El quiebre de la empresa Lapa, trajo como consecuencia a cientos de trabajadores de la misma y de Dinar, quedarse en la calle y sin cobrar sueldos desde mayo, abril y junio. Desde lo sucedido, los trabajadores se han caracterizado por denunciar a sus jefes ante el quiebre y por exigir al gobierno una solución contundente. Han instalado en el Aeroparque Jorge Newberry una carpa, donde se encuentra una comisión de Lapa a la espera de una solución.
El martes 8 de julio se reclamó al presidente Kirchner que firme el decreto para crear una compañía bajo control estatal. El reclamo fue acompañado de una marcha hasta Casa de Gobierno, integrada por los cinco gremios aeronáuticos. Esta compañía: Líneas Aéreas Federales SA, tomaría los empleados de LAPA y Dinar, reanudando los servicios.
Una vez más los trabajadores son quienes pagan las consecuencias, por el afán de un puñado de empresarios, quienes se preocuparon por sus intereses y no por los trabajadores.
Luego de lucrar con la empresa de aviación y quebrarla, se han lavado las manos y no se han hecho responsables por sus empleados que dejaron sin trabajo.
El gobierno en su momento declaró que la empresa sería absorbida por el Estado. Pero este argumento fue usado, tan sólo, para intentar calmar los reclamos de los trabajadores, que no tienen medios para subsistir.