El MIC tiene un gran futuro por delante, pero debe resolver las deficiencias políticas y organizativas que aún arrastra, para que se haga realidad. Celebramos este Plenario del MIC tras el nuevo auge de luchas que vivimos en los últimos meses. Luchas que se dieron en muchos casos, para romper el techo salarial del 16,5% impuesto por la burocracia sindical, las patronales y el gobierno. No es ca-sualidad que las más emblemáticas (docentes, FATE, Correo Argentinos, Subte, Telefónicos, etc) se hayan dado con la oposición de las dirigencias sindicales, o al margen de las mismas. Esto demuestra las condiciones tan favorables que existen en nuestro país para construir una corriente sindical clasista en el seno de los sindicatos y las empresas, como la que pretende encarnar el MIC.
Debemos resaltar el trabajo de apoyo que dio la Mesa del MIC a las luchas docentes de distintas provincias, acercando a sus principales dirigentes a nuestro movimiento. Igualmente, debemos destacar el avance en la conformación de una corriente sindical docente del MIC unificada a nivel nacional, al interior de la CTERA.
También fue un paso adelante la intervención del MIC en el armado de una lista unificada y amplia del activismo combativo en las elecciones de ATE (Lista Multicolor) que tuvo un buen de- sempeño en muchas zonas. Lo mismo que haber sacado el primer número de una publicación propia, con gran difusión en las marchas del 1º de mayo.
Debemos rescatar, además, la buena la experiencia de las actividades realizadas en algunas regionales, con volanteadas, radios abiertas, pegatinas, programas de radio, talleres de formación, charlas, etc.
Un balance crítico de nuestro trabajo
No obstante, debemos reconocer que estos pasos adelante son muy modestos frente al potencial que el MIC tiene ante sí.
Por ejemplo, como MIC no jugó ningún papel en la convoca-toria a paritarias, donde podría haber impulsado una campaña pública contra el Pacto Social, defendiendo la elección de delegados paritarios en asambleas de base. Igualmente, el MIC tuvo una actitud muy pasiva en los paros nacionales de la CTA y ATE, los días 9 de abril y 11 de mayo, respectivamente, donde no se repartió ningún volante del movimiento en las marchas, dando su punto de vista sobre la situación y proponiendo una alternativa de lucha.
Tampoco tomó ninguna iniciativa para tratar de coordinar las luchas que se dieron en los últimos meses y que se daban al margen de la burocracia sindical.
En nuestra opinión, esto está vinculado a la falta de claridad política de algunos compañeros y corrientes, con presencia en la Mesa Nacional, que durante muchos años se acostumbraron a remar a contracorriente, y no se adaptaron todavía al cambio favorable en la situación que se ha dado en el movimiento obrero de nuestro país.
Creemos que es el momento de arriesgar y disputar a los sectores burocráticos la dirección de las organizaciones sindicales y no de permanecer defendiendo nuestras pequeñas quintitas.
Canales de participación y funcionamiento democrático
Debemos abrir las puertas a la construcción colectiva del MIC y sus regionales. Pero para poder realizar sistemáticamente este tipo de actividades y extenderlas a las distintas zonas deben dejar de ser sólo fruto de la iniciativa y sacrificio de unos pocos activistas y convertirse en parte de actividades planificadas.
Necesitamos una Mesa más resolutiva, con reuniones más re-gulares, que siga de cerca los conflictos y que rinda cuentas de su accionar ante los plenarios. Y que trate de asegurar la presencia del MIC, con banderas, volantes e intervenciones públicas, en movilizaciones, marchas, paros, en los medios, etc.
Debemos avanzar en el funcionamiento democrático del MIC. Para esto es necesario regularizar su funcionamiento, comenzando por hacer un padrón de sus integrantes, determinando los derechos, deberes y competencias de cada uno y de los distintos organismos (plenarios, mesas regionales, mesa nacional, corrien-tes por sindicatos, etc.) La Mesa Nacional debe estar conformada por los compañeros que más compromiso han mostrado, con integrantes elegibles y removibles en los plenarios.
Es necesario convocar trimestralmente los plenarios y que estén compuestos por delegados elegidos en las regionales, agrupaciones, sindicatos, Cuerpos de delegados y comisiones internas que integran el MIC. Esto facilitaría la toma democrática y soberana de decisiones para abandonar el método insano de acordar por "consenso" que es utilizado por las minorías para bloquear las iniciativas de la mayoría.
El MIC tiene un gran futuro por delante, pero debe resolver las deficiencias políticas y organizativas que aún arrastra, para que se haga realidad.
Corriente Socialista El Militante