En los últimos meses existen fuertes versiones de instalar dos puertos sojeros en la ciudad. Baigorria tiene 45.000 habitantes, la primera ciudad del cordón industrial del norte de Rosario. En los últimos años ha recibido un nutrido contingente de trabajadores procedentes de Rosario, por el ascendente crecimiento poblacional
Granadero Baigorria
En los últimos meses existen fuertes versiones de instalar dos puertos sojeros en la ciudad. Baigorria tiene 45.000 habitantes, la primera ciudad del cordón industrial del norte de Rosario. En los últimos años ha recibido un nutrido contingente de trabajadores procedentes de Rosario, por el ascendente crecimiento poblacional.
Baigorria sigue siendo una ciudad que no pudo discutir y aprobar un plan regulador, dicho de otro modo ¿Qué tipo de ciudad quiere ser? Lo que es verdad es que los trabajadores y sectores medios quieren una ciudad que no coincide con las pretensiones de los políticos de turno en el Consejo Deliberante o en el municipio, ambos defienden los intereses de las empresas multinacionales.
El cordón industrial norte se recuesta sobre el Río Paraná, por lo tanto con salida al Río de la Plata. Esta es la vía fluvial por excelencia para barcos de gran porte para la exportación de los granos que se cosechan en el interior del país.
La ruta sojera supone el abaratamiento de los fletes para las multinacionales, que se enriquecen a costa de la degradación del suelo (por la cosecha indiscriminada de la soja) y la contaminación del medio ambiente. La ruta sojera implica que ciudades, que hasta hace poco tiempo disponían de una relativa salud en relación a la contaminación; hoy, como el caso de Baigorria, estén en peligro.
En este marco, los vecinos de algunos barrios de la ciudad han decidido autoconvocarse junto a las vecinales en defensa del medio ambiente y contra los pesticidas de los camiones que, junto a los puertos y almacenes, contaminan el agua, aire y la tierra de la zona. Por ejemplo, en la ciudad de San Lorenzo en la zona del ACA, los vecinos sufren el paso de unos 1500 camiones diarios, que despiden clorados y fosforados. Esto significa directamente el envenenamiento de la sangre.
Por eso debemos profundizar el camino iniciado de autoconvocatoria junto a vecinales, desconfiando de los politiqueros mentirosos y arribistas. Confiando en nuestra fuerza y organización para frenar el avance de los intereses económicos de las multinacionales por encima de la salud de los trabajadores y la población en general.
El capitalismo es enemigo inmanente del medio ambiente. Sólo quedan reservas en el camino de la salud en las manos de los trabajadores.
