Hubo celebraciones en las calles de Dublín ante el nuevo duro golpe recibido por el establishment conservador en Irlanda. El voto aplastante para derogar la octava enmienda, que prohibía el aborto en Irlanda, ha venido después del inesperado resultado ‘Sí’ en el referéndum sobre el matrimonio homosexual hace tres años.
Esta es una derrota decisiva para la iglesia católica y la reacción en Irlanda. El resultado, que dio el 66,4 por ciento al “Sí”, es exactamente el opuesto a lo que ocurrió en 1983 cuando la 8va enmienda fue introducida en la constitución irlandesa, por un resultado de 67% a 33%. Este es un cambio radical en la política irlandesa.
El campo del No esperaba que las áreas rurales se unieran a su causa pero, aparte de Donegal, todas las circunscripciones votaron afirmativamente con mayorías cómodas. Roscommon-Galway, que fue el único condado que votó No en el referéndum sobre el matrimonio homosexual, votó afirmativamente en este caso, con un 57% frente al 43% del No. Dublín votó 75,5 por ciento por el Sí y en todos los distritos electorales de Dublín al menos el 70 por ciento votó Sí. Así, aunque las áreas urbanas lideraron el camino, no hubo ninguna derrota decisiva en casi ninguna de las áreas rurales.
Las mujeres y los jóvenes, como se esperaba, votaron Sí. Según las encuestas a pie de urna, el 72 por ciento de las mujeres votaron a favor de la derogación, y el grupo de edad de 18-24 años votó Sí por un sorprendente 87,6 por ciento, mientras que los de 25-34 años votaron sí por un 84,6 por ciento. Solo los mayores de 65 años votaron en contra de la mayoría, y el 58 por ciento apoyó el mantenimiento de la octava enmienda.
Esto representa un rechazo decisivo a la Iglesia Católica y al establishment conservador. Los políticos burgueses, que durante décadas han defendido el status quo, se han visto obligados, a regañadientes, a intentar ponerse a la cabeza del movimiento. Y lo hicieron para no ser arrastrados hacia abajo junto con la Iglesia Católica, que está ampliamente desacreditada.
Incluso la campaña del No intentó evitar incluir a la Iglesia en su campaña debido a lo mal que se ha desacreditado. Se desalentó a los sacerdotes de usar el púlpito para hacer propaganda, y la campaña trató de evitar de introducir el tema de la religión.
El gobierno va a introducir ahora rápidamente la legislación para legalizar el aborto de hasta 12 semanas, y más allá en circunstancias excepcionales. Esto llevará la legislación irlandesa al mismo nivel que en la mayor parte de Europa. Aún así, la campaña está lejos de haber terminado. El campo del No ha prometido resistir la introducción de servicios médicos para ofrecer el aborto. En su declaración de hoy escribieron:
“Lo que los votantes irlandeses hicieron ayer es una tragedia de proporciones históricas. Sin embargo, un error no se convierte en algo correcto simplemente porque la mayoría lo respalde”.
“En caso de que se abran clínicas de aborto en Irlanda, y cuando lo hagan, debido a la incapacidad del gobierno para cumplir su promesa de un servicio dirigido por médicos de cabecera, también nos opondremos a eso. Cada vez que se acabe con la vida de un niño no nacido en Irlanda, nos opondremos a eso y daremos a conocer nuestras voces”.
Esta es una amenaza implícita para promover piquetes y aterrorizar tanto a los médicos como a las pacientes. Los detalles de qué aspecto tomará la provisión de clínicas, dónde estarán disponibles, etc. aún no se han discutido. La votación también plantea la cuestión del derecho a elegir en el Norte de Irlanda, que es ahora la única parte de las Islas Británicas donde el aborto sigue siendo ilegal. El resultado del referéndum repercutirá en todo el mundo y fomentará los movimientos pro-elección en otros países.
Para Irlanda, junto con el referéndum sobre el matrimonio gay, este es el comienzo de una nueva época en la política.