A pesar de todas las dificultades, se celebró en Cuba un seminario internacional sobre León Trotsky convocado por el Instituto de Filosofía y con la participación de la Casa Museo León Trotsky en México. La Corriente Marxista Internacional estuvo presente a través de Centro Carlos Marx y de un mensaje de Alan Woods.
León Trotsky es una figura clave del marxismo. Es sabida la admiración que hacia él mantenía Julio Antonio Mella, figura clave del comunismo cubano, quien le llamaba “el dínamo de la revolución”. El Che Guevara, muerto en Bolivia, cargaba en su maleta libros de quien creara y dirigiera al Ejército Rojo. El pensamiento de este personaje tiene una enorme vigencia y relevancia en la América, el mundo y en la Cuba actual. Las ideas y el interés hacia la vida de León Trotsky se van abriendo camino en Cuba. La obra del escritor cubano Leonardo Padura, El hombre que amaba a los perros, es una muy fiel representación del revolucionario bolchevique y su asesinato. Pese a todo lo dicho, han sido pocos los espacios que en Cuba se han abierto para discutir y conocer sus ideas. Es por eso de enorme relevancia que, a pesar de todas las dificultades, entre el 6 y 8 de mayo tuviera lugar en la Habana el Evento Académico Internacional León Trotsky bajo el auspicio del Instituto de Filosofía y el esfuerzo generoso de Frank García Hernández.
La sede del seminario fue la casa México, La casa Benito Juárez, ubicada en La Habana Vieja, que brindó todas las facilidades, iniciando por su director Miguel Hernández, para la realización de la actividad. En la sala de las sesiones se montó una exposición fotográfica del revolucionario ruso, organizada por el Museo Casa León Trotsky de la Ciudad de México. Dicha exposición podrá visitarse hasta el 12 de junio del presente año en dicha casa que se encuentra en la calle de Obrapía 116, esquina con calle Habana.
La mayor asistencia de cubanos provino de la Habana pero también se dieron cita compañeros de 2 provincias más (Matanzas y Villa Clara), mientras que de fuera hubo compañeros de alrededor de 15 nacionalidades distintas. En cuanto a los cubanos, hablamos de una asistencia de estudiantes, profesores e investigadores. Es una lástima, que en medio de tantas presiones para realizar el evento, mucha gente potencialmente interesada no se enterara del mismo pudiendo haber sido mucho más amplia la participación del público local. Seguramente eso no fue por falta de interés, ya que la presentación de La Revolución Traicionada en la Feria del Libro de la Habana en 2008 se realizó con una sala llena a rebosar con más de 100 asistentes. Dentro de los asistentes estaba también presente León Ferrera, histórico militante trotskista cubano, que trabajó con el Che después del triunfo de la revolución.
Se tuvo una agenda muy apretada con 7 mesas de debates, todas relacionadas con Trotsky y los siguientes subtemas:
- La revolución contra la burocracia.
- Historia e historiografías.
- La revolución se expande
- Impacto teórico.
- Su impacto en la cultura universal.
- Imperialismo y las américas.
- Cuba: la revolución antimperialista.
Además se proyectó un avance del documental de El Hombre más peligroso del mundo de la directora Lindy Laubman, con mucho material fílmico inédito. El material mostrado es interesante, aunque aún no conocemos el trabajo final en su conjunto.
Dentro de las jornadas se presentaron tres libros: Trotsky en el espejo de la historiapor su autor Gabriel García Higueras, los Escritos latinoamericanos y La revolución traicionada de León Trotsky. Este último libro icónico y fundamental, fue editado de manera expresa para su presentación en Cuba por el Museo Casa León Trotsky y el Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx (la editorial en lengua castellana de la Corriente Marxista Internacional). La edición cuenta con unas palabras introductorias del nieto de Trotsky Esteban Volkov y un prólogo de Alan Woods. La exposición de este libro estuvo a cargo del trotskista mexicano Ubaldo Oropeza, redactor de La Izquierda Socialista, quien describió brevemente las causas fundamentales del proceso de degeneración en la Unión Soviética, explicados por Trotsky en este libro. Relató como el aislamiento de la revolución a nivel internacional, el reflujo entre las masas marcados por años de guerra mundial, guerra civil, hambruna, etc. y el atraso cultural del país fueron la base de la degeneración burocrática. Una vez en el poder la burocracia tenía que encontrar una “nueva” teoría para sostenerse y ésta la encontró en el llamado “socialismo en un solo país”. Cuando la burocracia se sintió segura, entrada la década de los 30, comenzó una “guerra civil unilateral preventiva” contra todo lo que representaba a Octubre: se distorsionó la historia de forma burda y se purgó al partido. La intriga, los golpes, la delación y el espionaje fueron métodos comunes en la “política” y para terminar se asesino a toda la vieja guardia bolchevique. Un río de sangre separa al estalinismo del bolchevismo.
En una de las moderaciones el compañero Wilder Pérez, del Instituto de Filosofía, resaltó la importancia de tener este seminario en la misma Cuba y la presencia de los compañeros del exterior. Trotsky no es un personaje desconocido en las capas de la intelectualidad que desde el pensamiento crítico defiende la revolución cubana. Una profesora dio una participación desde el público sobre la teoría de la revolución permanente muy bien estructurada y con enorme conocimiento, explicando que en los Estados socialistas estas ideas no se discuten y deberían difundirse más. Por su parte, el joven estudiante Yunier Mena hizo una ponencia sobre Arte y Literatura explicando las ideas de Trotsky y las contradicciones que el arte tuvo con el ascenso de la burocracia estalinista.
La directora del hoy Museo Casa León Trotsky, donde el revolucionario exiliado recibiera el atentado mortal, Gabriela Pérez, también expuso en las sesiones hablando de la función del museo. En medio de su exposición se proyectó un video realizado para este seminario donde aparece Esteban Volkov, nieto de León Trotsky y sobreviviente del primer atentado en la casa de Coyoacán, entrevistado por Alan Woods, dirigente de la Corriente Marxista Internacional. Además leyó un saludo que Esteban Volkov mandó para la realización del seminario en Cuba.
La última mesa fue moderada por Yohanka León del Río y trató sobre Cuba. La investigadora cubana Caridad Massón, del instituto Juan Marinello, dio una exposición que resultó polémica sobre el juicio a Sandalio Junco, considerado uno de los primeros trotskystas cubanos. Carlos Ricardo Márquez, del Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx, explicó que Julio Antonio Mella, desde que tomó partido por el marxismo, mostró su admiración por León Trotsky, algo que se mantendría hasta el final de su vida. Este joven revolucionario cubano, entraría en contacto con la Oposición de Izquierda y llevaría estas ideas a México y Cuba. En textos como “¿A dónde va el ARPA?” Se puede notar su influencia de las ideas de León Trotsky. En su ponencia, Carlos Márquez, también colaborador de la revista América Socialista, terminaría diciendo que desde los orígenes del comunismo cubano se encuentra la presencia de las ideas de León Trotsky, que estas no son ajenas a la tradición revolucionaria de este país y debemos reivindicarlas.
Este seminario no obedeció a una coyuntura, se realizó por la insistencia y persistencia del joven intelectual cubano Frank García Hernández, quien trabaja en el Instituto Juan Marinello. Él ha estudiado el pensamiento de Trotsky y la historia del trotskismo en Cuba. Para que este evento se concretara tuvo que lidiar con mil trabas burocráticas y presiones. Trotsky no es un personaje prohibido en Cuba, pero ciertamente no se impulsa su estudio. Hay mucho interés en sus ideas en todos los niveles pero también es claro que hay gente que no le interesa que se le conozca a fondo y hasta lo bloquea.
Todas esas complicaciones implicaron el cambio de fecha del seminario. Las propias limitantes materiales en el archipiélago revolucionario cubano, acosado por el bloqueo, fueron una enorme dificultad. Mucha de la planificación del evento se perdió a unos días de su realización dentro de una Laptop que se rompió. Fue un trabajo titánico de coordinar hospedaje a tantos invitados extranjeros así como comidas, traslado de materiales para el seminario (algunos de los cuales se quedaron en la aduana), conseguir las salas de reunión, proyección y cierre. Una compañera clave en toda la organización fue la joven periodista cubana Lisbeth Moya.
Las ideas de León Trotsky brillan con luz propia, pero no podemos decir lo mismo de muchos de los que se declaran trotskistas que son en realidad grupos con una mentalidad estrecha y sectaria. Otra dificultad para los organizadores fue lidiar con toda una serie de estos grupos extraños, algunos de ellos con posiciones abiertamente contrarias a la revolución cubana y venezolana que querían imponer ultimátum a quienes les invitaban. Había un peligro serio de que el seminario se saliera de control, afortunadamente los organizadores lo fueron resolviendo de forma correcta.
Al finalizar se proyectó un mensaje de Alan Woods, dirigente de la CMI, al evento.