Los trabajadores de Visteon en Enfield y Basildon se han unido a los de Belfast en la ocupación de sus fábricas. La gerencia ha puesta la empresa en venta. Los trabajadores de Belfast que han estado defendiendo su ocupación noche y día, fueron echados brutalmente de los locales sin ningún aviso. Si la dirección se sale con la suya, 600 trabajadores de las tres plantas serán despedidos.
Los trabajadores de Visteon en Enfield y Basildon se han unido a los de Belfast en la ocupación de sus fábricas. La gerencia ha puesta la empresa en venta. Los trabajadores de Belfast que han estado defendiendo su ocupación noche y día, fueron echados brutalmente de los locales sin ningún aviso. Si la dirección se sale con la suya, 600 trabajadores de las tres plantas serán despedidos y cobrarán lo mínimo en concepto de indemnización. Incluso los trabajadores que llevan 30 años en la empresa sólo recibirían 9.000 libras, pero la mayoría cobraría mucho menos.
En Belfast, John McGowan, jefe de turno en Visteon, dijo: "Estoy estupefacto. Siento que es totalmente injusta la manera en que nos está tratando la empresa. En el pasado ya pagaron indemnizaciones por despido debido a la caída de las ventas.
"El año pasado ofrecían unas indemnizaciones de 30.000 libras mínimo. Ahora me dicen que por mis treinta años de lealtad a esta empresa conseguiré una indemnización por despido de unas 9.000 libras. Es totalmente injusto".
El antecedente a esta disputa es que Visteon estaba subcontratada por Ford como una manera de atacar los salarios y condiciones laborales. Antes de la incorporación en el año 2000, las fábricas formaban parte del grupo Ford fabricando autopartes. Los trabajadores cobraban los salarios normales y disfrutaban de las condiciones laborales de Ford. La idea de los empresarios fue separar los suministradores de autopartes de la planta principal. Desde el año 2000 los trabajadores de Visteon han luchado decididamente contra los intentos de reducir su categoría laboral, pero la dirección dice que la empresa está perdiendo dinero.
Poner la empresa en venta supone poner en peligro las jubiulaciones de los trabajadores. El dinero terminará en el Fondo de Protección de Jubilaciones, donde se convertirá en un fondo zombie sin garantías para los trabajadores y pensionistas, que tendrían que hacer éstos si Raytheon incumple.
La empresa también creó un grupo separado llamado Visteon Engineering Services, que en realidad es una tapadera para poner a salvo sus propias pensiones del resto. Una y otra vez, la dirección de Ford juró que la contratación de Raytheon no se trataba de una estratagema para no hacer frente a sus obligaciones con la plantilla de componentes. En el pasado, un despido en Ford iba a acompañado de una indemnización decente. En el año 2000 los trabajadores de Ford arrancaron unas garantías de hierro, pero la empresa se las ha saltado de una manera vergonzosa.
Los trabajadores que han ocupado las empresas han hecho un llamamiento a los de Ford para que se solidaricen, para que impidan que la empresa pueda acceder a otras fuentes alternativas de suministro de componentes. Poner a Raytheon al frente de la administración es una maniobra para cargar la crisis de la industria automovilística sobre los hombros de los trabajadores. ¡Pero los trabajadores resistirán! En Belfast vemos la unidad de trabajadores católicos y protestantes, y en estas islas la unidad de trabajadores británicos e irlandeses.