MUJERES MUERTAS EN GUATEMALA: FRENEMOS EL HORROR CAPITALISTA

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La situación en la frontera con México es similar a la de Ciudad Juárez, centenares de mujeres centroamericanas migrantes son asesinadas en la frontera por mareros y corrupción fronteriza. Las maras, cada día son más sofisticadas con presupuesto de los cárteles de droga nacionales e internacionales. La frontera México-Guatemala es tierra de monopolios del narcotráfico mundial, de trata de blancas que con facilidad son llevadas a trabajar como prostitutas ante la falta de alternativa, la extorsión den de ser denunciadas y las amenazas de muerte, del tráfico de personas y niños para el mercado negro de la adopción y tráfico de órganos El 25 de noviembre se conmemoró el “Día internacional de la no-violencia hacia las mujeres”, en Guatemala, con la sangrienta atmósfera que el capitalismo ha creado para las guatemaltecas. Entre enero y mediados de noviembre de este año han sido asesinadas, según cifras oficiales, 556 mujeres en Guatemala. Cada mañana los diarios hacen un recuento de las víctimas del día anterior, en números, porque en muchos de los casos no pueden identificarse los cadáveres desfigurados por mutilaciones, golpes y cuchilladas.

En la siguiente tabla puede observarse el aumento de víctimas del año 2000 a la fecha:

2000 – 60
2001 – 303
2002 – 317
2003 – 383
2004 – 527
2005 – 556

Significa que, en promedio, diariamente más de una mujer es asesinada en las calles de Guatemala, con violencia cada vez más recrudecida; 56% de las muertas tiene entre 2 y 30 años. A los asesinatos, debe sumarse las muertes por SIDA, drogadicción, suicidio y el secuestro y tráfico de bebés. 48 horas deben esperarse para reportar a una persona desaparecida. En la primera semana de noviembre mataron a 60 personas, la mayoría de ellas en la capital, sólo el 9% de los casos son investigados, 40% de ellos se archivan automáticamente. La violencia la sufren los trabajadores que viajan en autobuses, las mujeres que salen tarde de sus empleos, las estudiantes que viajan de noche a sus casas, no los ricos. No es “limpieza social” como algunos argumentan: se llama capitalismo, a cuya sombra se cometen las más crueles injusticias.

La situación en la frontera con México es similar a la de Ciudad Juárez, centenares de mujeres centroamericanas migrantes son asesinadas en la frontera por mareros y corrupción fronteriza. Las maras, cada día son más sofisticadas con presupuesto de los cárteles de droga nacionales e internacionales. La frontera México-Guatemala es tierra de monopolios del narcotráfico mundial, de trata de blancas que con facilidad son llevadas a trabajar como prostitutas ante la falta de alternativa, la extorsión de ser denunciadas y las amenazas de muerte, del tráfico de personas y niños para el mercado negro de la adopción y tráfico de órganos.

Los oídos sordos de la burguesía

La desconfianza en las autoridades, muchas veces involucradas en los crímenes, hace que no se denuncien buena parte de los casos. A la Policía Nacional Civil (PNC) le resulta fácil culpar a las maras en un 80%, convincente les parece catalogar de delincuente a la víctima si tiene tatuajes. Es frecuente que a los familiares les digan que sus hijas eran unas “cualquieras” o que estaban involucradas con algún marero. Si la víctima conocía al asesino se archiva como “problemas personales” y rara vez se examinan los cuerpos para determinar la evidente violación y encontrar algún rastro del culpable. Testigos han reportado autos y casas lujosos donde vieron llevar golpeadas a las mujeres, pero la policía no hace nada. Este año se creó una sección en la PNC para homicidios de mujeres, una pequeña oficina que se limita a labores de archivo.

En 2004 las relatoras sobre violencia contra la mujer de la OEA y de la ONU, fueron a Guatemala a decir lo que todos ya sabíamos: no se considera que todos los casos tengan que ver con las maras, las mujeres no eran prostitutas más que en un mínimo porcentaje y las leyes al respecto de las mujeres son ridículas, tanto como que ¡los violadores de menores son liberados si se casan con la víctima!

Nuestra alternativa es la lucha por una vida digna

Las trabajadoras guatemaltecas sufren violencia derivada del machismo y de la hipocresía de la moral burguesa. Todos los miembros de una familia tienen que trabajar para sobrevivir, muchos emigran a México y Estados Unidos, lo mismo que en otros países centroamericanos, en busca de empleo. Las mujeres del mundo sufren la doble explotación del trabajo y el hogar debido a la carencia de leyes que defiendan su salud, maternidad, servicios de guardería, lavandería y comedores para que su vida pueda pertenecerles. En Guatemala existe un alto grado de racismo hacia indígenas y mujeres, ellos se han agrupado separadamente para defender sus derechos culturales, de género y laborales en el caso de las empleadas de maquila que son en un 90% mujeres, estas luchas han rendido frutos lentamente pero no pasarán de algunas migajas si no se agrupan para luchar contra el gobierno de Berger y la burguesía guatemalteca.

Ni mujeres, niños, homosexuales, indígenas, migrantes, jóvenes ni ningún trabajador tienen una alternativa para mejorar sus vidas si no es juntos y organizados contra el sistema social que los oprime. La inseguridad que ahora viven las mujeres en Guatemala es alarmante a nivel mundial; para comparar solamente: las muertas de Ciudad Juárez, son en cifras oficiales 500 en 10 años mientras que en 5 años en Guatemala han sido ¡2 mil 146 muertas! Las cifras que se reportan son conservadoras porque no siempre se hace una denuncia formal, hay mujeres muertas por haber presenciado otro asesinato o haber denunciado acoso sexual anteriormente. Las cifras en Guatemala y en Cuidad Juárez podrían triplicarse tomando en cuenta estos factores.

Debemos exigir que se investigue el asesinato de los trabajadores, organizar la autodefensa en las colonias y barrios, que se legislen los derechos de las mujeres. Quienes matan a las mujeres no son simplemente hombres, sino el capitalismo y la barbarie que genera. Nuestra lucha no es de género, nuestros enemigos no son los hombres sino el sistema social que no brinda alternativas políticas y sociales a las masas, el mismo que enriquece a unos pocos a costa del trabajo de la mayoría de los pobres en el mundo, el mismo que avala la riqueza del narcotráfico a costa de la muerte y degradación de la juventud. Al capitalismo no le preocupa nuestra seguridad porque de eso llena sus bolsillos. Frenemos las muertes de nuestras compañeras luchando contra el capitalismo de manera organizada.