Disipado el humo del campo de batalla, los trabajadores en general hemos empezado a poner en el tapete nuevamente nuestra agenda salarial y condiciones laborales. El comportamiento de los Jefes Sindicales del Secretariado Nacional, como Juan José Zanola, es no hacer olas, ya que su acuerdo con el gobierno y las patronales, como parte que es del Directivo cegetista, es mantener a los trabajadores dentro del llamado "Acuerdo del Bicentenario".
Los empleados bancarios sufren las políticas inflacionarias que desvalorizan el salario, profundizado en los meses anteriores con la contienda entre el campo y el gobierno.
Disipado el humo del campo de batalla, los trabajadores en general hemos empezado a poner en el tapete nuevamente nuestra agenda salarial y condiciones laborales.
La gran patronal nacional y extranjera presiona sobre los músculos y nervios de los trabajadores ya que su única finalidad es seguir ganando rabiosamente a costa de nuestros bolsillos.
El comportamiento de los Jefes Sindicales del Secretariado Nacional, como Juan José Zanola, es no hacer olas, ya que su acuerdo con el gobierno y las patronales, como parte que es del Directivo cegetista, es mantener a los trabajadores dentro del llamado "Acuerdo del Bicentenario".
En particular, los paros que se realizan por aumentos de salarios y por la defensa del Instituto de Previsión Social, que lleva a cabo el Banco Provincia de Buenos Aires, y que además se expresó en masivas movilizaciones junto a otros sectores de estatales para rechazar la Ley de Ordenamiento Financiero Provincial, es un elemento de acicate sobre la conciencia de los empleados de banco y los trabajadores estatales en general.
Es verdad que en Rosario la lucha por el rechazo a la Ley no es aún muy tenida en cuenta, ya que el gobierno nacional también tiene pensado ir por las Cajas Autónomas de nuestra provincia; pero la realidad económica de los flacos bolsillos aprieta día a día y presiona a los Jefes Sindicales a que reclamen lo que ellos no quieren; están obligados hoy, a pedir $500 hasta diciembre, con lo que "nuevamente se abre" la discusión paritaria.
Los engañosos índices inflacionarios que tira el INDEC, dependiente del gobierno de Cristina K ya no convencen a nadie. Los mismos trabajadores de este organismo, que son apretados por el matón de Moreno y cía., arrojan cifras que van desde el 25% al 30% en lo que va del año.
Es hora de abrir el debate
No son solamente las condiciones laborales y los bajos salarios lo que tenemos como desafío, ya que el imperialismo es la dominación financiera, que junto a los consorcios y los bancos, concentran en sus manos el verdadero dominio de la economía. Los bancos reúnen en su estructura, de forma concentrada, toda la estructura del capitalismo moderno. Combinan la tendencia al monopolio con la tendencia a la anarquía.
Producen empresas gigantes, crean la inflación las crisis y el paro.
No se puede dar paso alguno contra este despotismo de los monopolios y de la anarquía, si dejamos el mando de la banca a los perros de presa del capital.
El Banco Central de la República Argentina se desarrolla con arreglo al gobierno de turno y a la presión y acuerdos con los Bancos más fuertes, ya que no es el interés general de la población pobre y de los trabajadores lo que está en primera jerarquía, sino los intereses y las ganancias de estos monopolios financieros.
Con la valentía del Presidente Chávez, que nacionalizó el Banco de Venezuela, y con los gritos que aún resuenan de los repugnantes escuálidos del país hermano; los empleados de banco tenemos hoy la oportunidad de sostener un debate y generar una corriente que articule las reivindicaciones más sentidas junto a la necesidad de crear un sistema unificado de inversión y crédito, junto a un plan racional que corresponda a los intereses del pueblo. Hay que fundir a todos los Bancos en un solo Banco Nacional. Sólo la expropiación de la banca privada y la concentración del sistema crediticio en manos del Estado -con control de los trabajadores y usuarios- puede proporcionar al Banco nacional los recursos materiales necesarios para la planificación económica.
Por supuesto que no hablamos de la expropiación de los pequeños ahorros como sucedió con el corralito en el 2001. Se trata de que la nacionalización de la banca cree las condiciones para el crédito barato al pequeño ahorrista, a los trabajadores y el pueblo pobre.
Este es nuestro desafió; poner en pie una Corriente de Bases Bancaria Nacional de cientos de empleados es la tarea.