"No puede haber clase trabajadora organizada sin un proyecto político"
El 10 de diciembre asumen los 8 nuevos legisladores de Proyecto Sur en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, que se suman al legislador actual Martín Hourest. Esto convierte a Proyecto Sur en el principal grupo de oposición al gobierno de derecha de Mauricio Macri. Aprovehamos esta eventualidad para entrevistar a Fabio Basteiro, Secretario General de CTA-Capital y dirigente de la bancada de Proyecto Sur en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
"No puede haber clase trabajadora organizada sin un proyecto político"
El 10 de diciembre asumen los 8 nuevos legisladores de Proyecto Sur en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, que se suman al legislador actual Martín Hourest. Esto convierte a Proyecto Sur en el principal grupo de oposición al gobierno de derecha de Mauricio Macri. Aprovehamos esta eventualidad para entrevistar a Fabio Basteiro, Secretario General de CTA-Capital y dirigente de la bancada de Proyecto Sur en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
El Militante.- Qué reflexión te merece que el dirigente de una central obrera como la CTA encabece la oposición en la Ciudad al gobierno de derecha de Macri
Fabio Basteiro.- La reflexión es todo un proceso de mucho tiempo. La CTA, desde su fundación, siempre tuvo un concepto de que el sindicalismo no era solamente la reivindicación exclusiva de los trabajadores registrados por el convenio colectivo o la lucha salarial. Obviamente, que esto forma parte de la naturaleza misma de las organizaciones sindicales. Pero entendíamos nosotros que no podía haber clase trabajadora organizada sin un proyecto político que implique también la disputa con las diferentes clases donde se da la lucha de los trabajadores.
Evidentemente eso no se resuelve solamente con una candidatura, no se resuelve solamente con un proceso electoral, consideramos que ese plano de disputa tiene que ser integral. Llevar la calle a la Legislatura y la Legislatura a la calle es toda una decisión, una definición política que implica ser parte del conflicto social. Entonces, ese proceso se fue dando de diferente manera según la etapa de crecimiento, la consolidación de la Central. Y, fundamentalmente, porque las condiciones en nuestro país fueron variando, la decisión de asumir esta responsabilidad sin dudas que es todo un desafío. Fundamentalmente, porque somos muy reflexivos a la hora de pensar de no ser una experiencia más de aquellas otras fracasadas que tuvo la izquierda y el progresismo en nuestro país. Entonces, es obvio que uno no quiere reiterar las acciones de carácter sectario o socialdemócratas, o acciones que terminaron siendo frustraciones y retrocesos para el pueblo trabajador. Y en función de eso consideramos que hay que nutrirse y ser parte de una lógica de funcionamiento con una clase trabajadora organizada, conciente la liberación de nuestro pueblo. Y en un proceso que necesita de mayor debate, de mayor aptitud, de mayor capacidad de estructurar respuestas que sean efectivas.
Este desafío es bastante complejo porque se da en un proceso donde la CTA se tiene que jugar por ser parte y cabeza del conflicto social en Argentina, tiene que tener definiciones muy categóricas con respecto a los intereses de la clase, al interés antiimperialista y, fundamentalmente, a la concepción de que la liberación de los pueblos stiene que hacerse en base a los sectores desposeídos.
Por esa razón tiene que tener el funcionamiento y la dinámica de una lógica de acumulación política diferente al marketing electoral, y que se tiene que complementar en un proceso donde todos los sectores puedan ser parte de una experiencia política.
En este sentido, la Constituyente Social es una de las alternativas que nosotros planteamos como parte de esa lógica, que depende de la capacidad de crecimiento, de instalación, de arraigo territorial y de desarrollo organizativo; y luego, que el debate político, ideológico, de pensamiento tiene que estar vinculado a la acción.
Este desafío es lo que nos pone en una situación donde ocupar una banca tiene sentido si somos parte de la resolución de los conflictos y somos parte también de la decisión de la construcción de un polo igualmente alternativo y superador a este esquema de dominación que está planteado. Bueno, es un desafío.
La ciudad de Buenos Aires tiene características particulares, donde se asientan las casas matrices del interés transnacional, de la gran burguesía financiera, es una ciudad con un fuerte proceso de concentración económica. Una ciudad muy rica pero, a la vez, es la más desigual de toda la nación argentina.
De ahí que también abre la posibilidad de servir y colaborar hacia la nacionalización de nuestra propuesta política. Por eso estamos trabajando con otros compañeros dentro de Proyecto Sur, con otros compañeros de la Central en otras provincias, y nos parece que este camino tiene que ser ratificado con los criterios que te decía antes. Que tenemos que entender que un movimiento político, de esta nueva experiencia en nuestro país, tiene que tener muy clara la amplitud y la convocatoria pero también muy profundas las definiciones. No se puede privilegiar ganar una elección en base a tratar de adecuarse al modelo, adecuarse al sistema, y adecuarse a las lógicas del funcionamiento del sistema político partidario que hoy existe en la Argentina. Esto es un desafío.
Obviamente que tenemos deficiencias, pero cuando uno es conciente de la debilidad puede potenciar las fortalezas que anidan. Me parece que ese proceso autocrítico de permanente debate nos tiene que servir para dirigir nuestra política a la convocatoria a millones que hoy están esperando una respuesta por parte de los sectores populares. Este es el desafío y va a depender del laburo que se realice.
Pero también quiero dejar claro que una central obrera, una central como la CTA tiene que garantizar y seguir trabajando con los criterios de autonomía de la clase trabajadora ¿Cómo es esto? Siendo Secretario General yo reclamo que la Central tiene que tener autonomía porque me parece que la autonomía no es la independencia extrema de los procesos políticos y sociales que existen en nuestro país. No es escribir en los libros de historia verdades autorreferenciales ni quedarse al costado de la avenida por donde transita la mayoría de nuestro pueblo. Fundamentalmente, es el ámbito de debate y organización de nuestra fuerza que nos permita construir una agenda política como trabajadores, las prioridades que surjan de ella y una metodología de conducción. Y obviamente que yo sigo siendo parte de la Central y cada vez soy más CTA en función de que la agenda política en ese criterio de autonomía tiene que servir para nutrir las experiencias de carácter electoral. Tiene que ser la dinámica movilizadora de las políticas legislativas, tiene que ser las herramientas que nos permitan intervenir en el conflicto. Y me parece que esta puede ser una diferencia en este proceso que se abre a partir del 10 de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires.
Que la CTA ponga la agenda de discusión en el recinto, pero que fundamentalmente construya también con los diferentes sectores políticos partidarios, con los sectores sociales, con los sectores religiosos, culturales, con todos aquellos que quieran construir nuevas experiencias en nuestra ciudad.
EM.- ¿Cuáles serían las primeras iniciativas y propuestas que llevarán a la Legislatura?
FB.- Sin lugar a dudas que nuestra propia experiencia organizada dentro de la CTA, dentro de movimientos cooperativos, y otros, nos da una agenda que venimos construyendo hace mucho tiempo.
Toda la cuestión de la situación laboral, de la situación del trabajo, de la desigualdad social, de la pobreza; más el tema educación, salud, el tema de la vivienda en Buenos Aires, que es un tema que implica además el tema territorial, la transferencia que se hace del capital social acumulado hacia las empresas transnacionales y los grupos económicos concentrados, son elementos que nosotros vamos a denunciar pero, fundamentalmente, vamos a construir alternativas.
Estas son lógicas de funcionamiento que a nosotros nos ponen fundamentalmente en la necesidad de que la agenda del mandato legislativo sirva – vuelvo a reiterar – , para estar junto a los compañeros y construir referencias por fuera de la Legislatura que se nutran del propio debate y de la disputa que se va a dar. Una disputa que también es de clase y que necesitamos sustentar sobre una lógica de correlación de fuerzas a favor del pueblo trabajador.
Nosotros tenemos proyectos de ley, estamos trabajando en esto desde hace mucho tiempo y ahora necesitamos precisar estas cuestiones; pero está claro que el tema del planeamiento urbano, de la vivienda, la situación laboral, la infancia y la juventud, la educación y la salud son los elementos centrales en el desarrollo de la agenda política de Proyecto Sur y de Buenos Aires para Todos.
