Desde la Corriente Socialista Militante repudiamos firmemente la represión contra las compañeras y compañeros que se movilizaron este 16 de febrero al Ministerio de Desarrollo Social en Buenos Aires bajo la consigna “Pan y trabajo, el Fondo al carajo”. La movilización se da en el marco de una situación social cada vez más grave. Según el Indec, una familia tipo necesita $ 76.146 por mes solo para comer, vestirse y moverse. Hace un año el costo de esa Canasta Básica Total era de $54.207.
Más del 40% de los argentinos y argentinas son pobres y más del 10% indigentes. En las últimas semanas el gobierno pago 1.100 millones de dólares al FMI. Continúan subiendo las tarifas de luz, gas y naftas.
Hacemos responsables al gobierno de CABA y al gobierno Nacional por dejar hacer y no detener la represión de la Policía de la Ciudad que golpearon con palos, hidrantes y gases la columna de los movimientos sociales antes de poder llegar al Ministerio. Las compañeras y compañeros, sus hijos e hijas, debieron ser atendidos en los hospitales de la zona.
La movilización tenía por objetivo denunciar el incumplimiento en la asignación de planes sociales, la insuficiente asistencia alimentaria a los comedores y la exigencia de trabajo digno.
Llamamos a todas las organizaciones populares , sindicatos y partidos políticos a cerrar filas en un frente común ante la represión, preparando un encuentro nacional que discuta las tareas que tenemos por delante para convocar y preparar una Huelga General para derrotar el ajuste de FMI y el Frente de Todos con el apoyo “critico” de Juntos por el Cambio.
Es necesario impulsar una Asamblea Popular de los movimientos sociales en Plaza de Mayo convocando a las trabajadoras y trabajadores ocupados a discutir un plan de lucha común. Vamos por un Congreso Obrero de ocupados/as y desocupados/as, un Congreso Obrero y Piquetero, que se convierta en el referente político revolucionario que necesita la clase trabajadora argentina hacia un partido y un gobierno propio.