Hace aproximadamente 3 años el precio del agua empezó a cotizar en Wall Street. Esta noticia no ocupó la tapa de los grandes medios de comunicación, de hecho muy poca gente se enteró de la noticia (siendo evidente la intención de que pase desapercibida); en espacios imperceptibles de los diarios se podía leer “el precio del agua en California se ha duplicado en el último año según este indicador y con la mayor escasez de este bien, junto al aire clave para la vida, la llegada al mercado de materias primas permitirá según los expertos una mejor gestión del riesgo futuro vinculado” a este bien. Agricultores, fondos o municipios podrán protegerse o especular ante los cambios en el precio del agua.
Con claridad meridiana este pequeño artículo periodístico de Infobae, sin firma, nos ayuda a comprender de qué manera visualizan el negocio del agua: “protegerse o especular ante los cambios en el precio del agua”. Si hacemos foco en el significado de la palabra “especular”, encontramos la siguiente definición clarificadora: “Efectuar operaciones comerciales o financieras con la esperanza de obtener beneficios aprovechando las variaciones de los precios o de los cambios”. En síntesis, el acceso al agua potable pasaría de ser un derecho humano a ser una mercancía más en manos de las burguesías.
El agua como negocio mundial
Los representantes de la burguesía y sus secuaces saben muy bien que en un futuro no muy lejano el negocio del agua se trans- formará en un negocio muy lucrativo. El calentamiento global y la crisis socioambiental está planteando la posibilidad de que las sequías se profundicen en las zonas
más secas y las inundaciones también se profundicen en las zonas más inundables, o sea una agudización de los fenómenos más destructivos.
Según, el gigante estadounidense de los mercados de derivados CME Group: “los nuevos contratos permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados. Aunque el índice está basado en los precios de las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez del agua ha aumentado, este valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua”, una vez más “este valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo” (cursiva nuestra), así es como un negocio enorme se va preparando.
La lucha por el agua es un reflejo de la lucha de clases
Según Naciones Unidas, dos mil millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua, mientras que en los próximos años dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua y millones de personas verse desplazadas; según la visión de la burguesía de codicia irrefrenable éste sería un mercado muy apetitoso.
La problemática del agua está completamente ligada a la lucha de clases, entre dos clases antagónicas e irreconciliables, la burguesía que ve al agua como una mercancía para engordar sus abultados bolsillos y la clase obrera que ve en el agua un recurso para su supervivencia y la posibilidad de la continuidad de la vida en el sentido más amplio de la palabra.
En Argentina nos estamos preparando
En Argentina, tanto grupos ambientalistas como grupos de izquierda nos estamos haciendo eco de esta problemática, aún es una lucha que está comenzando, pero en algunas regiones se están organizando frentes para reclamar mayor información, generando algunos espacios virtuales y espacios presenciales con una cierta duración en el tiempo, siendo un trabajo de difusión entre sectores de la vanguardia y el activismo, un trabajo molecular.
La campaña fuera MEKOROT, ¿qué es esta empresa y qué viene a hacer en Argentina?
Lo primero que tenemos que señalar son los antecedentes de esta empresa.
Mekorot, que en hebreo significa “fuente” fue fundada en 1937 antes del nacimiento del Estado de Israel cuando hubo que encontrar agua en el desierto y hubo aportes generosos para ello.
En 1948 cuando se creó el estado de Israel, Mekorot pasó a ser estatal y expresión de una política que continúa desde entonces. Hay dos pilares muy firmes en Israel una es la seguridad y la otra el manejo del agua, según Clarín, Yizhak Aharonovich, su presidente, “considera que la eficiencia en el uso del agua reduce la incertidumbre económica y es vital para la vida humana”.
Hasta acá todo parece muy normal, una empresa dedicada a ayudar a la población de un país con dificultades hídricas a solucionar sus problemas en beneficio de la población, demasiado bueno para ser real, nada de qué sospechar. El artículo de Clarín, sigue diciendo “la compañía provee el 80% del agua potable del país, opera 3.000 instalaciones para el abastecimiento, la purificación de aguas residuales y la desalinización que realiza a través de una técnica conocida como ósmosis inversa. Administra el acueducto que transporta el agua desde el norte al centro y el sur”.
Y continúa, resaltando la construcción de un vergel en el desierto. “En Argentina, Catamarca, La Rioja y Río Negro firmaron un convenio para el desarrollo e implementación de un plan maestro hídrico, mientras que Formosa y Santa Cruz acordaron una consultoría y Santiago del Estero y Santa Fe suscribieron un convenio para el desarrollo de un futuro plan maestro hídrico. Es que, en el país de la Pampa Húmeda, cerca del 70% del territorio nacional ya tiene déficit hídrico”.
Aunque pareciera que llega a la Argentina la empresa que solucionó los problemas de agua de Israel trabajando para el bien común, hay algo que no termina de cerrar,
cuando el gerente de Mekorot plantea muy abiertamente que en la solución hídrica solo el 10% es tecnología de punta y el otro 90% ¿qué es?
Obviamente, hay información que no es clara, por ello, deberíamos seguir buceando para conocer más profundamente a Mekorot, la página Fuera MEKOROT Argentina nos brinda información más constructiva:
“Esta empresa desvió el río Jordán de Cisjordania y Jordania para servir a las comunidades israelíes. Al mismo tiempo, Mekorot priva a los palestinos de la posibilidad de acceso al agua , el consumo de agua por los palestinos es de unos 70 litros diarios por habitante, muy por debajo de los 100 litros per cápita diarios recomendados por la Organización Mundial de la Salud, mientras que el consumo per cápita diario israelí está a unos 300 litros, MEKOROT se ha negado a abastecer de agua a comunidades palestinas a pesar de una sentencia del Tribunal Supremo israelí, reconociendo su derecho al Agua. Mekorot es un socio orgulloso del plan del Fondo Nacional Judío
«Blueprint Negev», que expulsara a 40.000 ciudadanos beduinos palestinos de Israel desarraigados de sus hogares y trasladados a reservas mientras sus tierras serán utilizadas por asentamientos sólo para judíos en el Negev/Naqab.”
Por ello, Mekorot es conocida como quien impulsa lo que algunos grupos llaman el “apartheid del agua”. También ha sido denunciada por la ONU, el Comité Nacional Palestino BDS, partidos políticos, grupos parlamentarios, organizaciones sociales, y por diversas asociaciones ecologistas y de cuidado del medioambiente, tanto fuera como dentro de Argentina.
MEKOROT, la compañía estatal del agua de Israel, es una empresa al servicio de los ricos israelíes y, ahora, de los ricos argentinos, buenos negocios entre los burgueses.
En Argentina esta empresa busca profundizar el extractivismo llevando los caudales de agua a las empresas mega mineras, más agua para el agro negocio y más agua para la extracción del litio, pero menos agua para los trabajadores y el pueblo pobre. No por casualidad las provincias que están más interesadas en cerrar estos negocios son las provincias ligadas a la mega mineras y no ofrecen información sobre los convenios firmados – San Juan, Mendoza, Catamarca, La Rioja, Río Negro, Formosa y Santa Cruz-, que como dijimos, supone una mercantilización y privatización del agua, al mismo tiempo que una profundización de un modelo extractivista que, en un contexto de cambio climático y sequía extrema como el actual, no hará más que empeorar las condiciones de vida.
¿Y los trabajadores qué podemos hacer?
Los trabajadores tenemos que ser claros y contundentes, tenemos que presentar nuestras ideas y nuestras propuestas para ser debatidas fraternalmente en cada ciudad, cada barrio, cada fábrica, empresa, escuela, universidad; denunciar y advertir sobre el uso del agua para la obtención de litio vía evaporación que es el impacto ambiental más significativo que denuncia el activismo ecológico.
Tenemos que avanzar en asambleas por el agua que con un programa transicional muestre un camino para guiar la lucha hacia: El agua es un derecho, no una mercancía
Planes hídricos bajo control de los trabaja- dores, las comunidades y grupos ambientalistas
Distribución y acceso al agua potable de calidad, bajo un plan integral que sea definido y concretado por empresas estatales bajo control y administración de los trabajadores, comunidades y grupos ambientalistas
Fuera MEKOROT de Argentina
Por un Gobierno de Trabajadores que, a través de un Estado Obrero, garantice el acceso al agua para todos.