Operación Milagro: la solidaridad censurada

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La llamada “Operación Milagro” es la mayor iniciativa de solidaridad médica de la Historia. A través de este programa, personas de bajos recursos de países del Tercer Mundo son operadas de manera gratuita de enfermedades de la visión. De esta gigantesca iniciativa solidaria, impulsada por Cuba y Venezuela, sin embargo, no ha informado casi ningún gran medio de prensa, radio o televisión internacional. ¿Por qué?

La llamada “Operación Milagro” es la mayor iniciativa de solidaridad médica de la Historia. A través de este programa, personas de bajos recursos de países del Tercer Mundo son operadas de manera gratuita de enfermedades de la visión, como cataratas, glaucoma, estrabismo y otras.

Entre 2004 y octubre de 2008 han sido operadas 1.314.000 personas de 33 países de América Latina, África y Asia, y para 2014 el objetivo del programa es llegar a la cifra de 6 millones de personas operadas.

Razones para el silencio informativo

De esta gigantesca iniciativa solidaria, sin embargo, no ha informado casi ningún gran medio de prensa, radio o televisión internacional. ¿Por qué? La explicación es sencilla: la Operación Milagro no está financiada por ningún país del Primer Mundo, no está respaldada por fondos del Banco Mundial, ni cuenta con el auspicio de ninguna empresa o fundación privada.

Quienes la llevan adelante son dos gobiernos de países del sur, que aportan a las personas beneficiarias, sin cobro alguno, toda su infraestructura de salud pública, miles de médicos, todos los medicamentos necesarios e incluso el traslado en avión a los hospitales de ambos países.

El nombre de las dos naciones que organizan y financian la Operación Milagro explica, al momento, por qué los grandes medios han decidido silenciarla: son Cuba y Venezuela

Marketing solidario

Lo paradójico es que, mientras hacen desaparecer de la agenda informativa el mayor proyecto de solidaridad médica jamás conocido, los medios reservan espacios cada día mayores, a proyectos humanitarios de mínimo impacto que son financiados por clínicas oftalmológicas o distribuidores de productos ópticos.

Estas iniciativas, que apenas benefician a unos centenares de personas en países del sur, están integradas en la llamada “responsabilidad social corporativa” de dichas empresas, que es desarrollada desde sus departamentos de marketing. Muchas de estas compañías, claro está, son destacados clientes publicitarios de los medios de comunicación.

Informe de Oxfam también censurado

Un estudio de la organización internacional Oxfam denunciaba que las patentes de la empresas farmacéuticas impiden el acceso a costo adsequible a los medicamentos para el tratamiento de enfermedades de la vista, siendo ésta la causa de la ceguera de más de 30 millones de personas en el mundo.

Este informe, que aboga por los medicamentos genéricos y por tanto atenta contra los intereses de las compañías farmacéuticas, potenciales clientes publicitarios de los medios, tampoco tuvo el eco informativo acorde a su importancia.

Escasas deserciones de médicos cubanos

Algunos medios, no obstante, sí han informado sobre la Operación Milagro. Pero no para narrar la experiencia de alguna de las miles de personas, marginadas y olvidadas durante años, que han recuperado su visión gracias a la solidaridad de Cuba y Venezuela. Lo único que han recogido como hecho noticiable es el abandono del programa de unos pocos médicos cubanos, que han decidido multiplicar su salario ejerciendo en clínicas privadas de América Latina o Estados Unidos.

Hay que recordar que existe todo un sistema de captación de médicos cubanos dirigido desde organizaciones de Miami y desde los consulados y embajadas de EEUU. Un sistema que ha resultado ser un completo fracaso si atendemos a las exigüas cifras de médicos captados. Cuba tiene cerca de 42.000 cooperantes en 110 países del mundo, de los cuales el 75% son personal de salud.

La página web “Barrio afuera”, creada en Miami para la captación con dinero de médicos cooperantes cubanos, habla de un escaso “centenar de profesionales cubanos (que) han llegado a los Estados Unidos procedente de terceros paises”. A pesar de ello, diarios de gran tirada dedican reportajes completos a los poquísimos casos particulares de médicos que han desertado.

Protestas de la élite médica

Los medios también convierten en noticia las protestas de los colegios y asociaciones médicas de los países beneficiados por la Operación Milagro. Esta élite profesional y empresarial presiona a sus gobiernos contra estos programas solidarios, ya que la gratuidad del servicio oftalmológico cubano hace peligrar sus intereses económicos.

Proyecto subversivo

La Operación Milagro es un gran desafío para las élites latinoamericanas y para los grandes medios de comunicación del mundo. Es la demostración de que la ideología de la solidaridad puede vencer a la ideología del individualismo y del dinero. Y que la solidaridad no es compatible con los intereses empresariales ni las grandes fortunas.

Es un proyecto profundamente subversivo. Por ello, las grandes empresas que controlan el flujo de información en el mundo han decidido censurar una de las más importantes y esperanzadoras noticias de este comienzo de siglo XXI: la Operación Milagro.