A sólo unos días de las elecciones presidenciales del 2 de julio, la posibilidad de que la izquierda (PRD), encabezada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), gane dicha contienda es enorme. No obstante, la derecha (PAN) ya dejó entrever que no estádispuesta a dejar el poder y que, si es preciso, terminará imponiéndose por medio del fraude electoral
Por un gobierno del PRD con un programa socialista
A sólo unos días de las elecciones presidenciales del 2 de julio, la posibilidad de que la izquierda (PRD), encabezada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), gane dicha contienda es enorme. No obstante, la derecha (PAN) ya dejó entrever que no está dispuesta a dejar el poder y que, si es preciso, terminará imponiéndose por medio del fraude electoral.
La amenaza de fraude electoral
Son varios los factores que han puesto al PRD y a AMLO como una importante alternativa electoral, entre ellos la política que aplicó durante su mandato al frente del gobierno de la Capital con una serie de medidas sociales que, aunque moderadas, se presentan muy superiores a las lanzadas por los dos partidos burgueses, PRI y PAN, en las últimas décadas, que hundieron en la miseria a la mayor parte de la población del país.
Esta experiencia pero, especialmente, la búsqueda entre las masas de una alternativa distinta, fue lo que llevó a AMLO a tener los índices de simpatía más altos en muchos años de nuestra historia.
Desde su paso por el gobierno capitalino, AMLO tuvo que padecer toda clase de ataques tratando de descarrilarlo como alternativa electoral. Pero ya iniciada la contienda electoral, éstos se recrudecieron en una multimillonaria campaña mediática con toda clase de calumnias para tratar de opacar su imagen y promover el voto del miedo acusando a AMLO y a su propuesta política de un "peligro para México".
Ante la grave amenaza de fraude electoral, es indudable que solamente con las masas en la calle podrán impedirlo o revertirlo. Por eso, lo que en estos momentos tendrían que estar haciendo el PRD y AMLO es llamando a formar comités en defensa del voto a lo largo de todo el país, comités que además sirvan para aglutinar a los trabajadores y a los campesinos para movilizarlos para, si fuera el caso, revertir el fraude.
Pero además, en estos momentos, se viven otros acontecimientos de especial relevancia en la lucha de clases de este país. Nos referimos a la lucha del magisterio, en particular la de los profesores de Oaxaca que enfrentan el ataque represivo del gobierno priista de ese Estado. También hablamos de la lucha de los mineros por defender su sindicato, lucha que se ha trasformado en el conflicto laboral mas grave que ha enfrentado el gobierno de Fox. Todo ello sin olvidar la bestial represión sufrida recientemente por los campesinos de San Salvador Atenco.
Ante todos estos acontecimientos AMLO debería tener una postura mas clara y mas firme, pronunciándose a favor de las demandas del magisterio, exigiendo la libertad de los presos políticos de Atenco y llamando a la huelga general que más de 200 sindicatos han convocado para el día 28 de junio, en solidaridad con la lucha minera. Esta política apuntalaría en mucho a AMLO, obstaculizando los planes de fraude electoral ante el temor de la burguesía de que, tras la huelga y el ambiente creado, sus maniobras desencadenen luchas que puedan salirse de toda clase de control.
Para la burguesía, dada la enorme polarización social y el impulso de las masas demostrado en los últimos años, el arribo de la izquierda al poder representa muchos riegos, máxime cuando su otra opción electoral, el PRI, se está derramando como una castillo de naipes.
Un programa socialista
No obstante esto, otro elemento que ha provocado mucha confusión y que afecta a AMLO es la abrumadora irrupción al PRD de ex-priistas y ex-panistas que fueron postulados a diferentes cargos de elección popular. Pero este fenómeno es el reflejo mas claro de la política defendida por el PRD, la cual no va a la esencia de los problemas al no cuestionar a la propiedad privada sobre los principales medios de producción, como la fuente de donde brotan los problemas de miseria y desempleo que se viven en el país. Una plataforma política que planteara la nacionalización de los bancos, la industria, los monopolios, etcétera, conectaría inmediatamente con los sectores más avanzados del movimiento y arrastrarían al resto de capas de la población oprimida tras de sí dándole un giro a la situación de 360 grados.
De ahí que, para neutralizar el fraude, en mucho dependerá del despliegue que hagan las masas para que el día de las elecciones se defienda el voto uno a uno. Y si finalmente, gracias a la compra del voto y a la manipulación de las cifras, Calderón (candidato del PAN) resultara "favorecido", el fraude sólo podrá ser revertido con las masas en las calles. AMLO y el PRD deben tomar medidas en ese sentido, si convocan a luchar contra el fraude electoral la respuesta popular será masiva y contundente.
