CONDENAMOS LA BRUTAL REPRESIÓN EN LA SOCIEDAD RURAL

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Desde la Corriente Socialista EL MILITANTE condenamos la brutal represión policial sobre un grupo de 200 compañeros formado por trabajadores de comercio, desocupados, mujeres y niños que se disponían a entregar un petitorio a una reunión de magnatesy empresarios del sector comercio en el predio de la Sociedad Rural. Y nos solidarizamos con los compañeros del Bloque Obrero y Popular, la agrupación de trabajadores de comercio LA LLAMA y del periódico obrero El Mortero, que sufrieron la embestida de lade las fuerzas represivas.

Exigimos la libertad inmediata y sin cargos de los detenidos, y juicio y castigo para los represores

Desde la Corriente Socialista EL MILITANTE condenamos la brutal represión policial sobre un grupo de 200 compañeros formado por trabajadores de comercio, desocupados, mujeres y niños que se disponían a entregar un petitorio a una reunión de magnates y empresarios del sector comercio en el predio de la Sociedad Rural. Y nos solidarizamos con los compañeros del Bloque Obrero y Popular, la agrupación de trabajadores de comercio LA LLAMA y del periódico obrero El Mortero, que sufrieron la embestida de las fuerzas represivas.
Los compañeros venían a exigir mejoras laborales a uno de los sectores económicos que más explotación negrera ejercen en nuestro país y que están obteniendo beneficios multimillonarios a costa de los millones de trabajadores con la suba de los precios de la canasta básica.
Tal petitorio incluía, entre otras, las siguientes demandas: la jornada de 8hs, descanso dominical, canasta básica de alimentos para los empleados de comercio, pase a planta permanente de todos los contratados, aumento salarial y trabajo genuino para los desocupados.
La concentración de los compañeros se desarrolló de manera totalmente pacífica y sin ningún tipo de incidentes. Pero la policía orquestó una maniobra previamente diseñada para encerrar a los compañeros dentro del predio de la Sociedad Rural y proceder a una represión desenfrenada, como se puede apreciar por las imágenes difundidas por TV. No cabe duda de que el Gobierno, por intermedio de los cuerpos represivos, quería dar una muestra inequívoca a sus amos, los grandes empresarios, de su capacidad para mantener el “orden”.
Como resultado de la represión fueron detenidos 16 compañeros y decenas más resultaron heridos como consecuencia de la brutal ataque infligido por la policía, debiendo ser atendidos muchos compañeros en hospitales de la zona por hematomas y fisuras en la cabeza, entre ellos un compañero de nuestra organización que necesitó tres puntos de sutura en la cabeza para cerrar su herida.
La nueva escalada represiva del Gobierno de Kirchner (como se ve en el caso de los trabajadores del Hospital Garrahan y en su enésima campaña para criminalizar al movimiento piquetero) es una maniobra calculada que persigue dos fines.
Por un lado, disciplinar a la clase obrera de nuestro país que en el último año se lanzó con todo a la lucha por la recomposición salarial y mejores condiciones de trabajo tras años de postración y pérdida de conquistas laborales. El presidente de la patronal UIA, Héctor Méndez, ya lo declaró hace poco más de un mes: al decir que la lucha salarial estaba “desbocada”, cuando el salario promedio de los nuevos contratos apenas alcanza los $500 según el INDEC, y que “se perdió la autoridad” (Clarín, 13 de julio). Este mismo sujeto también declaró en un encuentro de la UIA en Córdoba celebrado a principios de mes: “Nunca nos sentimos protegidos como ahora” (Clarín, 9 agosto), en referencia al gobierno de Kirchner. Como vemos, los actos del lacayo siguen a la voz del amo.
Por otro lado, en el terreno electoral, el gobierno (que, lamentablemente, carece de una real oposición política a su izquierda y goza del beneplácito de la burocracia sindical) se puede permitir jugar la carta de la represión y así cuidar su flanco derecho porque ninguna crítica debe de temer de su oposición política por derecha sobre este tema.
Desde El Militante exigimos la liberación inmediata y sin cargos de los 16 compañeros detenidos, el cese del jefe del operativo policial, así como su juzgamiento y condena al igual que la de todos los policías implicados en la represión, además de la dimisión del Ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Por último, además de sumarnos a todas las iniciativas que en este caso tomen los compañeros afectados y las organizaciones que los representan, apelamos a todas las organizaciones obreras, populares y de izquierda, a todos los activistas obreros y juveniles, a desarrollar una campaña unitaria contra la represión que exija la liberación inmediata y sin cargos de todos los presos sociales, la nulidad de todas las causas abiertas contra los luchadores populares y el juicio y castigo para todos los represores.