Desde la Corriente Socialista El Militante calificamos esta nueva ley como un fraude. Se aplicarán aumentos mínimos que no toman ni los índices de suba de precios ni la suba real de los salarios, ampliándose la brecha que existe entre los ingresos de los obreros activos con los de los obreros jubilados.
El Congreso aprobará en unas semanas la ley que determinará la movilidad de las jubilaciones con los salarios. El gobierno trata así de salir al paso de la cascada de fallos judiciales que obligan al Estado a la actualización de las jubilaciones con los aumentos salariales otorgados desde el 2001.
Desde la Corriente Socialista El Militante siempre estuvimos a favor de la actualización automática de las jubilaciones con las subas salariales, para que las jubilaciones no pierdan poder adquisitivo y las subas salariales arrancadas a los patrones mediante la lucha redunden también en una mejora del nivel de vida de los obreros jubilados.
La movilidad, por detrás de precios y salarios
¿Pero, plantea esta ley una movilidad real de las jubilaciones que acompañe las subas salariales? Para nada.
Primero, porque toma como índices de medidas de subas salariales los proporcionados por el INDEC y el Ministerio de Trabajo (RITEP), que podrá dibujar el gobierno a su antojo.
Segundo, porque el proyecto de ley pone como condición para el ajuste que los ingresos de la Seguridad Social crezcan cada año. Si no lo hacen, o lo hace muy poco, no habrá ajuste de jubilaciones aunque suban los precios, o será ridículo.
Pero lo más relevante es que la suba de las jubilaciones se fijará a través de dos fórmulas matemáticas bastante complejas, que tienen el objetivo claro de tirar hacia abajo dicha suba.
Hecha la Ley, hecha la trampa
Según la primera fórmula, se computará como suba jubilatoria solamente la mitad de la suba salarial (si los salarios suben un 10%, las jubilaciones lo harían un 5%). A esto se añadiría la mitad del 90% del porcentaje que suban los ingresos de la Seguridad Social (si esta suba fuera de otro 8%, el 90% de la mitad sería 3,6%). De manera que la suba jubilatoria sería de un 8,6% (5% más 3,6%), tomando este ejemplo. Las jubilaciones se ajustarían semestralmente.
Pero la Ley incluye otra cláusula que dice que la fórmula anterior sólo se aplicará si la cifra resultante (en nuestro ejemplo, 8,6%) fuera menor o igual al porcentaje en que se incrementen los recursos del ANSES por jubilado.
Si fuera mayor, se aplicaría otra fórmula para calcular la movilidad jubilatoria, que sería el mismo porcentaje en que se incrementaran los recursos del ANSES por jubilado "amplificada en un 3%"; es decir, más el 3% de dicho porcentaje.
Así, si los recursos del ANSES por jubilado sólo crecen un 5% anual (menor al 8,6% de la primera fórmula), la movilidad jubilatoria sólo será un 5% más el 3% de ese porcentaje, que es 0,15%, en total: 5,15%, bastante menos que el 8,6% de la primera fórmula.
La arbitrariedad de este sistema de cálculo es manifiesta, y un fraude. Se aplique la fórmula que se aplique, la movilidad jubilatoria será sensiblemente menor a la suba de los salarios.
En nuestro ejemplo anterior, los salarios subieron un 10%, pero las jubilaciones sólo lo harían un 8,6% ó un miserable 5,15%.
Además de esto, también se comete un fraude con el cálculo de la Prestación Básica Universal (PBU), garantizada por el Estado para ambos sistemas, público y AFJP (privado), y que permanece en $200 desde 1998. El proyecto de ley la establece en $326, que resulta de sumar a los $200 el 63% que aumentaron las jubilaciones desde 1998.
Pero no se contempla actualizar la PBU con los aumentos salariales y de precios habidos desde entonces, que darían el doble de esa cifra.
Desde la Corriente Socialista El Militante calificamos esta nueva ley como un fraude. Se aplicarán aumentos mínimos que no toman ni los índices de suba de precios ni la suba real de los salarios, ampliándose la brecha que existe entre los ingresos de los obreros activos con los de los obreros que, por estar jubilados o por enfermedad, no pueden trabajar más, degradándose sus condiciones de vida pese a que sus necesidades vitales siguen siendo las mismas que cuando trabajaban.
Los sindicatos deben oponerse
Es lamentable que los dirigentes de la CGT y la CTA, Moyano y Yasky, le hayan dado su aval a este proyecto de ley, pese a que inicialmente se mostraron críticos contra el mismo.
Desde la Corriente Socialista El Militante rechazamos esta ley y planteamos nuestra alternativa que pasa por:
