Pese al crecimiento económico, los problemas fundamentales de los trabajadores siguen sin resolverse. Porque este crecimiento descansa en la sobreexplotación de la clase obrera, que no ve un avance sustancial en sus condiciones de vida y sí la acumulación de la riqueza en cada vez menos manos. Pese al crecimiento económico, los problemas fundamentales de los trabajadores siguen sin resolverse. Porque este crecimiento descansa en la sobreexplotación de la clase obrera, que no ve un avance sustancial en sus condiciones de vida y sí la acumulación de la riqueza en cada vez menos manos.
El capitalismo argentino no ofrece alternativas. Los patrones invierten poco, mientras se tragan miles de millones en subsidios estatales. La deuda externa succiona, como un parásito, el flujo vital de la sociedad, y obstaculiza la modernización de las infraestructuras y la resolución de los graves problemas sociales.
El desarrollo hipertrofiado del sector agroexportador provoca subas desbocadas de precios y faltante de alimentos, sojización del campo, etc., estimulado por la codicia insaciable de los terratenientes y capitalistas agroindustriales.
La clase trabajadora sufre la arrogancia patronal ante la inacción de los dirigentes sindicales que, particularmente en el caso de la CGT, actúan la mayoría de las veces como agentes patronales. Pero lo que más golpea a los trabajadores es la suba de precios que supone una confiscación del salario estimada en el 30% anual.
El problema es que el malestar de la clase trabajadora no encuentra una vía donde expresarse, ante la falta de un referente en el campo sindical y político, agravado por el sectarismo, la división infantil y la confusión política que envuelve a la vanguardia.
El kirchnerismo, y mucho menos la oposición a su derecha, no despierta entusiasmo en los trabajadores. Pero no se ve otra cosa.
Si surgiera una alternativa de clase, que delimite con el kirchnerismo y empuñe la bandera del combate a la derecha, podría encontrar un gran eco popular.
Por eso, desde la Corriente Socialista El Militante, apelamos a la unidad del activismo de izquierda y popular. Esta es la demanda de la militancia social y de cientos de miles de trabajadores y jóvenes en todo el país.
Concretamente, apelamos a la izquierda socialista no sectaria, a Proyecto Sur y a los sectores de la CTA que delimitaron con el kirchnerismo a confluir en un espacio político común, de clase y de masas, para poner en pie la herramienta política que necesitamos los trabajadores y demás sectores populares oprimidos. No hay otra salida.
Corriente Socialista El Militante- 1º de Mayo 2008