Loan: la trata de personas – Una lucha colectiva de las capas oprimidas y explotadas

Hace dos meses que la provincia de Corrientes se encuentra convulsionada por la desaparición de Loan, un niño de 5 años.

Loan Danilo Pena está desaparecido desde el jueves 13 de junio, durante un almuerzo en la casa de su abuela paterna, ubicada en un pueblo llamado 9 de julio , en el noreste de la República Argentina. Hay 7 detenidos por su desaparición, con los imputados y sus declaraciones revelan una trama de encubrimiento y complicidad involucrando al poder político.

Están imputados por su presunta vinculación -en carácter de partícipes primarios o coautores- con la “captación de personas con fines de explotación” agravado por ser la víctima menor de 18 años y “encubrimiento”, según informe de las autoridades. 

Cuando se habla de captación, se refiere a trata de personas. ¿Qué significa trata de personas? La trata de personas significa el reclutamiento de personas, mediante la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coerción para lograr el “consentimiento” de una persona con fines de explotación. Existen 4 tipos de explotación: explotación sexual (prostitución y otros), trabajos o servicios forzados, extracción de órganos humanos, esclavitud o prácticas similares.

La trata de personas con fines de explotación o con fines de adopción ilegal, es un delito recurrente en las provincias empobrecidas de la República Argentina. Por un lado, cruzar las barreras judiciales que imperan para la adopción legal, muchas veces son infranqueables, lo que hace que la adopción ilegal se convierta en un negocio redituable y de adopción exprés.

Un ejemplo de ello fue lo que sucedió en Santiago del Estero, en el año 2005: Francisco nació en una clínica privada de Santiago del Estero donde la mamá llegó porque confió en una abogada que se suponía iba a ayudarla a ligarse las trompas. Apenas nació, el niño fue dado “en adopción” a una pareja porteña en un trámite plagado de falsedad que la Justicia local anuló. Sin embargo, 16 meses después, la misma Justicia que ordenó la restitución, la postergó una y otra vez. Se realizó una intensa campaña por la restitución de Francisco a su familia, donde participaron miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Norita Cortiñas y Madres de Plaza de Mayo, quienes hicieron fuertes pronunciamientos como el de “restitución inmediata de Francisco a su familia”, partidos de izquierda. Esta campaña logró la restitución de Francisco a su hogar en Santiago del Estero junto a su familia, en el año 2006.

Los casos de desaparición por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en Argentina, en lo que va del año, se registraron 812 denuncias; entre ellas, 121 relacionadas con explotación de menores. Entre 2020 y 2023, hubo 146 sentencias por trata de personas, con el 70,4% de ellas condenatorias.

Para que este tipo de delitos prospere en este sistema capitalista, es necesario que las instituciones del Estado respondan a las necesidades actuales tal como lo exige el mercado. La persona, que en teoría debería estar protegida por los derechos humanos, se ve cosificada para ser vendida. Para que esto ocurra, se requiere un Poder Judicial que no enfoque su atención en el delito de trata, sino que lo ignore, centrando su atención en la delincuencia adolescente y en menores de 16 años. Esto conlleva la reducción de la edad de imputabilidad, mientras que los delitos contra las personas (como la vida, la integridad física y la seguridad personal) representan solo el 1,4%, según la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo que constituye una distracción fenomenal. Mientras tanto, el delito de trata de personas, ahora visibilizado con el “Caso Loan”, crece alarmantemente a nivel mundial. También es necesario que exista una policía cómplice que proteja este tipo de negocios. En resumen, se requiere que diversas instituciones del Estado actúen en connivencia con los tratantes o las redes de trata de personas.

La lucha contra la trata hoy – ¿Qué herramientas nos da el Estado?

Desde que el caso Loan adquirió visibilidad, hubo un salto exponencial en cuanto a cantidad de denuncias recibidas.

Para la prevención, seguridad y rescate de las víctimas de trata se crearon desde el Estado diferentes organismos e instituciones abocadas al respecto. De acuerdo con la información estadística que provee el Programa Nacional de Rescate del Ministerio de Justicia de la Nación, 933 personas fueron rescatadas durante 2020, 1404 en 2021, 1186 en 2022, 1552 en 2023 y en lo que va del año son ya 600 las personas rescatadas.

Desde la asunción del gobierno de Milei, se recortaron y desfinanciaron programas como el Plan Acompañar, cuyo objetivo es brindar apoyo a mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia de género en todo el país. Actualmente, el programa se encuentra congelado por el Ministerio de Justicia. Tras asumir, el gobierno de Javier Milei suspendió las nuevas altas en el programa, aunque se comprometió a liquidar los pagos adeudados. En junio, se habían anunciado más incorporaciones que finalmente no se concretaron.

Una de las políticas públicas más antigua y eficiente para mitigar la problemática de la violencia de género, es la Línea 144. Sin embargo, desde que en 2019 pasó a depender del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad —hoy disuelto y su edificio en venta—, se despidió a 40 personas de los programas sociales y del comité de lucha contra la trata.

La política de ajuste del gobierno nacional contrasta con las necesidades de la población y da un gran respiro y aire a los negocios de trata de personas.

En definitiva, lo que vemos es que las políticas públicas impulsadas por el propio Estado burgués, si bien pueden representar un alivio transitorio en situaciones muy puntuales, a largo plazo terminan en un fracaso. Esto se debe a que el mismo Estado, al ser una herramienta en manos de la clase dominante para mantener la dominación de clase, garantiza la opresión de la mujer trabajadora y sus hijos/as.

La familia obrera – Las mujeres y la niñez desprotegidas – Necesitamos una salida colectiva y de clase

Un Estado que abandona a las mujeres y a la niñez, responsabilizándolas del cuidado y mantenimiento de los hijos, mientras que sabemos que una familia trabajadora casi nunca puede cumplir con todas las obligaciones hacia sus hijos debido a los salarios reducidos que no permiten una alimentación digna en muchos hogares, donde la pobreza ha crecido exponencialmente, superando el 50% nacionalmente y está aún más elevada en muchas provincias. Ese Estado solo busca preservar las ganancias de los grandes monopolios capitalistas.

Mientras los hombres y mujeres de nuestra clase trabajan día y noche para mantener a sus familias, soportando una carga laboral excesiva que les impide dedicar tiempo a sus hijos y a su educación, los adolescentes y jóvenes de la clase trabajadora desconocen las vacaciones familiares, los momentos compartidos en el cine o espectáculos, y forman grandes grupos que recorren las calles, como decía Clara Zetkin (revolucionaria, pedagoga y organizadora del Movimiento de Mujeres del Partido Socialdemócrata Alemán en el siglo XX, defensora de la Revolución Rusa).

“Más justo sería decir que es en la calle donde se crían los hijos de los proletarios. Los niños de la clase trabajadora desconocen las satisfacciones de la vida familiar, placeres de los cuales participamos todavía nosotros con nuestros padres.”

Los hijos de la clase trabajadora se encuentran no solamente sumidos en la pobreza sino también son los más vulnerables para ser captados por las redes de trata.

En esta situación actual es imprescindible organizarse para luchar por la reversión de las condiciones de vida restrictivas que afectan a los/as niños/as proletarios/as; y trabajar por impulsar profundas transformaciones sociales.

Continúa Clara Zetkin:

“La explotación de los niños del proletariado por el capitalismo, qué otra cosa puede significar esto que no sea el robo de la salud y la fuerza vital, de la alegría infantil y las posibilidades de formación, la destrucción del cuerpo y el alma de los adolescentes, como robo y destrucción perpetrados en los más débiles, los más indefensos y necesitados de protección de todos los miembros de la sociedad. El capitalismo agarra por el cuello al niño proletario que ya desde antes de su nacimiento se vio amenazado y maltratado por la desconsiderada explotación de su madre y padre” ().

En un artículo de 1903,  Zetkin lo planteó con claridad:

“Es cierto que el trabajo tiene un alto valor pedagógico intrínseco; es cierto que la educación por el trabajo y para el trabajo es una piedra angular en el desarrollo armónico de la personalidad del individuo, una condición previa para la evolución de una sociedad organizada en explotadores y explotados en una de un orden social de trabajadores con los mismos derechos y las mismas obligaciones (…). Sin embargo, es una vergonzosa falsificación de conceptos y palabras cuando la camarilla de capitalistas y sus compinches dan por igual la explotación del trabajo infantil y el trabajo infantil educativo. Ambos son como el día y la noche, radicalmente distintos en sus objetivos y consecuencias. La explotación del trabajo infantil sirve para aumentar las ganancias de terceros. Sin ninguna muestra de escrúpulos pisotea toda consideración de florecimiento, la formación de fuerzas físicas e intelectuales de vidas humanas jóvenes, incluso la conservación de la vida. El trabajo educativo infantil persigue por el contrario el desarrollo y ennoblecimiento del niño para hacerlo una personalidad fuerte, libre y unido a la sociedad.”

Lo expuesto hasta aquí define de manera concreta  las tareas de los revolucionarios y revolucionarias. Queda claro que el capitalismo ha mostrado sus limitaciones, transformándose en su contrario en los últimos años: las fuerzas productivas están debilitadas y la realidad se ha convertido en un horror sin fin. Lo que el Estado solía ofrecer en términos de ayuda a las madres en situación de precariedad, así como en la lucha contra la trata de niños y mujeres para explotación sexual, ya no está disponible. Su crisis es profunda y no tiene posibilidades de otorgar concesiones.

Los correntinos y correntinas, indignados por la connivencia del Estado y las redes de trata, han llenado las calles de la provincia reclamando la aparición de Loan.

Todo lo acontecido nos debe llevar a una conclusión clara: la lucha contra la trata de personas es una lucha por derrotar el capitalismo y garantizar a madres y padres el derecho a criar a sus hijos en condiciones dignas. Permitiendo a la juventud y adolescencia contar con el marco necesario para desarrollarse plenamente como sujetos. Esta lucha debe formar parte de un movimiento colectivo encabezado por la clase obrera, dirigiendo a todas las capas oprimidas y explotadas de la sociedad hacia una sociedad superior: el Comunismo.