Entrevistas a Cindy Sheenan (EEUU), Juan Torres (argentino) y familiares españoles de soldados muertos en Iraq y en Afganistán

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Durante el pasado mes de diciembre hemos tenido la suerte de conocer a varios representantes del movimiento contra la guerra de EEUU, que han estado de gira en el Estado español. Durante su estancia participaron en una concentración frente a la embajada norteamericana en Madrid. También se reunieron con representantes del gobierno y con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, para pedir que se siga presionando al gobierno de Bush para que retire las tropas de Iraq, como se hizo con las tropatropas españolas tras las elecciones del 14 de marzo.

Los muertos siempre los ponemos los mismos

Durante el pasado mes de diciembre hemos tenido la suerte de conocer a varios representantes del movimiento contra la guerra de EEUU, que han estado de gira en el Estado español. Durante su estancia participaron en una concentración frente a la embajada norteamericana en Madrid. También se reunieron con representantes del gobierno y con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, para pedir que se siga presionando al gobierno de Bush para que retire las tropas de Iraq, como se hizo con las tropas españolas tras las elecciones del 14 de marzo.

El lunes 19 de diciembre, Cindy Sheehan -madre de un soldado norteamericano muerto en Iraq, y símbolo ya de la lucha contra el gobierno Bush y contra la guerra y ocupación imperialista en Iraq- acompañada por Beatriz Saldívar y Juan Torres, familiares de soldados muertos en Iraq y en Afganistán, participaron en un acto en la Asociación de Vecinos de la Prospe con miembros de distintas organizaciones, entre las que estuvimos compañeros del Sindicato de Estudiantes y de El Militante. Nos explicaron su dura y dramática experiencia personal y cómo han ido desarrollando su movimiento, los efectos que está provocando dentro de EEUU y sobre todo nos pidieron que los trabajadores del resto del planeta sigamos ejerciendo presión para conseguir su objetivo: la retirada de las tropas norteamericanas de Iraq y el fin de esta carnicería. En este acto también pudimos contar con la presencia de Pilar Manjón, presidenta de la asociación de víctimas del 11-M.

‘El gobierno nos quiere callar con medallas’

Cindy Sheenan apeló al Gobierno del PSOE a denunciar los crímenes de guerra cometidos por Bush. “Miles de vidas en EEUU y centenares de miles de vidas en Iraq han sido destruidas por culpa de mi gobierno”. También señaló que está habiendo un cambio en el ambiente social: “EEUU al fin se está despertando”. Con firmeza y convicción afirmaba que “nuestras tropas volverán a casa e impediremos que esto vuelva a suceder”.

Beatriz dijo que “Las víctimas del 11-M son víctimas del terrorista Bush” y que el gobierno del PSOE los ha tratado con mucho respeto, “un respeto que quizá algún día el gobierno de EEUU aprenda”. Hizo también un emotivo paralelismo entre la muerte de su sobrino en Iraq y la del hijo del Pilar Manjón, muerto en los atentados del 11-M en Madrid. “Los políticos que mienten son los verdaderos enemigos”, dijo. Su sobrino murió cuando estuvo en Iraq por segunda vez. Señaló que a “a los políticos no les importamos” y que “allá el enemigo es el que se está defendiendo de nuestra presencia, es un enemigo invisible”.

Fue contundente cuando nos dijo: “Mi gobierno nos quiere callar con medallas, pero callar es no vivir, el miedo es no tener paz”. Enfatizó en el impacto que tuvo el regreso de las tropas españolas y en lo importante que fue “el impresionante cambio de gobierno”, pero también señaló que eso no es suficiente, y que había que seguir presionando a EEUU. Beatriz, entendiendo que el pueblo iraquí no es su enemigo, denunció el silencio que se cierne sobre las víctimas iraquíes y también la acusación que les hace el gobierno de Bush de “no apoyar a los nuestros”.

Juan Torres explicó el caso de su hijo. “Fui a EEUU desde Argentina huyendo de la dictadura y me he encontrado en EEUU una dictadura similar a aquella de la que huía. Pensaba que había logrado el ‘sueño americano’ y mataron a mi único hijo en Afganistán”.

‘Por ser limpio y honesto está muerto’

Con 17 años fue engañado en su escuela por los reclutadores del ejército. Una vez destinado en Afganistán su hijo denunció el tráfico de drogas que había en su base militar. “Los oficiales los empujan a eso”, dijo Juan Torres. “Por ser limpio y honesto está muerto”.

Juan explicó que cuando el cadáver de su hijo llegó a Houston -Texas lo engañaron, diciéndole que “no podía abrir el cajón, que el cuerpo estaba decapitado”. Finalmente, consiguió abrir el ataúd y comprobó que era falso. Entre las muchas “versiones” de los mandos militares una de ellas fue la del suicidio, pero Juan consiguió una autopsia donde se demuestra que las heridas que tiene son de un arma utilizada por los oficiales del ejército. El hijo de Juan habló con su madre por teléfono dos horas antes de morir y le contó que le habían cambiado el horario del turno. Poco después apareció muerto en la ducha. Juan está participando en un documental sobre la historia de su hijo y pide responsabilidades: “sé quiénes lo mataron”. Recordó a la familia Couso, diciendo que también sabía quiénes eran los asesinos de José Couso.

Juan denunció que de los muertos en Iraq el 68% son hispanos y negros, sobre una población total del 22% de estadounidenses de esas minorías y que “el reclutamiento se hace en las escuelas públicas y los barrios pobres”. Alertó que “está a punto de aprobarse una ley por la Corte Suprema que dará permiso abierto a los militares para reclutar en las escuelas”. Durante las inundaciones provocadas por el huracán Katrina “permitieron la entrada de reclutadores en el estadio Astrodome para que se aprovecharan de las circunstancias, así juegan con los pobres”.

Lamentable actitud de la Comunidad de Madrid hacia las víctimas del 11-M

Pilar Manjón hizo una muy emotiva intervención recordando a su hijo, que en el momento del acto cumpliría 20 años: “Colgó el cartel del no a la guerra en su balcón… y ahí sigue”. “Los muertos siempre los ponemos los mismos”.

Denunció que, además de los 192 asesinados, el 11-M dejó a 1.500 heridos a pesar de lo cual no se ha contratado “ni un solo facultativo más por la CAM para atendernos”. Es más, informó que “el 31 de diciembre [de 2004] fueron despedidos los psicólogos y psiquiatras que trataban a los afectados”. También reivindicó la formación para el empleo para los heridos con minusvalías: “queremos un trabajo digno”.

También desde la mesa, Santiago González, de la campaña por un mundo sin bases militares, denunció entre otras cosas la ley de Defensa Nacional y la existencia de un centro de investigación de armas químicas en Madrid.

‘Nosotros vamos a ser vuestro peor huracán’

Respondiendo al turno de preguntas Cindy Sheenan afirmó que “dos tercios de la población están hartos de mentiras”. Dijo que sólo había dos opciones: el fin de la guerra o sacar a Bush de la presidencia. Explicó que, incluso, muchos republicanos estaban empezando a distanciarse de la guerra.

Cindy señaló que fue sobre todo en el mes de agosto, con la marcha al rancho de Bush en Texas, cuando el movimiento contra la guerra empezó a tomar fuerza. “El sentido de las olas del mar está cambiando”.

A una pregunta del público Cindy dejó bien claro que no le importaba ninguna presión de la CIA ni de nadie. “¿Qué más nos pueden hacer si ya han matado a nuestros hijos?”. En relación a los soldados, Beatriz dijo que “no tienen voz”, pero “piden que hablemos por ellos”. Dijo que el movimiento en EEUU tiene también el apoyo y la colaboración de familiares de militares que siguen vivos. También explicó la vinculación de su movimiento con las víctimas del Katrina, cuyo desastre se produjo en plena campaña suya en el rancho de Bush. “Llevamos tres autobuses de agua y alimentos, fuimos hasta la zona afectada e incluso ayudamos en labores de rescate, sacando a gente del agua…”. En 22 días recorrieron 58 ciudades de 22 estados. Han recaudado fondos y con ellos han comprado alimentos para las víctimas. También destacó mucho la manifestación contra la guerra del 29 de septiembre de 2005, en la que se juntaron 500.000 personas en Nueva York.

El último mensaje de los participantes, dirigido a Bush, fue contudente: “Nosotros vamos a ser vuestro peor huracán”.