Desde la Corriente Socialista Militante (Sección Argentina de la Corriente Marxista Internacional) adherimos y convocamos a participar de la movilización Convocada por la CGT este 7 de marzo.
Los trabajadores y la juventud necesitamos la más amplia unidad posible para derrotar a este gobierno del ajuste, que conduce la economía hacia una verdadera calamidad para las clases populares, intentando imponer la agenda de la burguesía y los CEOs.
Es por eso que debemos llenar las calles como una muestra de fuerza masiva que ayude a golpear al macrismo y a su amplio espectro de aliados políticos parlamentarios que han mantenido la gobernabilidad y las instituciones capitalistas.
Debemos movilizarnos para impulsar las luchas de los trabajadores de AGR-Clarín, para impulsar la lucha de los docentes, junto a todas las luchas en curso que atraviesan todo el país.
Con la economía en caída libre, este gobierno no hace más que llevar adelante las exigencias de los capitalistas, es decir, bajar el salario real de los trabajadores, destruir los convenios colectivos. Algo que, por cierto, no es un fenómeno local sino una constante en el mundo entero en el marco de la crisis capitalista mundial que ha puesto a la clase obrera bajo ataque en un país tras otro.
Lo que se ve en el mundo no es otra cosa que ajuste, más ajuste y represión. Argentina no es la excepción.
Por eso, planteamos la necesidad de participar de esta movilización como manera de ir articulando y jalonando un escalón más hacia la perspectiva de la derrota política de este gobierno.
Ahora bien, es cierto que la participación en una movilización no depende de si ésta es convocada por burócratas más malos o más buenos, sino de aquellos objetivos políticos que persigue. Y si bien es claro, que esta movilización busca desde las bases golpear al gobierno de CAMBIEMOS, debemos analizar el papel de la dirección sindical cegetista.
Por un lado, el triunvirato de líderes de la CGT, integrado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña convoca a esta movilización ante la constante presión que reciben desde abajo, en los lugares de trabajo y fabricas, a través de las comisiones internas y cuerpos de delegados que sufren la presión por los despidos, atropellos y suspensiones día a día.
La conducta de los jefes sindicales no deja dudas, ya que sostienen, desde la asunción en diciembre 2015 a hoy, a un gobierno cada vez más impopular. Sólo basta ver la actitud de desgaste que tuvieron con el anterior gobierno, decretando más de quince paros, tan sólo por ganancias, con el visto bueno de las grandes patronales; acerándose más a un lock-out patronal que a un paro obrero.
En cambio, con este gobierno no han lanzado un sólo paro, y sólo amenazan diciendo que van a prometer uno ¡para fines de marzo!
Una parte de la burocracia sindical, como era de esperarse, busca contener a los trabajadores intentando maniatar las luchas obreras y asegurar sus negocios espurios.
El macrismo protege los intereses de la burocracia y la burocracia protege los intereses de la burguesía y del macrismo. Por lo tanto, ambos defienden, de una manera u otra, los intereses de la clase patronal.
Ante esta situación, nos parece que el objetivo del sindicalismo combativo, del sindicalismo anti burocrático y clasista debería ser trabajar dentro de las organizaciones sindicales de masas existentes, la CGT y la CTA, para tomar posiciones en las mismas y arrebatar a la burocracia el control de los sindicatos. La unidad del movimiento obrero argentino sólo podrá darse con la premisa de conquistar el apoyo de la mayoría de los trabajadores de los gremios más relevantes de la CGT, lo cual requiere un trabajo prolongado en el seno de esos gremios y en sus estructuras.
Así también, creemos que la Mesa de Unidad Sindical constituida por las dos CTA y la Corriente Federal debe convocar a asambleas, plenarios abiertos de trabajadores, activistas y militantes para ir generando espacio de debates, sea de la Central Obrera que sea. Esta es la única manera de ir generando una corriente por la base y los cuadros medios de todas las centrales y atraer a lo mejor del activismo para preparar una salida política sindical.
Asambleas que, en el marco de la más amplia democracia, debatan la necesidad del reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, que planteen que fábrica cerrada es fábrica tomada y puesta en funcionamiento bajo control obrero.
Es fundamental que los trabajadores discutamos que sólo avanzando sobre los intereses de empresarios, banqueros y terratenientes podremos satisfacer plenamente nuestras demandas.
La Argentina ha conocido en el pasado heroicas y bravas huelgas generales, que forjaron la conciencia de la clase obrera, es momento de retomar nuestras tradiciones de lucha y enfrentar abiertamente a los capitalistas y señalarlos como los principales enemigos de los trabajadores.
Desbordemos las calles este 7 de marzo como un primer paso que nos permita golpear al gobierno de Cambiemos, delimitando políticamente con la burocracia sindical, avanzando juntos en la construcción de un gran paro nacional y en la perspectiva de construir un Partido de Trabajadores.
La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.
Vamos por:
Ningún pacto social gobierno-CGT para frenar la lucha por el salario, los despidos y el empleo digno.
Salario promedio equivalente al costo de la canasta familiar.
Asambleas en empresas, fábricas, escuelas, universidades que defina democráticamente un plan de lucha.
Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, para así acabar con la desocupación. Por el cumplimiento efectivo e inmediato de la jornada laboral máxima de 8 hs y su reducción progresiva a 6 hs.
No al empleo precario. Efectivización inmediata de los trabajadores contratados y “en negro”.
No a la discriminación de la mujer trabajadora. A igual trabajo, igual salario.
Escala móvil precios-salarios. Indexación de los salarios con los precios de acuerdo a la inflación.
Jubilación con el 100% del salario.
Por las libertades democráticas, no a la judicialización de la protesta. Desprocesamiento y liberación de todos los luchadores populares encausados o presos. Libertad a Milagro Sala
Para nuestras organizaciones de masas:
Elección y revocabilidad inmediata de cualquier dirigente o cargo sindical por las bases.
Que ningún dirigente o cargo sindical perciba un sueldo superior al salario medio de un obrero calificado.
Que se abran los libros de contabilidad de cada sindicato a los afiliados.
Congresos anuales con delegados democráticamente elegidos por los afiliados.
Ante la crisis:
Por un plan de obras públicas que atienda las necesidades de vivienda e infraestructura y así dar trabajo a los desocupados.
Reestatización sin compensación de todas las empresas privatizadas, bajo control obrero.
Estatización sin compensación, y bajo control de los trabajadores, de todas las empresas que cierren o despidan trabajadores.
Desconocimiento de la Deuda externa.
Nacionalización y estatización de la Banca, monopolios, multinacionales y latifundios bajo el control de los trabajadores y sin compensación, para así planificar los recursos productivos en beneficio de la mayoría de la sociedad.
Sólo derrotando al capitalismo en todas sus variantes se podrá materializar este programa