El Desafío del Cubo de Hielo: ¿Cómo podemos realmente curar la ASL?

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als thEl “Ice Bucket Challenge” se ha convertido en un fenómeno eminentemente viral. Innumerables vídeos que muestran las personas vertiendo sobre sí mismos cubos de agua helada han inundado los medios de comunicación social. Todo el mundo desde GW Bush hasta Will Smith a Britney Spears a su vecino de al lado a la mitad de sus compañeros de secundaria se están uniendo en las travesuras de finales de verano y nominando a alguien más para hacerlo.

Si el reto no se cumple el plazo de 24 horas, el candidato se supone que tiene que  donar a la Asociación ALS. Algunas personas donan no importa con  qué  condición. Otros donan a organizaciones benéficas no a la ALS. Otros sólo quieren tener un poco de diversión. En teoría, todo esto se está haciendo para “aumentar la conciencia sobre la ELA.” Como resultado de esta campaña, se estima que 740.000 personas han donado 42 millones dólares a la Asociación ALS desde el 29 de junio ¿Pero qué significa todo esto? ¿Es suficiente “crear conciencia”? La mayoría de la gente ni siquiera sabe lo que es la ELA. ¿Es esto realmente una manera de “crear un mundo sin ALS”?

[Este artículo fue publicado por primera vez en Socialist Appeal (EE.UU.)]

¿Qué es la ELA?

ALS significa esclerosis lateral amiotrófica, y solía ser conocido más popularmente como “la enfermedad de Lou Gehrig,” luego de la muerte del excepcional  jugador de béisbol de los  New York Yankees que sufrió la enfermedad. Según Wikipedia: “[ALS] es una enfermedad neurodegenerativa con varias causas. Se caracteriza por la espasticidad muscular, una debilidad rápidamente progresiva debido a la atrofia muscular y dificultad para hablar (disartria), tragar (disfagia), y para respirar (disnea). La ALS es la más común de las cinco enfermedades de la neurona motora. Uno de las famosos víctimas de esta enfermedad es Stephen Hawking”.

Según la Asociación ALS, ” La ELA no es contagiosa. Se estima que la ELA es responsable de aproximadamente dos muertes por cada cien mil habitantes al año. Aproximadamente 5.600 personas en los EE.UU. son diagnosticadas con ELA cada año. La incidencia de la ELA es de dos por cada 100.000 personas, y se estima que unos 30.000 estadounidenses pueden tener la enfermedad en un momento dado. Aunque la esperanza de vida de un paciente con ELA tiene un promedio de dos a cinco años desde el momento del diagnóstico, esta enfermedad es variable y muchas personas viven con un buen nivel de vida por cinco años y más. Más de la mitad de todos los pacientes viven más de tres años después del diagnóstico”.

La pobreza mundial y la enfermedad por los números

Sólo alguien carente de empatía querría ver sufrir a alguien de alguna de las miles de enfermedades que siguen afligiendo a la humanidad. Una cura,  un tratamiento o una medida preventiva para la ELA puede y sin duda debe de encontrarse. Pero vamos a poner las cosas en contexto. A nivel mundial, en 2012, 8,5 millones de personas murieron a causa de la cardiopatía isquémica y la hipertensión; 6,7 millones de accidentes cerebrovasculares; 3,1 millones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); 3,1 millones de infecciones de las vías respiratorias inferiores; 1,6 millones de la tráquea / bronquios/ cáncer  de pulmón; 1,5 millones por el VIH / SIDA; De 1,5 millones de diarrea; 1,5 millones de diabetes; 1,3 millones por accidentes de tráfico; y 627.000 de la malaria, de 207 millones de episodios clínicos de dicha enfermedad.

Gran parte de este sufrimiento se debe a una falta de atención básica de salud e infraestructura, agua potable, sistemas de saneamiento y alcantarillado, jabón, electricidad, combustible para cocinar, educación, alfabetización, el conocimiento de la higiene básica, el acceso a alimentos saludables, viviendas bien ventiladas y condiciones de vida sin hacinamiento. Teniendo en cuenta que casi la mitad de la población-2.8 billones personas-vive con menos de 2 dólares al día, se necesitaría relativamente poco dinero para sacar a cientos de millones de personas de esta pesadilla de la miseria y el sufrimiento del mundo. Así que ¿por qué no se han eliminado estos problemas?

Los EE.UU. a menudo encabeza la lista de “nación más caritativa del mundo”, incluso en las profundidades de la actual Gran Recesión. El hecho de que cientos de miles de personas han pasado por el desafío del cubo de hielo y donado a la Asociación ALS es una prueba de que, contrariamente a la creencia popular, los estadounidenses no son todos “codiciosos”. Al igual que todos los trabajadores, los trabajadores estadounidenses quieren un nivel básico de comodidad, seguridad y calidad de vida para sus amigos y familias, y están dispuestos a compartir lo poco que tienen con los demás si ellos piensan que puede hacer una diferencia. Esto desmiente el mito de que la idea de poner en común –o de un modo socialista los bienes, de manera que colectivamente acumule los recursos de la humanidad para asegurar una alta calidad de vida para todo el mundo- es de alguna manera “antiamericano”.

Poner su dinero donde están sus bocas, millones de estadounidenses han dado miles de millones más por décadas para causas nobles como la eliminación de la falta de vivienda, la alimentación de los niños que mueren de hambre, y la búsqueda de una cura para el cáncer de mama. No obstante, estos problemas todavía plagan la sociedad. Ya sea que lo  queramos aceptar o no, para probar el budín hay que comerlo, y las donaciones de caridad ha hecho muy poco para mejorar realmente las cosas. Para abordar seriamente los problemas graves, se necesitan recursos serios, no  los recursos ya escasos y limitados de trabajadores ordinarios.

Así que de nuevo, vamos a poner las cosas en contexto. Se estima que el hambre en el mundo podría desaparecer con sólo $30 mil millones al año, mientras que solamente la fortuna de 500 compañías Estados Unidos poseen $2 billones en activos en efectivo no invertidos que permanecen inactivos en los bancos de Estados Unidos, y otros 2 billones de dólares o más recaudos en cuentas en el extranjero. Y de acuerdo con el economista Jeffrey Sachs, la pobreza extrema en el mundo se podría eliminar con sólo 175 billones de dólares por año durante 20 años, mientras que los gastos militares mundiales alcanzan cantidades alucinantes al año de  $1,750 mil millones.

Por supuesto, desde una perspectiva marxista, estos esquemas abstractos para eliminar la pobreza y el hambre dentro de los límites del capitalismo son utópicos. Sólo sobre la base de una economía mundial socialista planificada racional y democráticamente podemos esperar alcanzar un progreso real para poner fin a estos problemas. Éstos no se pueden resolver en forma aislada de cuestiones más amplias tales como quién es el dueño de las palancas fundamentales de la economía y quién controla el estado, por no hablar de la cuestión de los empleos, la salud, la educación, la vivienda y la infraestructura. Sin embargo, estas cifras demuestran el potencial que existe para abordar seriamente estos problemas, no a través de un goteo de donaciones privadas a organizaciones privadas, pero aprovechando el enorme potencial colectivo de los EE.UU. y las economías del mundo.

Financiación de la investigación, la austeridad, y los “sin fines de lucro”

Sólo como un ejemplo del potencial de “economía de escala” con fondos procedentes del  Estado, consideremos que, en 2007, incluso después de décadas en recortes a los programas federales, el Instituto Nacional de Salud (NIH) gastó $30 mil millones en la investigación médica, en comparación con los $5 millones recaudados ese año a través de la filantropía privada. ¡Imagínese el potencial cuando la mayoría de la clase obrera tenga el poder político y económico en sus manos!

La crisis del capitalismo ha llevado a la austeridad y los recortes y parece que esto no tiene  fin  a simple vista. Junto a los recortes draconianos a los sellos para la alimentación por un valor de 8,7 mil millones dólares por más de diez años-otros programas que afectan directamente a la salud pública y el bienestar, como la investigación en enfermedades como la esclerosis lateral amiotrofia han sido recortados. Por ejemplo, en 2010, el NIH gastó $ 59 millones en la investigación de la ELA. Esto ahora se ha reducido en un tercio. En general, el presupuesto del NIH se ha reducido en un 25% durante la última década, y sólo el 16% de las solicitudes de investigación son financiados, en comparación con el 30% hace 10 años.

El preguntar por donativos de individuos para cubrir enormes lagunas en la financiación pública es un ejemplo más de cómo se  está poniendo la carga de la crisis capitalista sobre los hombros de los trabajadores y los pobres, mientras que los salarios de gerentes generales y los beneficios empresariales alcanzan nuevos records.

Así que mientras odiamos arrojar agua fría sobre  el genuino entusiasmo para encontrar una cura para la ELA, la dura realidad es que incluso el $42.000.000 alcanzado por el “Ice Bucket Challenge” son sólo una gota en el balde. Según el Dr. Jonathan Serody de la Universidad de Carolina del Norte, las donaciones privadas no pueden de ninguna manera compensar los recortes en la financiación del gobierno. Sin una fuente significativa, confiable y estable de financiación durante un período de varias décadas, incluso una donación de $ 100 de parte de un individuo es sólo una “llamarada de tusa” y “significa poco para apoyar” la investigación necesaria.

¿Y a dónde va el dinero donado a la Asociación ALS? Un rápido vistazo a los estados financieros de la organización “sin fines de lucro” es revelador. En su último año fiscal, 2013-14, sólo el 27% de sus ingresos se gasta en investigación actual en la ELA. En 2012, gastaron sólo el 7% en investigación. Aunque parezca increíble, en el año fiscal 2013, cuando gastaron sólo 12% en la investigación, cerca de $ 2 millones fueron a parar a los salarios de seis cifras de sólo 11 empleados, incluyendo la enorme cantidad de $ 339,475.00 para la presidenta Jane H. Gilbert. Esto significa que si de 100 mil personas cada una donaron $ 20 de su dinero duramente ganado para la Asociación ALS, esto apenas cubriría los paquetes salariales de los 11 altos ejecutivos, ¡a lo cual hay que añadir las pensiones, beneficios de salud y otras pagas! Otro 1,3 millones dólares se gastaron en “viajes” y $ 1 millón fue a los “grupos de presión para buscar apoyo”. Este es el verdadero rostro de muchos de las más grandes asociaciones llamadas “sin fines de lucro”, que se aprovechan de la buena voluntad de la gente con el fin de enriquecer a un puñado de artistas profesionales de la estafa.

¿Cómo podemos realmente curar la ELA?

La cuestión de la búsqueda de una cura para la ELA y otras enfermedades está íntimamente conectada con el estado general de salud de Estados Unidos y la economía en general. Mientras nuestras vidas están dominadas por un sistema económico motivadas por el lucro, las ganancias vendrán siempre antes de las necesidades humanas. Las mego-farmacéuticas, y las corporaciones médicas de servicios de salud, así como las principales universidades, todos compiten entre sí de una manera irracional e ineficiente. En lugar de poner en común sus recursos para el mejoramiento más eficiente de la especie humana, se gastan miles de millones en ejércitos de patentes y abogados de mala práctica, publicidad y marketing, y los departamentos de desarrollo e  investigación  individuales. En lugar de centrarse en la búsqueda de una cura para enfermedades mortales, pero no rentables como la malaria o el VIH / SIDA, se gastan enormes cantidades de dinero en la elaboración de medicamentos hace-dinero como el Viagra y tratamientos de pérdida de cabello.

Compare la situación actual con lo que en la Liga Internacional de los Trabajadores (sección estadounidense de la Corriente Marxista Internacional) luchamos:

“Servicio universal de atención a la salud con calidad-Por un sistema de salud socializado, nacional. La investigación científica libre del afán de lucro. El pleno acceso para todos a la última tecnología médica, tratamientos y descubrimientos. Financiar la investigación masiva de curas y tratamiento del SIDA, cáncer y otras enfermedades. Nacionalización las compañías de seguros de salud, las industrias farmacéuticas y de equipos médicos, los sistemas de mega-hospitales y clínicas relacionadas, e integrarlos en un solo proveedor de salud y democráticamente gestionada y administrada con propiedad estatal”.

Sólo a través de un enfoque racional a la atención de salud, integrados en una economía planificada más amplia, podemos aprovechar con eficacia la energía, la creatividad, y la verdadera voluntad de “hacer del mundo un lugar mejor” de los médicos, enfermeras, investigadores, personal de los  hospitales, de primera auxilios, las universidades y la gran mayoría de los seres humanos.

A los marxistas se nos dice que esto es utópico. Con el debido respeto a los que con la más profunda sinceridad quieren “hacer algo” acerca de la ELA y que han hecho sacrificios para donar a la caridad, la verdadera utopía es imaginar que los males literales y figurativos del mundo pueden ser curados por fundaciones privadas, engaños y celebridades vertiendo agua congelada en la cabeza. “La sensibilización” es ciertamente importante. Pero la conciencia más importante que debe plantearse es el hecho de que el capitalismo es un impedimento para el avance futuro-y para la supervivencia misma de la especie humana.

Esto no quiere decir que el socialismo librará automáticamente al mundo de sus problemas. Tomará tiempo; un proceso colectivo y democrático de años e incluso décadas para librarnos de las cicatrices y los vestigios de la barbarie de la sociedad de clases. Pero al menos el potencial para abordar seriamente y resolver estos problemas será puesto al servicio.

El bullicio en torno al desafío cubo de hielo demuestra que millones de personas sinceramente quieren “hacer algo.” Desafortunadamente, si de verdad queremos cambiar el mundo, no es suficiente con hacer “algo.” Necesitamos una transformación fundamental de la sociedad, y esto no va a suceder rápidamente o fácilmente. Aunque los marxistas tienen un sentido del humor sano, también tenemos un sentido de la proporción, y entendemos que ese cambio no va a venir simplemente  vertiendo cubos de agua helada en la cabeza o haciendo donaciones de caridad. Para que esto sea una realidad, la clase obrera necesita las herramientas mucho menos románticas pero infinitamente más útiles de un programa socialista científico, y una organización revolucionaria, armados con las ideas marxistas y arraigados en el movimiento obrero y la juventud.

Así que si usted está haciendo el “Ice Bucket Challenge” o no, ¿Por qué no considerar la donación a una causa que puede tener un impacto real en la calidad de vida de las generaciones futuras? ¿Por qué no hacer una donación  sola vez o una donación mensual recurrente para promover la labor de la Liga Internacional de los Trabajadores (WIL) y la Corriente Marxista Internacional (CMI)? ¿Por qué no suscribirse a la revista América Socialista o comprar un Periódico Socialist Appeal y aprender más acerca de estas ideas? O mejor aún, unirse la Liga Internacional de los Trabajadores [en México llamada La Izquierda Socialista]  y luchar con nosotros por un futuro socialista en América Latina y en todo el mundo!