El interés de la clase obrera internacional es derrotar los planes de guerra contra Irán. Porque no servirían a los intereses de los trabajadores de ningún país. En particular provocaría una terrible destrucción y sufrimiento al pueblo iraní. Consumiría unos recursos enormes, tanto materiales como humanos, por parte de los países agresores, aumentando el sufrimiento de los trabajadores en estos países. El apresamiento de 15 soldados británicos en aguas territoriales iraníes está siendo utilizado convenientemente por el imperialismo para justificar un ataque militar contra Irán. Al cierre de esta edición aún no habían sido liberados.
Es curioso que este incidente se haya producido justo después de que Irán participara en una conferencia internacional para la pacificación de Iraq (impuesta por el Congreso de EEUU con el apoyo de sectores decisivos de la clase dominante norteamericana preocupados por la desastrosa política de Bush) y de que el propio Congreso de EEUU votara a favor de imponer el 1 de septiembre de 2008 como fecha para la retirada de todas las tropas norteamericanas de Iraq, y cuando la mayoría de los norteamericanos se opone a la guerra.
No es difícil comprender que Bush está decidido a continuar con la guerra, e incluso extenderla a Irán, para salvar la cara y reconquistar alguna base de apoyo social.
El Consejo de Seguridad de la ONU, condenó la acción iraní y su programa nuclear. Esta resolución permitiría a Bush abrir un nuevo frente militar contra Irán.
Irán insiste en que tiene el derecho a adquirir energía nuclear para propósitos pacíficos. Sin embargo, incluso si Irán tuviera el objetivo de armarse con armas nucleares, tendría el mismo derecho que EEUU e Israel que están utilizando su arsenal nuclear para aterrorizar al mundo.
Derrotar los planes del imperialismo
A nadie se le oculta que el régimen iraní necesita un elemento disuasorio para crear un nuevo equilibrio de terror. Vieron que Iraq no tenía armas de destrucción masiva y fue invadida. Por lo tanto para ellos tiene sentido adquirir estas armas para evitar un ataque similar. Si EEUU decidiera atacar Irán (o utilizara para ello los servicios de Israel), los ataques aéreos tendrían la envergadura de los primeros días de bombardeos contra Iraq en 2003. El objetivo serían las dos docenas de lugares nucleares sospechosos. Pero este ataque costaría la vida a muchos civiles inocentes.
Mientras EEUU habla de este "Estado demoníaco", en Iraq las fuerzas estadounidenses y sus vasallos continúan su campaña asesina. Cientos de miles de civiles inocentes han sido asesinados por las fuerzas de ocupación. Decenas de miles arrestados, encarcelados y torturados hasta la muerte.
Igualmente, mientras Israel es presentado por los medios de comunicación como la "única democracia en Oriente Medio", continúa saqueando la tierra palestina contraviniendo todas las leyes internacionales y resoluciones de la ONU. Dos millones de residentes palestinos en Cisjordania tienen prohibida la entrada a gran parte de la misma Cisjordania. Al mismo tiempo, los soldados israelíes utilizan la fuerza brutal para asesinar y mutilar a palestinos.
El significado del Acuerdo de la Meca para abrir un nuevo proceso de negociación para el establecimiento de un estado palestino, adquiere ahora un contorno claro. Es un intento de conseguir que los estados árabes "moderados" participen en la preparación de la guerra contra Irán. Este acuerdo no resolverá la cuestión de la ocupación y la opresión del pueblo palestino, sino que servirá para aislar a Irán de los otros estados árabes, extendiendo nuevas ilusiones sobre la paz entre israelíes y palestinos. El régimen Saudí está jugando un papel importante en esto. Teme el ascenso de Irán como potencia regional y busca algún tipo de acuerdo entre palestinos e israelíes, no para conseguir la paz en la región, sino para preparar la guerra.
El interés de la clase obrera internacional es derrotar los planes de guerra contra Irán. Porque no servirían a los intereses de los trabajadores de ningún país. En particular provocaría una terrible destrucción y sufrimiento al pueblo iraní. Consumiría unos recursos enormes, tanto materiales como humanos, por parte de los países agresores, aumentando el sufrimiento de los trabajadores en estos países.
Una vez comience el ataque sería muy difícil limitar la llamada "operación quirúrgica". Se podría escalar. En estas circunstancias los intereses de los trabajadores en cualquier parte del mundo sería que los imperialistas y sus lacayos sean derrotados.
Al mismo tiempo afirmamos que un gobierno fundamentalista islámico y reaccionario como el de Irán no puede enfrentar exitosamente esta agresión. No armará a su propio pueblo por miedo a que mañana éste vuelva sus armas contra la dictadura de los "mullahs", y no expropiará el capital imperialista, para disuadir la agresión, porque anhela la esperanza de ganar el apoyo del algún sector del imperialismo. Sólo un gobierno obrero, con el apoyo de las masas oprimidas iraníes, estaría en condiciones de enfrentar valerosamente al imperialismo y encontrar la solidaridad de los trabajadores y campesinos pobres del mundo árabe, América Latina, Europa y EEUU.