Publicamos una declaración de Esquerda Marxista (sección brasileña de la Corriente Marxista Internacional) dirigida a Lula y su gobierno condenando su posición sobre la crisis de Bolivia y exigiendo su apoyo a la revolución.
Publicamos una declaración de Esquerda Marxista (sección brasileña de la Corriente Marxista Internacional) dirigida a Lula y su gobierno condenando su posición sobre la crisis de Bolivia y exigiendo su apoyo a la revolución.
Al Presidente Lula
Al ministro Celso Amorim
1. Recibimos con sorpresa e indignación las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores Celso Amorim el último 9 de septiembre sobre los acontecimientos en Bolivia:
"Estamos analizando la forma en que el gobierno boliviano podrá garantizar la red de gasoductos" añadiendo que el gobierno brasileño está dispuesto a "abrir contactos directos con los gobernadores de Oriente, si fuera necesario." (Washington Post, 9/9/2008).
A ello se añade la absurda iniciativa de disponerse a mediar en un "diálogo entre las partes" como si no se tratara de acciones fascistas de la oligarquía boliviana contra un gobierno con enorme apoyo popular. Tratar igualmente a las bandas fascistas y al gobierno de Bolivia es intentar darles legitimidad y ayudar a dividir el país.
2. Cualquier sindicalista, trabajador, socialista y demócrata puede preguntarse: ¿Cómo es posible que el gobierno brasileño abra diálogo con los representantes de la oligarquía fascista y golpista?
3. Estos golpes fascistas que iniciaron el intento de golpe contra el gobierno de Evo Morales son los mismos que están intentando dividir Bolivia para impedir el avance de la revolución que se profundiza en América Latina.
4. Su objetivo es liquidar las conquistas que la lucha de los trabajadores bolivianos impuso, como la nacionalización del gas y el petróleo.
5. El reciente resultado del referéndum revocatorio del 10 de agosto fue una demostración de la fuerza y combatividad de las masas bolivianas que no aceptan un retroceso tras los grandes combates de 2003, 2005 y la victoria electoral de diciembre de 2005.
6. La realidad es que tras ser derrotada en el referéndum, la burguesía boliviana, con apoyo del gobierno de EEUU, abrió una ofensiva contra el gobierno de Evo Morales, pasando de la propaganda para la división del país a un combate abierto y violento.
7. El embajador de EEUU, Philip Goldberg, se reunió el jueves 10/09/2008 con la gobernadora de Chuquisaca, Savina Cuellar, en Sucre, y con la organización ultra-racista Comité Interinstitucional, que el 24 de mayo humilló a varios campesinos desnudándolos y haciéndoles pedir perdón arrodillados en la plaza principal de la ciudad. Días antes el embajador de los EEUU se reunió en Santa Cruz con el gobernador Rubén Costas, jefe público de la conspiración reaccionaria y fascista. Así que Evo Morales tiene toda la razón al expulsar al jefe de la conspiración, embajador Philip Goldberg.
8. El objetivo del imperialismo y la oligarquía boliviana es claro. Ya hemos visto la película. El 11/09/2008 se cumplieron los 35 años del asesinato del presidente Salvador Allende por la burguesía chilena, con el apoyo del gobierno de EEUU, iniciando una de las más sangrientas dictaduras del mundo. Esto es lo que pretenden el gobierno de Bush y los gobernadores de los departamentos orientales de Bolivia.
9. El sabotaje y explosiones en los gasoductos, el cierre patronal de los sectores patronales divisionistas y fuerzas reaccionarias de Bolivia son prueba de que cuando se tocan o amenazan los intereses de los poderosos, éstos no retroceden frente a ninguna consideración "democrática".
10. El periódico "O Estado de Sao Paulo" declara cínicamente en su editorial: "En los últimos dos años, en Bolivia no hay ley que respetar ni instituciones que funcionen regularmente. El país está a merced del arbitrio de un presidente que insiste en instituir una forma sui generis de gobierno, basado en una ideología nacional-indigenista anacrónica e irresponsable, y un régimen autoritario a semejanza de lo que su mentor Hugo Chávez viene realizando en Venezuela. La oposición, a su vez, sin instituciones a las que apelar, está reaccionando comprensiblemente en los términos en que Morales colocó la disputa: con actos arbitrarios, la movilización de los movimientos cívicos y políticas de actos consumados". (OESP, 10/09/2008, subrayado nuestro). Esta es la burguesía "democrática" brasileña que para defender sus intereses no duda en romper las leyes, desconocer sus propias instituciones y actuar con las armas en la mano.
11. El gobierno brasileño tiene la obligación mínima de rechazar cualquier intento de negociación directa con los gobernadores golpistas y reafirmar la soberanía de Bolivia sosteniendo al gobierno de Evo Morales contra todo intento de golpe.
¡Ningún acuerdo con los golpistas fascistas de Bolivia!
¡Todo el apoyo al gobierno de Evo Morales contra los golpistas y el imperialismo de EEUU!
¡Viva la revolución del pueblo boliviano!