Ante la aparición sin vida de la compañera Laura Moyano, encontrada el sábado pasado -25 de julio-, en una obra en construcción en el barrio Villa Allende Parque de la ciudad de Córdoba, la Corriente Socialista Militante repudia enérgicamente este hecho inadmisible. Su cuerpo presenta marcas de tortura, mutilación y su rostro desfigurado; lo que claramente ubica este aberrante crimen en un crimen de odio motivado por la identidad de género de Laura.
Por su lado, la fiscal de turno, desmintió ayer que el cuerpo haya sido mutilado en sus genitales, tal como algunas organizaciones habían señalado, planteando que la causa del deceso fue un severo traumatismo craneoencefálico provocado, presumiblemente, con una piedra.
Exigimos justicia y que los responsables del asesinato, sean puestos tras las rejas. Entendemos que este nuevo episodio de femicidio es la manifestación de un sistema en descomposición: el capitalismo.
También sabemos de los avances ungidos por las luchas y organización popular que impusieron con la movilización la ley de matrimonio igualitario, identidad de género y otros derechos, pero el sistema capitalista impone a través de múltiples maneras la naturalización de hombre o mujer, rechazando la diversidad, imponiendo relaciones opresivas, mediadas por el odio y la discriminación.
Laura “Participaba activamente en el comedor comunitario que funciona en el mismo centro vecinal”, recordó Lara Gaitán, de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta) en Córdoba.
Nadiha Molina, también de Attta, dijo que Laura estaba en búsqueda de una inserción laboral. “El trabajo sexual hoy atraviesa al 90% de las compañeras de la región. Lo único que queda es recurrir a eso, es casi obligatorio. Si querés hacer algo, tenés que ejercer el trabajo sexual”, dijo.
Los colectivos de diversidad de género, sufren una sistemática violencia y una severa discriminación de las diferentes instituciones estatales como en la justicia, en la salud, educación y socialmente son marginados como señala la referente de Attta laboralmente, violentando los derechos humanos elementales.
Ante este cuadro señalamos al Estado como único responsable, quien debe ser el garante de los derechos elementales de salud, educación, justicia y trabajo.
Es necesario repudiar este sistema opresivo y luchar por una que no marque diferencias.
La lucha por estos derechos no debe obnubilarnos con el objetivo final, derrotar al capitalismo y las relaciones sociales que sustenta, la hipocresía, la violencia en sus diferentes manifestaciones, la explotación y opresión.
Solo será posible eliminar estas calamidades, ligando las luchas de la diversidad de género con las de la clase obrera, avanzando decididamente hacia el Socialismo.