Hoy Huelga General: Fuera Piñera asesino de La Moneda, que gobiernen los trabajadores

0
536

Publicamos a continuación la Editorial que nos envían las y los camaradas de El Porteño de Chile. Asimismo, enviamos un fraternal abrazo a todas y todos los trabajadores y estudiantes chilenos que han decidido decir basta al ajuste de los capitalistas. Toda nuestra solidaridad consciente, política y activa para con ustedes.

A su vez, compartimos un artículo que contiene nuestro punto de vista en relación a la consigna de Asamblea Constituyente aquí en Argentina y que consideramos puede contribuir al debate en Chile: La izquierda argentina y la crisis del capitalismo: ¿es útil la consigna de una Asamblea Constituyente?


Los miserables anuncios de Piñera, en los que promete aumentos a las pensiones jubilatorias solidarias en un 20%, subsidio a los medicamentos, a las Isapres, al sueldo mínimo hasta $350.000.-, no pasan de ser un maquillaje al modelo de explotación sobre el que se ha construido el régimen. Aún de rodillas el especulador y delincuente financiero que tenemos por Presidente, aspira a alguna ganancia con las irrelevantes medidas demagógicas de impuestos mayores a las rentas personales sobre los $8.000.000.-, a las rentas de parlamentarios -a los que pretende reducir para favorecer a la derecha- y altos funcionarios públicos. Pretende, con unas monedas arrojadas al suelo, seguir en el Gobierno usurpando el poder y quebrantando la Constitución.

Piñera propone para salir de la crisis dar más dinero a las AFP, más dinero a las Isapres, a los empresarios, y más dinero a sus amigos que se harán cargo de la reconstrucción. Piñera quiere que siga la fiesta de los oligarcas y el imperialismo. No lo permitiremos, debe renunciar de inmediato. Piñera es un criminal de lesa humanidad, un Dictador que usurpando el poder y quebrantando gravemente la Constitución ha ocupado militarmente el país, ordenado a las FFAA la comisión masiva y alevosa de asesinatos, detenciones ilegales, torturas y toques de queda, los que no quedarán impunes. La renuncia de Piñera es una exigencia nacional y junto con el término del Estado de Emergencia, son las medidas que se orientan a una salida a la crisis, al intolerable tormento que significa para trabajadores y explotados el Gobierno patronal.

Esta jornada se inicia una movilización clave para el curso de esta crisis: la Huelga General este 23 y 24 de octubre, convocada por la Unidad Social, que agrupa desde la CUT a las más grandes organizaciones de trabajadores. Este movimiento está garantizado por el levantamiento popular que sacude, a todo lo largo, nuestro país. Mientras Piñera se aferra desesperado al poder apoyándose en la ocupación militar del país siendo, los trabajadores ya hemos iniciado la construcción de un nuevo orden. En diversas comunas del Gran Santiago han empezado a surgir Asambleas Territoriales, organismos que toman en sus manos las tareas de organizar la lucha, adoptar las elementales medidas para proteger a la población y garantizar el suministro alimentario que, al iniciar un quinto día de movilización, se comienza a sentir en los sectores más desposeídos. En Valparaíso se desarrollan embrionarias experiencias del mismo proceso, lo mismo que en el resto del país.

La Unidad Social levanta el conjunto de las reivindicaciones que agitan las movilizaciones y plantea correctamente que la misma debe dirigirse contra el Gobierno y sus Estado de Emergencia. Estas cuestiones son elementales y apuntan a quebrar al régimen desde su cabeza. Sin embargo, el planteamiento de la Asamblea Constituyente que se lee en la Convocatoria a la Huelga General, importa una limitación para el movimiento porque está planteada como un mero acto electoral, sin ningún contenido de clase que garantice el dominio obrero y de los explotados en su dirección.

Cuando la Unidad Social dice en el punto 5 de su convocatoria que «Exigimos la convocatoria inmediata a elección de una Asamblea Nacional Constituyente para que elabore una nueva Constitución que abra paso a un nuevo modelo de desarrollo social incluyente que termine con actual modelo neoliberal injusto y abusivo«, está señalando un camino electoral dominado por las instituciones del régimen. En ese camino los trabajadores perderemos necesariamente el poder alcanzado en la lucha. La Asamblea Constituyente que el proceso reclama debe basarse no en una «inmediata elección» sino que en la decisión de las Asambleas de base, las territoriales, los cabildos, las organizaciones que se han comenzado a hacer cargo de la lucha. Esas son las organizaciones que deben elaborar una nueva Constitución para el poder que ellas mismas ejercen.

Finalmente, es mezquino decir que esta Asamblea Constituyente ha de «terminar con el actual modelo neoliberal injusto y abusivo«. Eso es verdad y todo el pueblo lo reclama, pero lo que es necesario garantizar es de que de este proceso emerja un nuevo orden social basado en el poder de los trabajadores, la expropiación del gran capital, de la burguesía, sus grupos económicos y el capital financiero. Ese nuevo poder de trabajadores y explotados, sólo puede asentarse en la expulsión del poder de los explotadores y patrones que son dueños del Estado y sus instituciones. Esto no será instantáneo, pero debe señalarse con claridad para orientar el accionar de los millones que hoy día estamos combatiendo en las calles. Debemos confiar en nuestras propias fuerzas, en las fuerzas de nuestras asambleas y de nuestras bases, son la garantía de la victoria.

Hoy es el momento de la unidad y la lucha. Hoy debemos garantizar que la Huelga General diga con toda claridad quiénes verdaderamente tenemos el poder: los explotadores que sólo garantizan la continuidad de la crisis, o los trabajadores que desde siempre hemos hecho funcionar este país. Somos los trabajadores, los explotados, quienes estamos escribiendo esta historia, los únicos garantes de un orden democrático, de plenas libertades, de respeto a los derechos individuales y sociales. La burguesía sólo garantiza Dictadura y miseria, la única democracia, la libertad y la satisfacción de las reivindicaciones provendrá de la movilización.

En este quinto día de lucha, en los que se ha derramado la sangre obrera de más de 15 compañeros y en su memoria, debemos redoblar nuestros esfuerzos de combate. Vivimos días decisivos, no es momento de vacilaciones, no es el momento de claudicar. Quienes pacten con el Gobierno asesino de Piñera serán sus cómplices y deberán ser tratados como tales. Firme los puños, firmes en las barricadas, se abren los caminos de la libertad y se alzan las banderas de la revolución.

Hacemos un especial llamado a la militancia de izquierda, a todos sin excepción, a las bases obreras del PS, a la militancia de base del PC, a los compañeros de base del Frente Amplio y -a parte- de todas las organizaciones que se reclaman de la revolución y el Socialismo a marchar hacia la unidad. Chile en estos 5 días -que serán estudiados durante décadas por los historiadores- vive un proceso revolucionario, son las masas trabajadoras las que nos marcan el camino en este proceso ha de construirse la nueva dirección política que demandan los explotados.

Un solo puño contra Piñera el asesino Presidente de los «Tiempos de Explotadores»: Fuera Piñera, Abajo el Estado de Emergencia, Viva la Huelga General !!!! Viva la clase obrera!!!! Chile despertó!!!!