Los medios de comunicación están desarrollando una campaña masiva sobre los supuestos riesgos de que la gripe aviar pueda desembocar en una epidemia de gripe humana de proporciones mundiales. Los medios de comunicación están desarrollando una campaña masiva sobre los supuestos riesgos de que la gripe aviar pueda desembocar en una epidemia de gripe humana de proporciones mundiales.
¿Qué es la gripe aviar?
Es una enfermedad infecciosa causada por cepas A del virus de la gripe que afecta a las aves y que sólo se puede transmitir a los seres humanos por contacto directo. Los casos detectados corresponden a personas en estrecho contacto con las aves infectadas. A partir de los focos iniciales asiáticos, la enfermedad se está extendiendo por todo el mundo, por lo que se han disparado las alarmas. La única medida de control puesta en marcha, el sacrificio de millones de aves, no ha conseguido detener su expansión, aunque puede suponer la ruina para miles de campesinos de Asia.
De los 15 subtipos del virus de la gripe aviar, la cepa H5N1 es especialmente preocupante porque muta rápidamente y tiene una tendencia a infectar a otras especies animales. Su capacidad para causar una enfermedad grave en los humanos ha quedado ya constatada. Además, los estudios de laboratorio realizados han demostrado que los aislados de este virus tienen una alta patogenicidad y pueden tener serios efectos en el hombre.
El tratamiento preventivo o el afán de lucro de las multinacionales
No es casualidad que recientemente el laboratorio Roche, fabricante del Oseltamivir (Tamiflu) donara a la OMS 3 millones de tratamientos. Y no es casualidad porque la campaña de psicosis que se está fomentando puede hacer que las ventas de este medicamento se disparen en todo el mundo.
A pesar de que no se trata de un medicamento curativo ni preventivo, la ausencia de una vacuna humana (que no se puede fabricar todavía porque ni existe tal pandemia de gripe humana ni se sabe cuál será su subtipo) está disparando las ventas de este medicamento, por supuesto en los países desarrollados. Su precio, prohibitivo para la mayoría de los países del Tercer Mundo, está haciendo que el negocio de Roche esté creciendo como la espuma.
Como en el caso del SIDA o la meningitis C, volvemos a encontrarnos con el afán de beneficio, ya que los laboratorios no están en absoluto dispuestos a rebajar los precios o permitir que lo fabriquen otros a menos precio.
El capitalismo ignora las prioridades humanas
El control de la gripe aviar mediante la obtención de vacunas para las aves domésticas, que debería ser el principal objetivo para prevenir la aparición de nuevas pandemias no se está haciendo en absoluto. Según afirman los virólogos Robert Welser y Diane Hulse, la tecnología para producir vacunas veterinarias baratas a través de técnicas de genética inversa está disponible y debe ser desarrollada». Y sin embargo, se está permitiendo el sacrificio de millones de aves y el enriquecimiento de algunos laboratorios, sacrificando la necesaria investigación a los intereses de las empresas farmacéuticas fabricantes de antivirales.
Estamos ante otra prueba más de los límites del capitalismo, incapaz de enfrentarse a las necesidades sociales. Sólo una planificación social y económica en interés de la mayoría de la población, basada en una democracia real, o lo que es lo mismo el socialismo, podrá poner a disposición de toda la humanidad los conocimientos y la tecnología desarrollados por nuestra especie y preparar un salto gigantesco hacia un futuro mejor.