrera, una asamblea liberada de los intereses de los explotadores, para que seamos nosotros los que decidamos el rumbo político y económico que llevará el Perú.
Es por ello que desde la Corriente Marxista Internacional – Perú, nos sumamos a la convocatoria del Paro Indefinido, a la convocatoria de la formación de Comités de Lucha Unitarios y a la Marcha de los Cuatro Suyos. Hacemos un llamado a todas las organizaciones en todas las regiones del Perú a unirse a esta convocatoria, a sumar todas las fuerzas de nuestra clase en esta batalla por la dignidad y liberación de nuestro pueblo.
La Marcha de los Cuatro Suyos, en su momento, fue capaz de derrocar al régimen de Fujimori, ahora vivimos la oportunidad histórica de derrotar al capitalismo para no seguir bajo un régimen de explotación y barbarie. Con toda la fuerza de la clase obrera, los campesinos, las mujeres, los estudiantes y todos los oprimidos del Perú podemos hacer caer al régimen burgués, expropiemos a los grandes grupos económicos y transnacionales que controlan la riqueza de nuestro país, expropiemos para poner las riquezas de nuestro trabajo y nuestros recursos al servicio y disposición de la mayoría.
Este es un momento histórico, donde las condiciones para transformar nuestra realidad están dadas y la única forma de que los oprimidos del Perú triunfemos será organizando a nuestras bases, confiando en nuestra fuerza y encaminando el movimiento hacia la toma del poder.
¡Ni un paso atrás compañeras y compañeros! ¡Adelante hacia el Paro Nacional!
¡A construir los Comités de Lucha y Asambleas Populares!
¡Que decida el pueblo obrero, no la oligarquía!
¡Cierre del Congreso Burgués y Parasitario!
¡Que se vayan los Golpistas!
¡Libertad para Castillo!
¡Expropiar a la oligarquía y las multinacionales!
¡Asamblea Nacional Revolucionaria de Obreros y Campesinos!