Mientras el resto de la izquierda pierde la cabeza y se lamenta por los dramáticos acontecimientos provocados por la crisis del capitalismo, los comunistas avanzamos con determinación. Nos preparamos, metódicamente pero con urgencia, para los inevitables acontecimientos revolucionarios que se avecinan.
Así podrían resumirse los debates del segundo Congreso anual del Partido Comunista Revolucionario (PCR), celebrado en Toronto durante el fin de semana largo del 17 al 19 de mayo.
El objetivo de estos debates fue dotar a los aproximadamente 379 participantes, incluyendo a un centenar de delegados que representaban a un centenar de células del partido en todo el país, de una comprensión común de las grandes convulsiones que atraviesa el mundo y orientar nuestro trabajo durante el próximo año.
Hemos entrado en una época de guerras, guerras comerciales, movimientos de masas y terremotos políticos. Este fue el tema del debate sobre Perspectivas Mundiales, presentado por Fred Weston, del Secretariado Internacional de la Internacional Comunista Revolucionaria.
Como explicó, la elección de Donald Trump ha acelerado gravemente la crisis del capitalismo, cristalizando los procesos que ya existían bajo la superficie.
A medida que la economía mundial se hunde en una prolongada inestabilidad y estancamiento, los conflictos entre las potencias imperialistas, particularmente China y los Estados Unidos, se agudizan.
Mientras tanto, la incapacidad de la clase dominante capitalista de proporcionar condiciones de vida dignas a las masas está alimenta la ira latente contra el establishment liberal y sus instituciones, en particular el parlamento, los tribunales y la policía.
Pero los partidos de “izquierda” son totalmente incapaces de capitalizar esta ira. Han abandonado por completo cualquier pretensión de luchar contra el sistema capitalista y se les asocia, con razón, con el odiado status quo liberal. Esto explica por qué los llamados demagogos de derecha “anti-sistema” como Trump, Le Pen en Francia y Nigel Farage en el Reino Unido, están ganando popularidad; no, como dice la “izquierda”, que las masas se sientan atraídas por el fascismo.
Canadá no es una excepción a este proceso de agitación política. Esto es lo que explicó Joel Bergman, del Comité Ejecutivo del PCR, en su presentación que inició el debate sobre las Perspectivas Canadienses.
La elección de Trump incluso le dio un nuevo impulso al Partido Liberal, llevando al poder al banquero Mark Carney, la personificación misma del odiado establishment. Aunque el populista de derecha Poilievre no logró desbancar a los liberales, la ira responsable de la popularidad de Poilievre está lejos de desaparecer.
En cuanto a la “izquierda”, – supuestamente representada por el NDP y Québec Solidaire – es incapaz captar el estado de ánimo rebelde, aferrándose a las faldetas del establishment liberal y a las odiadas instituciones del status quo capitalista. El NDP ha sido aniquilado en las elecciones y reducido a solo unos pocos escaños.
Pero Carney llega al poder en una situación insostenible. Se encuentra atrapado entre la espada y la pared: liderando un gobierno minoritario, lidiando con una crisis de productividad, una crisis de vivienda y una enorme deuda pública.
Llegó al poder prometiendo a sus partidarios en los bancos y juntas directivas que restauraría las finanzas públicas. Esto se hará colocando la carga de la crisis sobre los hombros de la clase obrera. Mientras tanto, la guerra comercial con los Estados Unidos está impulsando a las empresas a trasladar sus operaciones al sur de la frontera o a despedir trabajadores.
Haga lo que haga Carney, la imagen de Canadá como un país tranquilo y aburrido sufrirá un rudo golpe en los próximos años.
Todo esto sienta las bases para una transformación acelerada de la conciencia de las masas.
Como señalaron varios participantes, un país tras otro (Serbia, Grecia, Líbano, Kenia, Francia, Kazajstán, Sri Lanka, Myanmar, Bangladesh, Chile, Colombia, etc.) se han visto sacudidos por disturbios masivos en los últimos 15 años. Tarde o temprano, Canadá se unirá a este club de países hundidos en una inestabilidad prolongada.
Pero en todos estos países, estos movimientos populares no lograron generar cambios significativos. En ausencia de un partido revolucionario de masas con un programa socialista claro, capaz de guiarlos hacia la victoria, todos terminaron en decepción.
La conclusión es clara: el campo está totalmente vacío a la izquierda. Armado con estas perspectivas, el congreso del PCR discutió la urgencia de construir dicho partido y cómo lograrlo.
Como explicó Julien Arseneau, del Comité Ejecutivo del PCR, durante la sesión sobre la construcción del partido, es necesario trabajar metódicamente, sin perder la cabeza.
Nuestras fuerzas están creciendo lo que nos permitió, por ejemplo, liderar la campaña de huelga estudiantil por Palestina el otoño pasado. También hemos logrado grandes avances en la consolidación y profesionalización de nuestras fuerzas desde el pasado congreso. Ampliamos nuestra presencia en todo Canadá. Y hemos profesionalizado el periódico, las finanzas, el equipo técnico y la editorial.
Estas son conquistas increíbles. Pero aún tenemos mucho trabajo por hacer. Estamos apenas al principio. Nuestra tarea es reclutar a los trabajadores y estudiantes más comprometidos, ganarlos al comunismo, educarlos en las ideas marxistas y los métodos y tradiciones del bolchevismo, y enviarlos para ganar a otras personas para el comunismo.
Para lograr esto, como se discutió en la sesión sobre “Cómo se forman los marxistas”, la educación política y teórica debe ser el centro de nuestro trabajo. Solo así podemos formar a los futuros cuadros – los futuros oficiales – de la revolución.
Todos los participantes asimilaron claramente esta lección: las ventas de libros durante el fin de semana aumentaron de 13.000 dólares el año pasado a 20.000 dólares este año.
En momentos en que el resto de la izquierda revolucionaria entra en pánico ante lo que considera una situación reaccionaria, y desperdiciando todas sus energías en aventuras miopes, el estado de ánimo del congreso fue de “entusiasmo sobrio”. Los participantes se marcharon con una férrea determinación de construir el partido que llevará a la clase trabajadora al poder.
Poniendo en práctica sus palabras, los compañeros dirigieron una sesión de recaudación de fondos el sábado por la noche que nos permitió superar nuestra meta financiera de $450.000 en donaciones únicas para el año 2025
Más que nunca, la quiebra del sistema capitalista es visible para cualquiera que abra los ojos. Pero este sistema podrido no caerá por sí solo. Lo que se necesita es un esfuerzo consciente para forjar la espada que le asestará el golpe mortal.
El PCR ha asumido esta tarea. Llamamos a todos los trabajadores y jóvenes dispuestos a dedicar sus vidas a este esfuerzo crucial: unánse a nosotros.