274 mineros han sido declarados muertos* y hasta un centenar están aún atrapados bajo tierra después de una explosión en una mina de carbón de Turquía, en la ciudad occidental de Soma. El accidente revela la despiadada explotación y la desigualdad extrema que hay detrás del crecimiento económico de la última década.
[Al parecer, la cifra ya ha subido a 282 y, según pasan las horas, se evaporan las esperanzas de encontrar con vida al centenar aproximado de mineros encerrados en la mina, NdT]
Toda Turquía está de luto mientras las imágenes de cientos de mineros fallecidos, que están siendo sacados de los pozos de las minas, se transmiten por todo el país. Los equipos de rescate trabajaron durante la noche, mientras cientos de personas se habían reunido fuera del pozo, algunos llorando descontroladamente o de rodillas y sollozando y otros simplemente mirando con incredulidad. Uno de los supervivientes al que se llevaban en ambulancia, humildemente preguntó si debía quitarse los zapatos o no.
El accidente parece haber sido provocado por un transformador averiado que explotó, cortando así los cables de electricidad por lo que la fuente de alimentación falló, cerrando el sistema de ventilación. Debido a la falta de electricidad, las luces y los ascensores en la mina no podían funcionar, haciendo los esfuerzos de rescate aún más difíciles. La explosión también provocó un incendio que agravó aún más la situación.
A lo largo del día los equipos de rescate estuvieron bombeando oxígeno a los pozos. Pero el carbón recién expuesto tiende a absorber el oxígeno – algo que deja pocas esperanzas para los mineros restantes, que se encuentran atrapados en la mina. La difusión de los gases tóxicos del fuego también retrasó las operaciones de rescate. La explosión golpeó la mina en un momento en que los trabajadores se estaban preparando para un cambio de turno, elevando el número de víctimas porque había más mineros dentro de la mina de lo habitual.
El miércoles por la mañana, 18 horas después de la explosión, el fuego seguía ardiendo dentro de la mina. Este es el peor accidente minero que Turquía ha experimentado jamás.
Desprecio hacia la seguridad
El primer ministro Recep Tayyip Erdogan ha cancelado todos sus compromisos anteriores y pidió un período de luto de 3 días. Sin embargo, su hipocresía es evidente para todos los turcos. Hace sólo dos semanas, el AKP rechazó una moción presentada por el opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP) ante el Parlamento turco para investigar los accidentes laborales en las minas de Soma.
La moción decía:
“Exigimos una investigación de todos los accidentes mineros en Soma, para descubrir las razones y los responsables de las muertes en los accidentes, y encontrar soluciones permanentes que prevengan una repetición de estos casos, y para medir la suficiente aplicación de la ley por parte de estas entidades y su auditoria”.
Hablando en el Parlamento el 29 de abril, un diputado de la oposición, perteneciente al partido republicano MHP, de derechas, dijo que “unos 5.000 accidentes laborales tuvieron lugar en la región de Soma en 2013. El 90% de éstos se dieron en las minas. La mayoría de ellos eran quemaduras, pero los hospitales de la zona no tienen las unidades de quemados necesarias.”
“Los trabajadores mueren un promedio de 8,5 veces más en Turquía que en la Unión Europea. Hubo 880.000 accidentes laborales entre 2002 y 2013, y 13.442 trabajadores murieron en estos accidentes. En 2002, 872 trabajadores perdieron la vida en accidentes laborales, mientras que la cifra correspondiente para el año 2013 fue de 1.235 trabajadores.”
El AKP en el gobierno rechazó estas cifras con uno de sus diputados declarando que las minas de Soma eran las más seguras del país. Sin embargo, también señaló que los accidentes ocurren debido a la “naturaleza de la profesión “. Sobre esta base, la resolución del CHP fue rechazada en el Parlamento el 29 de abril.
Una explotación implacable
Muchos trabajadores de Soma pueden confirmar la naturaleza insegura del trabajo en las minas. Un superviviente del accidente, que culpó a las condiciones de trabajo inseguras de la mina, dijo:
“Esto no es algo que sucedió de pronto. Les puedo decir que hay personas aquí que están muriendo, gente que se lesiona y todo es por el dinero. La gente está muriendo y no hay nada que podamos hacer al respecto. Nos mandan aquí, como corderos al matadero. No estamos seguros haciendo este trabajo”.
Otros trabajadores alegaron que las cifras de mortalidad reales eran mucho más altas debido a que el número de trabajadores eventuales que trabajan en las minas no fue revelado.
La mina de Soma fue privatizada en 2005 y vendida a un aliado cercano al AKP en el gobierno. Además de cualquier conexión indirecta, Melike Doğru, la esposa del director general de la empresa en Soma, Ramazan Doğru, fue ella misma elegida como miembro del gobierno municipal de Soma por el AKP. Desde la privatización de la minería en el país los accidentes de trabajo han aumentado de forma espectacular.
El presidente del Sindicato Turco de Prospección y Empresas Mineras, Tayfun Görgün, declaró que:
“Tan pronto como se privatizaron las minas, los accidentes comenzaron a aumentar de manera espectacular debido a que la subcontratación se ha convertido gradualmente en una política de Estado. La gente empezó a trabajar en las minas por salarios muy bajos, y también de forma ilegal. Se ha hecho caso omiso de la protección en el trabajo. Las medidas de seguridad se han dejado a un lado con el fin de reducir los costos. Los inspectores comenzaron a pasar por alto las deficiencias. El único objetivo es hacer más dinero. Estos no son accidentes, sino asesinatos, de los cuales todos son responsables incluyendo a los inspectores, ministros y el primer ministro.”
Esto se reflejó en una reciente entrevista con Alp Gürkan, el propietario del conglomerado Soma Holding, para el periódico Hürriyet. Se jactaba de cómo su compañía había logrado reducir el costo de la minería del carbón desde los 130 –140$ por tonelada a sólo 23,8$ “gracias a los métodos de funcionamiento del sector privado”.
Soma Holding es uno de los mayores productores de carbón de Turquía con 5,5 millones de toneladas de producción anual. En la entrevista antes mencionada, Gürkan dijo que la compañía había comenzado a crecer sobre todo después de la decisión del gobierno turco de cambiar la forma en que se calculaban las regalías. stá claro que los mineros que están muriendo hoy están pagando el precio de los programas de privatización del AKP.
Entre las víctimas se encuentra Kemal Yildiz, un adolecente de 15 años de edad. Las recientes regulaciones en materia de educación introducidas por el gobierno del AKP abrió el camino al trabajo infantil. La edad mínima para trabajar se redujo a 14 años, y 16 años en las industrias pesadas. De acuerdo con un informe del Consejo de Salud y Seguridad en el Trabajo de Estambul, al menos 1.203 trabajadores murieron en “accidentes laborales” en Turquía, de los cuales 55 eran niños.
“Son cosas que pasan”
Sin embargo, Erdogan no se ha mostrado muy propicio a pedir disculpas. Al salir de una victoria electoral, el cada vez más antidemocrático Primer Ministro parece verse sí mismo como invencible. Su arrogancia fue manifiesta durante esta tragedia.
En una situación surrealista durante su visita a Soma, cuando le preguntaron a Erdogan por las malas condiciones de trabajo en las minas de Turquía, comenzó a enumerar los accidentes mineros en los países avanzados:
“He revisado la historia británica. Unas 204 personas murieron tras el hundimiento de una mina en 1838. En 1866, 361 mineros murieron en Gran Bretaña. En otra explosión en 1894, 290 personas murieron allí… Miren a [los Estados Unidos de] América con toda su tecnología y demás … En 1907, 361 [mineros murieron allí]. Estas son cosas habituales.”
También citó ejemplos de accidentes mineros de principios del siglo XX en Francia y Japón. Y sobre China, dijo: “En 1942, 1.549 mineros murieron en China debido a una mezcla de gas y carbón.”
Erdogan prometió que el gobierno investigaría el accidente a fondo, pero hizo hincapié en que la mina de Soma, en contraste con muchas otras, era una de las más seguras de Turquía.
Mostrando un total desprecio por la vida de los trabajadores – como si estuviera hablando de que una herramienta pueda romperse – también añadió:
“No hay que interpretar este incidente como algo que no va a ocurrir en las minas de carbón. Estas cosas pasan.”
Aquí vemos la verdadera actitud de los capitalistas que sólo ven a los trabajadores como una herramienta más que se puede romper, pero que es fácilmente reemplazable. Para ellos, los trabajadores no son más que agregados a las máquinas en las minas y en las fábricas. Sin embargo, parecen olvidar que mientras que ellos mismos no tienen ningún papel productivo en absoluto, es la clase obrera la que produce la riqueza y mueve la sociedad. Sin los trabajadores ¡ni una sola bombilla se encendería! En realidad es de los propios capitalistas de los que se puede prescindir, sin ningún tipo de consecuencias negativas para la sociedad. Las acciones del AKP están demostrando este mismo punto al conjunto de la sociedad turca.
Indignación
El accidente en la mina y el intento arrogante del gobierno del AKP de encubrir a sus amigos capitalistas, ha dado lugar a la indignación en toda Turquía. Los manifestantes se congregaron espontáneamente en todo el país para denunciar la actitud cínica de Soma Holding y del AKP.
Todo el día de ayer el hashtag # kazadegilcinayet, que se traduce como “es un asesinato, no un accidente” ha sido un trending en Twitter. En Estambul la policía antidisturbios bloqueó el área alrededor del parque Gezi y la plaza Taksim. Sin embargo, miles de personas siguieron saliendo a la calle. Grandes protestas también tuvieron lugar en Ankara, Soma, Izmir, Diyarbakir en el este y en otros lugares. La policía antidisturbios, con cañones de agua, también fue enviada a defender las oficinas de Soma Holdings donde los manifestantes se reunieron para cantar “asesinos”.
A las afueras de las oficinas los manifestantes pintaron consignas como: “Este edificio se ha levantado con la sangre de los trabajadores” y “Ellos no murieron de forma hermosa [como el ministro de Trabajo declaró con respecto a otro accidente en la minería]. Esto es un asesinato, no cosa del destino”. En Ankara la policía lanzó gases lacrimógenos y usó cañones de agua contra 800 manifestantes que marchaban desde una universidad hasta el Ministerio de Energía para protestar. Las protestas continuaron durante todo el día.
En la ciudad de Soma el estado de ánimo pasó del dolor a la ira cuando Erdogan llegó a la ciudad. 3.500 policías y gendarmes habían sido desplegados para defender a Erdogan de la multitud enojada.
La ira alcanzó tal nivel, que Erdogan tuvo que buscar refugio en un supermercado (ver video de al lado) hasta que las cosas se hubieran calmado. Los vecinos le abuchearon y pitaron tras congregarse en el exterior del edificio del Ayuntamiento de Soma donde estaba dando una rueda de prensa.
La multitud exigió la dimisión del gobierno, calificando a Erdogan de “Asesino” y “Ladrón”. Más tarde, la multitud atacó y destrozó las oficinas regionales del AKP en Soma.
Los manifestantes fueron duramente reprimidos y varios de ellos fueron golpeados por la policía antidisturbios, que tenía máscaras de gas y cañones de agua.
Uno de los asesores del Primer Ministro y Jefe Adjunto del Gabinete de su oficina, Yusuf Yerkel, fue cogido por una cámara propiciándole patadas a un manifestante que se hallaba inmovilizado por la policía antidisturbios.
Las escenas de habitantes de Soma golpeados durante el duelo por la policía antidisturbios fuertemente armada, al mismo tiempo que los mismos cuerpos armados estaban siendo enviados a defender las oficinas de Soma Holding, han salido en las pantallas de televisión de toda Turquía. Al mismo tiempo, Erdogan muestra un profundo desprecio y despreocupación por la vida de los trabajadores. Todo esto ha elevado la temperatura al punto de ebullición. La ira con el gobierno del AKP empieza lentamente a hervir.
Çetin Uygur , el ex dirigente del sindicato de mineros, Maden -Is, dijo que “el accidente minero que hemos visto hoy en este centro privado es realmente un asesinato laboral en grado más alto. Estamos actualmente frente al peor asesinato laboral de la historia del país”. Mañana [hoy, jueves 16, NdT], todos los principales sindicatos han convocado una huelga general.
En una conferencia de prensa de cuatro federaciones sindicales que organizan a más de 600.000 trabajadores, Arzú Çerkezoğlu, Secretario General de la Confederación Sindical Revolucionaria (DISK), anunció que las cuatro centrales sindicales nacionales del DISK, la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos (KESK ), la Asociación médica turca (TTB ) y la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos Turcos (TMMOB) harán un día de paro a raíz del desastre de la mina de Soma.
Arzú Çerkezoğlu, hizo hincapié en que el desastre en Soma, que se cobró cientos de vidas no fue un desastre natural, y que lo que se ha presentado como un accidente es un asesinato en masa no disimulado. En un comunicado de prensa los cuatro sindicatos manifiestan:
“Cientos de nuestros compañeros que trabajan en Soma fueron abandonados a su suerte al ser obligados a trabajar en las condiciones más implacables en la búsqueda de la máxima ganancia, donde la salud y la seguridad de los trabajadores son vistas enteramente como una cuestión de costos. Aquellos que promueven políticas de privatización y subcontratación, que causan la muerte de los trabajadores mediante la reducción de costos, los que animan a llevar a cabo estas políticas y que exculpan desastres mineros anteriores, con sus palabras y acciones, y los que incluso privatizan por ley la supervisión de la seguridad en el lugar de trabajo, son responsables de la masacre de Soma y deben rendir cuentas”.
En otro comunicado de prensa añadieron:
“Los autores de esta masacre son los que promulgan políticas de privatización y subcontratación. Ha habido un aumento dramático en el número de accidentes de trabajo después de la privatización en estos ámbitos, que habían sido operados públicamente durante años. La razón para el aumento del 40% en los asesinatos laborales en las minas de carbón entre 2002-2011 es la caída de un tercio en el número de trabajadores empleados por la Sociedad Turca de Minas (TTK), una empresa minera estatal, un resultado de la privatización y la subcontratación. La masacre se debe a la mentalidad de ignorar el número de mineros que trabajan en el centro de trabajo, sin embargo, anuncian que “todas las precauciones necesarias se han tomado”.
“El autor de la masacre es el Ministerio de Trabajo, que declaró que “no hay nada en la situación que esté en contradicción con la legislación”, sobre el caso de la mina en la que, al parecer, un joven de 15 años de edad perdió la vida. El autor es el gobierno del AKP, que dijo que los mineros “tuvieron una buena muerte” con respecto a asesinatos anteriores, y que “la muerte pertenece a la naturaleza de este trabajo”. Los autores son los que llevan seis meses retrasando la puesta en marcha de una investigación sobre los asesinatos en el lugar de trabajo en Soma. El autor es la empresa, que se jactaba de la reducción del costo del carbón por tonelada de 130 dólares a 28 dólares. Esta reducción está directamente relacionada con la seguridad del lugar de trabajo y se ha logrado a costa de la vida de los mineros”.
DISK ha comenzado a organizar conmemoraciones en los centros de trabajo en todo el país, y junto con la KESK, TTB y TMMOB, organizará un paro de un día después de un momento de silencio a las 9:00 de la mañana. Çerkezoğlu añadió: “Hacemos un llamado a nuestro público a dejar el trabajo y caminar hasta los edificios locales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social vistiendo ropa negra y cintas, y a que pongan banderas negras en los balcones de sus casas y centros de trabajo.”Las federaciones sindicales de izquierda también han recibido el apoyo de la principal federación sindical, Turk- es – con más de 2 millones de miembros – que también ha llamado a todos sus miembros a parar el trabajo mañana.
Accidente y Necesidad
Hace un año, un movimiento de masas estalló cuando un pequeño grupo de jóvenes activistas fueronviolentamente desalojados del parque Gezi por protestar contra los planes de construir un centro comercial. En ese momento explicamos que las raíces del movimiento no radicaban en esa lucha en particular, sino en la situación general de la sociedad.
De la misma manera, el presente accidente no es un incidente aislado. Trágicamente, Erdogan tiene razón cuando dice que “estas cosas pasan” – sobre todo en Turquía. Es el resultado directo de la caza despiadada al beneficio y la privatización total de los activos del Estado. Dado que el AKP llegó al poder en 2002, la economía turca ha estado en auge y Turquía tiene ahora el decimoséptimo PIB más alto en el mundo. Sin embargo, este crecimiento se ha distribuido de manera muy desigual.
La insaciable codicia de la burguesía no permite que las migajas más pequeñas leguen a las masas, mientras que el AKP y sus compinches han estado ocupados saqueando el estado y despejando políticamente el camino para la explotación más despiadada de la clase obrera. Hay una fuerte contradicción entre los enormes Hummers, los chóferes privados y el lujo obsceno de los ricos barrios vallados de Estambul y la vida en los barrios de chabolas en las afueras de la misma ciudad.
Accidentes trágicos como el que tuvo lugar ayer afectan a los trabajadores, los campesinos y los pobres, pero nunca a los ricos. Esta vez, sin embargo, parece que ha sido demasiado. Durante años, la exhibición descarada de la corrupción, el amiguismo y el evidente desprecio por las masas trabajadoras ha sido la causa de la intensa amargura e ira reprimida.
En algún momento esta indignación llega a un punto de ebullición. Hace apenas un par de semanas el régimen del AKP ganó una victoria que, sobre el papel, parecía abrumadora. Sin embargo, como hemos explicado en ese momento, la razón de ello no era la popularidad de Erdogan, sino la falta de una alternativa clara en su contra. En realidad, la sociedad turca se dirige hacia tiempos muy turbulentos.
Erdogan ha sobrevivido a la lucha del parque Gezi, porque el movimiento no tenía una organización adecuada, un liderazgo y un programa claros. Pero el precio que tuvo que pagar fue una importante erosión de la legitimidad de su régimen y una profunda crisis política, a la que ha sobrevivido hasta ahora lo cual, junto con su reciente victoria electoral, le ha llevado a perder el contacto con la realidad. Esa es la razón detrás de su complacencia y su manera despreocupada de hacer frente a esta tragedia. Como es típico en un filisteo burgués, es incapaz de detectar los procesos bajo la superficie de la sociedad donde la ira está hirviendo.
Una rebelión está en marcha que empequeñecerá el levantamiento del parque Gezi. La clase obrera de Turquía es la clase obrera más fuerte en la región. Una vez que se levante, las ondas de choque se propagarán por todo el mundo. La trágica muerte de los mineros de ayer no fue un accidente. Fue causada directamente por el dominio de la burguesía en Turquía. La única forma de vengar esas muertes es derrocando por la fuerza a esta clase de parásitos y desmantelar todo su sistema. Los trabajadores turcos deben usar el día de acción de mañana como un primer paso hacia una huelga general indefinida para derrocar al gobierno de Erdogan y barrer a su red de compinches y empresarios.
- ¡Hay que vengar la muerte de los mineros!
- ¡Preparar una huelga general para derrocar al gobierno del AKP!¡Abajo Erdogan y el dominio de asesinos y ladrones!
- ¡Justicia para los mineros!Arresto de todos los responsables – desde los políticos hasta los empresarios!
- ¡Renacionalización de todas las empresas privatizadas y de todas las empresas relacionadas con el AKP!
- ¡Nacionalización todas las empresas que no siguen los procedimientos de seguridad adecuados!