España: miles de trabajadores contra el cierre de empresas en Vitoria-Gasteiz

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A la vuelta de las vacaciones, 89 trabajadores de la empresa San Ignacio se encontraron con la empresa vacía. Habían retirado la maquinaria, el almacén estaba limpio de existencias y les impidieron acceder al puesto de trabajo (lo mismo habían hecho en el verano del 2010 con otra empresa del grupo Gateor). A los trabajadores de Daewoo (fábrica de frigoríficos) los recibieron con un ERE de extinción de 143 puestos de trabajo.

A la vuelta de las vacaciones, 89 trabajadores  de la empresa San Ignacio se encontraron con la empresa vacía. Habían retirado la maquinaria, el almacén estaba limpio de existencias y les impidieron acceder al puesto de trabajo (lo mismo habían hecho en el verano del 2010 con otra empresa del grupo Gateor). A los  trabajadores de Daewoo (fábrica de frigoríficos) los recibieron con un ERE de extinción de 143 puestos de trabajo.

Sin apenas tiempo para organizarla, los comités de empresa se ponen de acuerdo y convocan una manifestación conjunta para el jueves día 15 de septiembre pidiendo la solidaridad del resto de trabajadores de Álava.

A pesar del poco tiempo disponible (pues no dio tiempo para que los sindicatos convocaran asambleas de delegados, y estos a su vez asambleas en las fábricas para recabar el apoyo de los trabajadores, que hubiera sido lo deseable), la manifestación fue un éxito, con una participación de entre 3000 y 5000 trabajadores según la fuente, lo que indica la toma de conciencia sobre la gravedad de la situación y el futuro que nos espera.

PRIMERA MANIFESTACIÓN EN UNIDAD DE ACCIÓN EN AÑOS

También es destacable la unidad de acción sindical, algo que parecía imposible y que no consiguieron ni las huelgas generales ni los muertos por accidentes laborales. Unidad de acción conseguida desde abajo ya que la convocatoria fue de los comités de dichas empresas y secundada por los sindicatos UGT, ELA, LAB, CCOO, ESK y a la que se sumaron BILDU, EB-IU y el movimiento social Democracia Real Ya (DRY).

Es importante también el lema “ALAVA NO SE CIERRA”, indicando un punto más en el proceso de  toma de conciencia, pues este lema refleja la comprensión de que ya no es un tema individual de una empresa, sino un problema del conjunto de los trabajadores. Los puestos de trabajo que se pierden no afectan sólo a nuestra generación, sino también a la de nuestros hijos.

La conclusión es que a un problema colectivo tenemos que darle una solución colectiva, no hay otro camino.

Al final de la manifestación se leyó un comunicado que hacía referencia a esta cuestión, enumerando algunas empresas de las más significativas que han cerrado desde el inicio de la crisis (CEGASA, BH, KEMEN, SAUNIER DUVAL, CEPLASTIK, YESAL, YOSUTHERMIK, CARAVANAS HERGO, TZO, GATEOR…), junto a miles de trabajadores despedidos de pequeñas empresas y del sector de la construcción que no tienen reflejo en los medios.