Los esfuerzos del kirchnerismo por cerrar la crisis que recorre a sus organizaciones de base, desde que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner le levantó el pulgar a un candidato ajeno al riñón K: el Gobernador Daniel Scioli, sólo se ha contenido transitoriamente. La idea de impulsar como Vicepresidente a un candidato de “pura sangre” como Carlos Zannini, no complace ni a propios ni ajenos.
Con el trascurrir de los días, Scioli perfila con mayor claridad la política que llevará adelante, en caso de ser electo, ya que se ha manifestado en diversas oportunidades tanto por medios televisivos como escritos, que es el mejor garante de la “previsibilidad, gobernabilidad y gradualidad”, como fue el discurso pronunciado ante la plana mayor de la UIA y un abultado número de empresarios en septiembre último.
O también, que va a respetar “con el federalismo productivo de cara al futuro” y con la agenda del desarrollo, “generando las condiciones para que en este caso, con un país desendeudado, puedan llegar las inversiones públicas y privadas que necesitamos para darle sustentabilidad a este crecimiento”, algo por cierto que generó una muy buena recepción en los industriales.
Por su lado, la oposición de derecha y los “progresistas” de Stolbizer presionan para que el candidato favorito en las encuestas, asuma su propio perfil y se desligue de su color K y asuma definitivamente su color anaranjado.
El contexto mundial y regional de crisis capitalista impone una lógica de ajuste y ante este panorama, los candidatos de derecha, Macri y Massa con diferencias de matices, expresan un plan político y económico qué, con hipócritas mentiras uno y sin decirlo todo, el otro acuerdan más o menos en lo mismo. Por su lado, Scioli, con planteos que chocan con la realidad regional y mundial ya que sigue, discursivamente, tratando de resolver la crisis con medidas keynesianas.
Por otra parte, el grupo “progresista” de Stolbizer, o la izquierda, con Del Caño del FIT, ninguno plantea el marco en que se desarrolla el camino posterior a octubre. Hablamos de la crisis capitalista mundial, hacia dónde va el país y la región y cómo piensan llevar adelante las medidas de sus diferentes programas. El caso más llamativo es el del FIT que agita un programa de corte reformista sin plantear un Programa Socialista.
En la Editorial pasada sosteníamos y sostenemos que el “Candidato es la Lucha por el Socialismo” ya que no hay posibilidad ante la crisis secular estructural del sistema capitalista una salida viable que pueda satisfacer las necesidades de las masas de pleno empleo, salud y educación. Sostenemos que en el actual contexto mundial y regional, el candidato Scioli, sin tener un plan de ajuste abierto, será condicionado por la crisis capitalista.
En el supuesto que Macri o Massa, salga ungido en las urnas el 25 de octubre, representa un claro giro a la derecha, con la plena alegría de los sectores más rancios de la burguesía. Si este sector lograra imponer su candidato sería un retroceso que implicaría, un golpe mucho mayor almovimiento abierto en 2001. Aunque esto resulta improbable ya que las encuestas dan a Scioli como candidato favorito.
El empecinamiento del gobierno K de hacer aparecer a Scioli como diferente al macrismo cae en saco roto cuando el candidato por el FpV comienza hablar; claro que no son muchas las oportunidades para escucharlo, ya que su “estilo” impone más la acción que el discurso. Y si nos remitimos a la acción, sólo basta ver la provincia de Buenos Aires para saber de sus acciones como gobernador y el futuro que avecina. Nos referimos al deterioro de la educación, como así a los efectores de salud. Es verdad que se han construido escuelas, pero la problemáticas de la docencia en Provincia de Buenos Aires sigue siendo la falta de cobro de miles de docentes, desde hace dos años se ha implementado un sistema donde el docente pasa meses sin recibir su primer salario, es evidente que se trabaja financieramente con el salario para cubrir las dificultades de caja que tiene la provincia. En cuanto a la educación pública de la provincia es vergonzoso el estado en que se encuentra la gran mayoría de las escuelas, para mejoras de lo edilicio la nación destinó para gastos $80 mil pesos un valor irrisorio para cubrir las necesidades estructurales y de mobiliario, cuando la gran mayoría de escuelas tiene filtraciones en los techos, caños rotos, problemas eléctricos y de gas y faltan nuevas construcciones de aulas (hay escuelas que no tienen instalación de gas natural o son tan viejo que están en desuso). A su vez en las escuelas secundarias al ser de carácter obligatorio hay un importante crecimiento de estudiantes por lo que provoca superpoblación en las aulas, estas condiciones vulneran el derecho que tanto se pregona, el de una educación de calidad. Es real que se han construido escuelas y jardines de infantes pero no alcanzan para el crecimiento de la población que se ha dado en los últimos años y esto asociado a la obligatoriedad de la educación desde los 4 años hasta la culminación de la escuela secundaria. En las Universidades públicas hay un crecimiento de matrícula de hijos de las clases populares el tema es si esos jóvenes logran terminar la formación universitaria, desde hace unos años se inició una descentralización de las universidades de las ciudades más importantes, eso es un aspecto positivo ya que los estudiantes tienen opciones cercanas a sus ciudades y no tienen que mudarse o viajar tantos km.
Dijimos que el cerco kirchnerista sobre la figura de Scioli, con la idea de condicionarlo, marca una clara desconfianza de los sectores duros K con el candidato anaranjado. El cruce de Aníbal Fernández con Urtubey, sobre los fondos buitres, donde el salteño sostuvo, ante un plácido público, acordar con éstos para honrar la deuda que no fue pagada, mostró la tirantez entre ambos sectores.
El cierre de paritarias a la baja en julio – agosto, los despidos que siguen paulatinamente a causa de la crisis, el comportamiento de los Jefes Sindicales de las diferentes Centrales Obreras ante los despidos que nada hacen para detenerlos, inclusive el propio comportamiento del gobierno que impuso un techo del 27.8% en las últimas negociaciones paritarias; configura un cuadro que intenta un acuerdo o pacto nacional entre las tres partes, jefes sindicales, empresarios y gobierno, para darle “continuidad” al proyecto nacional. Es acá, donde debemos entender el esfuerzo que desde diferentes sectores políticos y empresariales, liderados por Arcor y Techint, buscan la unificación de las CGTs. Su “probo” objetivo, disciplinar al movimiento obrero, su vanguardia con acuerdos políticos y con todas las Centrales Obreras unificadas.
Se habla de tal o cual medida, de obras que llevaría uno u otro candidato. De lo que no se habla es en qué condiciones, con qué recursos y qué medidas políticas y económicas se implementarán ante la desaceleración de la economía mundial, con una crisis petrolera que tiene como expresión la caída del precio del barril del crudo y la repercusión en la región como es el caso de Venezuela y de las industrias del rubro y afines.
Con una crisis en Brasil, que se expresa en sucesivas devaluaciones del Real, con un conflicto creciente en sus automotrices por el cese de producción y la respuesta del gobierno de Dilma Rouseff de la mano del PT, que descarga un paquete de ajuste sobre los trabajadores y sectores populares. Un gobierno y un PT que se encuentran atravesados por la corrupción y el repudiado de amplios sectores de la población; por el plan de ajuste que golpea en las mesas obreras. Con denuncias de desestabilización de sectores rancios de la burguesía brasilera que impone un ambiente con tufillo golpista.
Con una economía como es la del gigante asiático, -China-, que viene de una devaluación en los últimos meses y una caída de su Bolsa en más de un 30 %.
Europa que lejos de encontrarse entre una en desarrollo y otra en ruinas, la Europa del Norte y del Sur, como pregonan y venden los medios de comunicación a partir de las declaraciones de la Troika; la realidad se empecina en mostrar lo contrario, la Europa del Norte o “más desarrollada” está padeciendo la crisis capitalista, así vemos Italia en crisis, la burguesía en Gran Bretaña asustada por los resultados de las últimas elecciones del Partido Laborista y el triunfo de Jeremy Corbyn. Éste es el cuadro que impone la crisis capitalista mundial.
La crisis tiene su correlato en la palestra nacional ya que encontramos, por un lado, a los sectores tradicionales habituados a las relaciones crudamente carnales con el imperialismo yankee y europeo, que han presionado durante todos estos años a más no poder, para degastar al Gobierno de CFK, algo que han intentado infructuosamente, sus voceros más salientes Macri, Massa, Carrio, Stolbizer, Binner, De La Sota, Momo Venegas, Moyano, etc.
Por otro, un conglomerado de grupos y dirigentes políticos dentro del kirchnerismo que integran un amplio abanico que va de derecha a centro izquierda. La tensión se da entre estos dos sectores y la derecha tiene su rostro más visible en el sciolismo. Los sectores más de centro izquierda o radicalizados que apuestan a ir por más, lo hacen con un programa que intenta conciliar lo que no se puede, intentan controlar lo que no tienen.
Sólo tomando el camino cierto de la expropiación de los grandes monopolios que controlan la economía del país se podrá resolver satisfactoriamente y de manera perdurable las demandas más sentidas por nuestra clase.
La economía. Entre el escaso desarrollo y la recesión
David Cufre, hace un detallado e ilustrativo informe en Página 12 del 10.10.15 “Exportaciones Industriales”, dejando al desnudo por lo menos tres líneas claras de dificultades, por un lado estructurales y por lo tanto históricas; por otro, coyunturales que dan sustento a lo que señalamos, que el candidato ungido el 25 de octubre contará con un condicionamiento del futuro próximo ante la crisis mundial y su consecuencia, para los sectores populares. Y por último, el papel de las empresas en manos del Estado.
De conjunto la Argentina, sus exportaciones alcanzan un 72,4%, siendo Brasil el mercado más importante para el país con un 42,3%, el resto se lo dividen 6 países.
Estados Unidos y Canadá se llevan el 18,7% de las exportaciones fabriles comprando bienes que figuran como manufacturas, aunque esencialmente se trata de commodities, como oro y plata, biodiesel y aluminio en bruto. No hay allí mayor valor agregado. Todos datos oficiales en el período enero/agosto de 2015.
La dependencia del mercado brasilero resulta notable. Los patentamientos de vehículos cero kilómetro, por ejemplo, se desplomaron un 32,5% en agosto, agudizando el deterioro que en los primeros ocho meses del año promediaba el 22,7%.
“Las ventas hacia allí [Brasil] en los primeros ocho meses del año totalizaron U$S 5.418 millones. Del segundo al séptimo [mercado exportador para Argentina] –Suiza, Estados Unidos, Canadá, Chile, Uruguay y Paraguay– las compras ascendieron a U$S 3.842 millones, U$S 1.576 millones menos, un 30,1% de participación en conjunto frente al 42,3% sólo de Brasil. La diferencia incluso era mayor en 2014, cuando el mercado brasileño representaba el 47% de los envíos de las plantas fabriles nacionales. La fuerte caída se explica por la recesión que sufre el país vecino, donde el consumo muestra indicadores en picada”.
Y la salida del gobierno de Rouseff, es el plan de ajuste que se aplica sobre las mesas obreras. Vayamos al meollo, por un lado como señalamos, la dependencia del mercado externo para lo que produce Argentina es enorme, resulta cierto que décadas atrás era mucho más notable llegando a niveles superiores al 82%.
En estos años se ha “jerarquizado” el mercado interno, -más del 82% en décadas atrás que contrasta con el 72,4% en la actualidad- resulta un cambio en políticas económicas, derivando en un paso adelante, pero si comparamos porcentajes, sigue siendo insignificante, no sólo por su dependencia con el mercado externo y particularmente con el brasilero, sino que de conjunto la producción en el país no está orientada a satisfacer las necesidades del mercado interno.
Por otro lado, el escaso valor agregado, mercancías con poca elaboración manufacturera, escasa ciencia y técnica aplicada, revela el raquitismo de la burguesía argentina. Este mal es desde su nacimiento y no cambiara. Así se demuestra en los 12 años de gobierno kirchenrista, que apeló a todo tipo de llamados para conformar una burguesía nacional, invocando el sentimiento patriótico de algún sector de esta clase parasitaria. No sólo es una clase social raquítica, sino que en los últimos años se ha visto un cambio en su conducta, en tanto que muchos empresarios se desprendieron se sus empresas, por ejemplo Fortbat, transformándose en una burguesía de neto corte rentista.
Qué necesidad tienen de integrar nuevos procesos con alta complejidad científica y técnica aplicada a la industria, si lo que determina la inversión en estos niveles es la mejor colocación en el mercado mundial, y el horizonte para los empresarios es de nubarrones y tormentas fuertes.
Sólo la intervención del Estado, en diferentes empresas demostró y demuestra la potencialidad de políticas dirigidas a los sectores populares. Son los casos de la recuperación del ANSES, Aerolíneas Argentinas, Correos, el 51% del paquete accionario de YPF, etc., lógico que son medidas que hemos saludado, pero que en el panorama actual resultan insignificantes.
Sólo con medidas que avancen decididamente en la expropiación de los grandes extensiones de tierra en manos de los pool de siembra, la expropiación de bancos y empresas industriales, junto al monopolio del comercio exterior, y la creación de una Única Banca Estatal, bajo control democrático de los trabajadores y usuarios se podrá satisfacer las necesidades de la clase trabajadora, por cierto más del 89% de la población.
Las elecciones. Nuestra posición
Durante estos años, nuestra Corriente Socialista Militante ha dado un apoyo crítico a las medidas del gobierno que representaron un paso adelante o un fortalecimiento a la clase obrera y a la juventud. No hemos ahorrado críticas a las medidas que expresaron un retroceso para los sectores populares. Hemos también, señalado la necesidad de democratizar las organizaciones de base y denunciado el diletantismo de la Corriente Nacional de la Militancia – Unidos y Organizados, que no se ubicaron a la altura de los procesos históricos de estos últimos años.
Señalamos en nuestros materiales, lo que representó y representa el caballo de Troya dentro del kirchnerismo, como es el sector del sciolismo, que junto a gobernadores como el caso de Gioia, Urtubey, Insfran, etc. y los barones del conourbano bonaerense configuran y cristalizan en un bloque de derecha al interior del movimiento.
¿Qué necesidad de apuntalar o sostener a un candidato de este tenor por parte de CFK? ¿Por qué concitando tanta adhesión por parte de la juventud, de luchadores sociales y políticos, de adhesión de diferentes sectores de bases del sindicalismo se sostiene a un elemento como Scioli? ¿Por qué no se prioriza y estimula la formación de militantes en la lucha política en términos de dar paso a los mejores elementos que expresen las mejores tradiciones de lucha y que tengan un colorario en las postulaciones a los cargos en las elecciones?
Muchos militantes de base señalan la relación de fuerzas desfavorable y que estamos en un retroceso en la lucha cultural.
Por un lado, creemos que las manifestaciones de masas – cuando se las convocó – demostraron la capacidad de movilización y la fuerza de los sectores populares que manifestaron por su instinto de clase, estar en el lugar indicado poniendo una severa advertencia a la derecha más rancia.
Esto indica sin dudas que la batalla cultural y la organización que se necesita, la claridad que se debe tener ante el enemigo de clase, es aún posible.
Cuando se apuntala o se sube el pulgar a un elemento como Scioli, se muestra una gran desconfianza en los trabajadores, su experiencia, su instinto. Dejando lugar a elementos ajenos a nuestra clase. Por lo tanto, se desarma a su vanguardia.
Sin dudas no podemos hacernos responsables de las definiciones y elección de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando apuntala como candidato a un elemento como Scioli.
Se ha dicho en innumerables publicaciones escritas, entrevistas radiales o televisivas, se escucha en boca de dirigentes k que hay que cortarle el camino a la derecha. Nosotros decimos que es la mayoría del empresariado el que apuesta por Scioli, y que sólo el sector más rancio de la burguesía, no siente que sea un presidenciable cien por ciento afín a sus interese de clase.
Por lo tanto, en esta coyuntura política y ante la caracterización que sostenemos desde tiempo, no brindaremos nuestro apoyo crítico a la candidatura del Frente para la Victoria.
La izquierda
Por otro lado la izquierda, luego de dirimir sus “diferencias” a través de las PASO, presenta como candidato presidenciable a Nicolás del Caño.
Insistimos que lamentablemente la izquierda ha roto con la táctica del Frente Único y con el Programa de Transición. La política errática que no sólo se expresa en su caracterización política sino también en su método; la ruptura con el Internacionalismo proletario, les imposibilita producto de estos errores conectar con el ambiente de las masas.
La ruptura con el Frente Único, por lo tanto con los trabajadores y su dirección no logra modificarse en la realidad concreta.
Es verdad, que visibilizan las luchas obreras ya que están junto a la clase y la juventud, mérito éste indiscutible. Pero su política aventurera hace que tengan una política de puertas giratorias, ganan y pierden compañeros que ingresan a sus filas.
Por otro lado, si observamos las prensas de estos grupos recaen en un economicismo profundo, o tomando las consignas transicionales o el programa que levantan en la web del FIT, como si éstas pudieran realizarse dentro de los parámetros del capitalismo, pareciera que la realización de su programa, o el gobierno de los trabajadores que se señala, puede surgir dentro de la democracia burguesa.
León Trotsky en el Programa de Transición, definió con claridad que debemos establecer los puentes necesarios entre el programa mínimo, reivindicativo y la consignas de poder, programa máximo, y que sólo se podrá materializar con los trabajadores en el poder, cuando el proceso pre revolucionario o revolucionario evolucione a un triunfo definitivo.
Como se plantea una u otra consigna en manos de estos izquierdistas, podemos comparar su política a un cuchillo sin filo. No creemos que estos sectores expresen lo mejor del anti capitalismo y las mejores tradiciones de nuestra clase.
Sus prácticas han perjudicado las banderas del Comunismo y fundamentalmente al ideario de León Trotsky, que expresa las mejores tradiciones de Marx, Engels y Lenin.
Se trata de que sus bases puedan romper con este pensamiento abstracto y esquemático Se trata de romper con la política de esas direcciones que priorizan sus intereses de capilla anteponiéndolos a los interese de las masas, y comiencen por escuchar lo que los obreros dicen y sienten. No para seguirlos políticamente adonde vayan, sino para establecer una lucha política que pueda ser escuchada por ellos y su vanguardia.
Conectar con el ambiente de las masas es el ABC del Marxismo Revolucionario. Aplicar las mejores tácticas en relación a la estrategia es la tarea que tenemos por delante.
Por lo tanto, hacemos un llamamiento a conformar un genuino polo de izquierda que recoja las mejores tradiciones de lucha de nuestra clase, a los sectores sanos de la izquierda y a las bases kirchneristas a conformar una corriente anticapitalista que luche por el Socialismo.