Si estás a favor de la paz, luchá por el socialismo
Cuando este periódico salga a la luz el gobierno de los Estados Unidos, probablemente, ya habrá iniciado la guerra contra Irak. En nombre de la "libertad" y de la "democracia", nuevamente los imperialistas organizan una masacre contra el pueblo irakí. La excusa, esta vez, es que el régimen de Sadam Hussein posee armas de destrucción masiva (bacteriológicas, químicas y nucleares), y de que tiene vínculos directos con Al Qaeda; por lo que la seguridad de EEUU y del mundo entero está en peligro. Sin embargo, ninguna de estas acusaciones ha sido realmente probada y cuando Irak terminó aceptando todas las condiciones impuestas por la ONU y las diferentes potencias imperialistas, EEUU dejó bien claro que no lo aceptaba. Su objetivo real es el derrocamiento del régimen de Sadam Hussein y el establecimiento de un gobierno títere del imperialismo americano en la zona para controlar y apropiarse directamente de las reservas de petróleo de Irak, las segundas reservas más grandes del mundo después de Arabia Saudita.
En realidad, el mayor peligro para la paz mundial son el imperialismo norteamericano y sus secuaces, que organizaron las cuatro grandes guerras regionales habidas en los últimos 12 años (contra Irak en 1991, contra Yugoslavia en 1999, contra Afganistán en el 2001 y, de nuevo, contra Irak en el 2003). Los imperialistas estadounidenses y sus aliados son poseedores de todas las armas de destrucción masiva inimaginables destinadas a ser utilizadas contra los paises más pobres o contra quien intente desafiar su política y su dominio. Ellos representan, pues, la peor amenaza para la paz mundial y para todos aquellos que aspiran a vivir en un mundo sin guerras, explotación y opresión.
Una guerra imperialista
Estamos ante una nueva guerra imperialista, una clásica guerra de rapiña por el control de nuevos mercados y por el control de las materias primas, en este caso el petróleo. De hecho, el Gobierno de Bush no tuvo la menor delicadeza en explicar que quiénes no lo apoyen se quedarán fuera del reparto futuro del petróleo. De ahí las "diferencias" que surgieron con Alemania, Francia y Rusia, que habían alcanzado acuerdos secretos con Irak para la explotación del mismo, y ahora la guerra les viene a estropear el negociado, porque EEUU quiere quedarse con la mayor parte de los campos petrolíferos. Estos son los verdaderos intereses de los diferentes imperialismos, nada más lejos de la preocupación por la existencia de una dictadura en Irak y el establecimiento de un régimen democrático (como dice el gobierno estadounidense), o la preocupación sobre las desastres humanitarios provocados por la guerra (excusas de los imperialismos francés, alemán y ruso).
Los socialistas revolucionarios de El Militante nos oponemos a la guerra imperialista, tanto si es lanzada en solitario por EEUU como si hub iera sido amparada por la ONU, un organismo en manos del imperialismo, que permitió y justificó los bombardeos a pueblos enteros como el yugoslavo, el afgano o el irakí en 1991, y que mantiene aún un embargo criminal contra Irak cuyas consecuencias no sufre Hussein, ni la camarilla que lo rodea, sino que paga con muertos y miseria el pueblo irakí (alrededor de un millón de chicos muertos, aumento de los casos de cáncer provocados por el uranio empobrecido utilizado en los bombardeos durante la guerra anterior, carencia de medicamentos básicos, etc.). Mientras, esa misma ONU hace oídos sordos y mira para otro lado ante los incumplimientos de las resoluciones de la ONU por parte del Estado Israelí, que es la primera potencia militar en la zona, armada y financiada por EEUU, que expulsó a millones de palestinos de sus tierras, practica el terrorismo de estado contra civiles indefensos y es un destacado poseedor de esas mismas armas de destrucción masiva por las que ahora se acusa a Irak.
Es verdad que el régimen de Sadam Hussein es una dictadura brutal, pero conviene recordar que Hussein fue apoyado y financiado por los EEUU durante la guerra contra Irán en la que murieron un millón de personas y entonces era igual de dictador que ahora. Si Hussein tuvo alguna vez armas de destrucción masiva les fueron suministradas por los imperialistas americanos y británicos, cuando Hussein en la década de los 80"s actuaba como agente suyo en la zona. En todo caso,la tarea de acabar con el régimen de Sadam Hussein debe ser obra de las masas irakíes y de nadie más.
La única salida para el pueblo irakí es la lucha conciente y organizada para sacudirse la opresión imperialista, al mismo tiempo que luchan por terminar con el régimen dictatorial que sufren, sea el de Hussein o cualquier otro régimen títere y reaccionario que quieran imponer los EEUU con esta guerra. Pero esta lucha sólo puede tener éxito acabando con el sistema económico que los sustenta: el capitalismo, y emprendiendo la lucha por la transformación socialista de la sociedad. Por la conquista de un gobierno de los trabajadores y de los oprimidos, en el que los recursos económicos estén en manos del pueblo y sean utilizados para cubrir las necesidades sociales de la mayoría y no para el beneficio de los poderosos y las multinacionales.
La clase obrera y la juventud contra la guerra imperialista en todo el mundo
La impresionante respuesta popular en todo el mundo a los planes sangrientos de los imperialistas, que se expresó en las maravillosas manifestaciones y marchas de los pasados 15 de febrero y 15 de marzo, no tienen precedentes en la historia. Ni siquiera durante la guerra del Vietnam la protesta mundial alcanzó tal nivel de masividad. Decenas de millones de personas en todo el mundo han dejado claro su rechazo a esta guerra imperialista. Esto es fundamental, porque el único factor que puede desbaratar los planes del imperialismo estadounidense es un fuerte movimiento de la clase obrera a escala internacional y particularmente en EEUU, como ocurrió durante la guerra del Vietnam. Estamos en un momento crucial en el que hay que avanzar en la lucha contra la guerra dando un paso más contundente, con una intervención más decidida del movimiento obrero. Los maquinistas de Escocia (Gran Bretaña) han anunciado su negativa al transporte de material militar para la guerra, recientemente el sindicato de Transporte de la CGIL italiana ha decidido hacer lo mismo en Italia, también el sindicato del Metal de la CGIL ha anunciado huelga general del sector el día que empiece la guerra. En España, aunque testimonialmente, los sindicatos obreros convocaron a un paro de 15 minutos el pasado 14 de marzo acatado por 5 millones de trabajadores . Ese es el camino que hay que seguir.
En Argentina, los dirigentes de la CGT y la CTA no han planteado ninguna medida de fuerza contra la guerra. Los primeros están comprometidos con la política de "paz social" con el gobierno Duhalde y los segundos se limitaron a participar en las marchas organizadas contra la guerra. Pero esto es insuficiente. Hay que tener en cuenta, además, que con la excusa de la guerra y la previsible subida de las naftas que la acompañen los capitalistas querrán cargar sobre los hombros de las familias trabajadoras la crisis económica, de la que los trabajadores no somos en absoluto responsables. Por eso, los activistas sindicales en las empresas y en las Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados deberían plantear la votación de resoluciones en asambleas de trabajadores exigiendo a las conducciones sindicales la adopción de medidas más audaces para oponerse a la guerra.
Capitalismo significa guerra
Una cosa, no obstante, está absolutamente clara: esta guerra no sirve a los intereses de nadie, excepto a los imperialistas y las grandes corporaciones del petróleo que se ocultan detrás de la Casa Blanca, que además se están llenando los bolsillos con la suba de los precios del petróleo.
Todo verdadero socialista, todo obrero y sindicalista con conciencia de clase, todo joven que quiere luchar por un mundo mejor debe unirse a la lucha más activa y militante contra esta injusta guerra imperialista. Hay que impulsar la formación de comités contra la guerra en barrios, centros de estudio y de trabajo y animar a la participación de los jóvenes y familias trabajadoras en todas las marchas y actos que se organicen. En concreto, hay que organizar manifestaciones en todas las plazas para el mismo día que comiencen los bombardeos.
El capitalismo significa Guerra. La lucha contra la guerra debe estar ligada a la lucha para cambiar la sociedad en Oriente Medio, Argentina y en todo el mundo. Sólo acabando con el capitalismo e implementando un plan socialista de producción pueden resolverse los problemas que enfrentan las familias trabajadoras. Los socialistas revolucionarios de EL MILITANTE estamos comprometidos para luchar por ese nuevo mundo.
¡NI UN SOLO SOLDADO, NI UNA BALA, NI UN CENTAVO PARA ESTA GUERRA!
¡SI ESTÁS POR LA PAZ, LUCHÁ POR EL SOCIALISMO!
¡UNÍTE A LOS SOCIALISTAS DE EL MILITANTE!