¡Sí al congreso del 12 de julio, No a la ruptura de la CGT!

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El próximo 12 de julio está convocado de manera oficial el congreso de la CGT, dirigida por Hugo Moyano.Este congreso ha sido boicoteado por los dirigentes de los gremios dirigidos por los “Los Gordos” (Comercio, Luz y Fuerza, Salud, Alimentación, etc.) y por los llamados “Independientes”, los oficialistas más obsecuentes, que agrupan a sindicatos como metalúrgicos, mecánicos, mercantiles, construcción o estatales. Ambos grupos han unido fuerzas para pedir al Ministerio de Trabajo la anulación del congreso de la CGT oficial, que no se ha pronunciado todavía al respecto, para que reconozca el que este sector celebrará conjuntamente en agosto, también en nombre de CGT. Esto  supondrá la escisión de la CGT. La CGT Azul y Blanca, dirigida por el gastronómico Barrionuevo y escindida hace 4 años, vacila entre un sector y otro.

El movimiento obrero argentino no gana nada con esta nueva división del movimiento sindical, que se suma a la escisión de la CTA hace año y medio. No aceptamos el argumento de “Gordos” e “Independientes” de boicotear el congreso de la CGT oficial por el supuesto fraude del sector de Moyano. Su obligación es participar en el congreso del 12 de julio y demostrar las supuestas irregularidades cometidas por la dirección oficial de la CGT durante el mismo.

Por otro lado, nos oponemos a que el gobierno o cualquier instancia del Estado burgués, como el aparato judicial, se inmiscuyan en los asuntos internos del movimiento sindical, por lo tanto exigimos que el gobierno se declare prescindente en esta interna sindical.

La responsabilidad del gobierno

¿Qué hay detrás de todo esto? Es un hecho, bastante lamentable, que el gobierno lleva maniobrando un tiempo para sacar a Moyano de la conducción de la CGT por la negativa de éste a bajar ciertos reclamos y pretender mantener cierto grado de independencia. Moyano aparece como una piedra molesta en el zapato del gobierno que pretende mantener un equilibrio entre las presiones de la burguesía y de los trabajadores.

Nos parece inadmisible que el gobierno pretenda convertir la CGT en un apéndice suyo y de su política, hasta el punto de nombrar directamente al que podría ser el dirigente de la CGT alternativa, el metalúrgico Antonio Caló ¡Los asuntos del movimiento obrero deben ser de competencia exclusiva de los trabajadores y afiliados a la CGT, y de nadie más!

Por otro lado, diversos sectores de la burocracia sindical, como Gordos e Independientes, buscan reacomodarse con sectores burgueses y el gobierno, para sostener sus intereses políticos y materiales. Barrionuevo tiene vínculos políticos con la derecha peronista y la derecha liberal. Los “Gordos” encabezaron la CGT menemista en los 90 y en estos años mantuvieron una actitud vacilante entre el kirchnerismo y la oposición de derecha. Ciertamente, Moyano integra la burocracia sindical pero, a diferencia de los anteriores, puede exhibir un pasado antimenemista y fue el sostén sindical más consecuente del kirchnerismo hasta fines del año pasado, cuando rompió con el oficialismo al ser marginado políticamente. Sí es lamentable que Moyano no apele a las bases kirchneristas y se haya acercado a sectores sindicales de la derecha peronista (“Momo” Venegas) y a Scioli, y se deje utilizar por los medios de la derecha.

Reconocemos el congreso del 12 de julio

Es cierto que nunca fue una práctica de las direcciones de la CGT celebrar congresos democráticos, con una participación real de las bases en debates y elección democrática de delegados en los gremios y empresas. Ahora tampoco será una excepción por parte de ningún sector.

Sin embargo, la CGT oficial conducida por Moyano siguió los pasos reglamentarios para convocar su congreso del 12 de julio y fueron los otros sectores quienes lo boicotearon con la complicidad intolerable del gobierno. De ningún modo aceptaremos una escisión de la CGT, pero tampoco seremos neutrales en este conflicto, fomentado por el sector antimoyanista. Si este sector dice tener la mayoría, que lo demuestre en el congreso convocado el 12 de julio, y si es verdad que el moyanismo organiza un fraude descarado, podrían justificar entonces, a los ojos de los trabajadores, su ruptura con una CGT moyanista. Pero escindirse sin congreso mediante, por razones políticas, es algo inaceptable que no avalaremos.

Tampoco es casualidad que los Gordos e Independientes, junto con el barrionuevismo, representen lo más degradado del burocratismo sindical y con vínculos más directos con la patronal, y se hayan caracterizado tradicionalmente por su actitud servil hacia los gobiernos de turno. En cambio, tenemos más cercanía con el moyanismo en cuanto a determinados reclamos gremiales, al mayor compromiso de su trayectoria sindical pasada y en la reivindicación de la independencia organizativa del movimiento sindical respecto al Estado. Es por esto que reconocemos la convocatoria del congreso de la CGT el 12 de julio y a la dirección que elija como conducción de la CGT. Si Moyano dice que sólo obedece órdenes de los trabajadores, que lo demuestre; y abra la CGT, de ahora en más, a la participación democrática de la base.

Dicho esto, sostenemos una desconfianza política hacia el moyanismo hasta tanto no resuelva y clarifique actitudes políticas inaceptables, como ciertos elementos de sectarismo hacia el kirchnerismo, y coqueteos con el sciolismo y sectores de la derecha peronista.

Reconstruir la unidad de la CGT

Desde la Corriente Socialista Militante apelamos a los activistas sindicales y trabajadores en general, para que aprovechen cualquier instancia (asambleas y reuniones de trabajadores, acciones reivindicativas, Cuerpos de Delegados, Comisiones Internas), para pronunciarse por la unidad de la CGT, a no reconocer su ruptura, y a propiciar un debate que ponga en discusión la lucha por un modelo sindical verdaderamente democrático que contemple, al menos, los siguientes puntos:

a) Congresos de la CGT verdaderamente democráticos, con elección directa de los delegados por la base, a nivel de gremio y de empresa,

b) Independencia de la CGT de los gobiernos y de los partidos patronales,

c) Congresos anuales para todos los gremios, elección y revocabilidad inmediata de cualquier dirigente confederal o gremial por la base,

d) Que ningún cargo sindical en ninguna instancia reciba un salario superior al promedio del salario de un trabajador calificado bajo convenio de su sector,

e) Por un salario mínimo de $5.000 pesos en todos los sectores, no al trabajo en negro, semana laboral máxima de 40 horas,

f) Jubilación con el 82% móvil, cláusula gatillo de incremento salarial con los precios cada 3 meses,

g) Derogación del impuesto a las ganancias para los asalariados, incremento de los impuestos a las grandes empresas y bancos, impuestos a las rentas financieras,

h) Volver a enarbolar la declaración fundacional de la CGT que afirma: “Que los organismos existentes en la sociedad capitalista obligan al proletariado a organizarse para defender sus intereses de clase y preparar su emancipación, creando un nuevo régimen social, fundado en la propiedad colectiva de los medios de producción y de cambio”.