El 6 de abril, la clase obrera egipcia organizó una huelga general que estuvo acompañada por un levantamiento de masas. Era la continuación de varias movilizaciones de masas extraordinarias contra la dictadura, la explotación, el hambre y que constituyen el mayor movimiento de masas en Egipto de los últimos cincuenta años. El 6 de abril, la clase obrera egipcia organizó una huelga general que estuvo acompañada por un levantamiento de masas. Era la continuación de varias movilizaciones de masas extraordinarias contra la dictadura, la explotación, el hambre y que constituyen el mayor movimiento de masas en Egipto de los últimos cincuenta años.
Frente a estas movilizaciones, el régimen ha iniciado una campaña de represión brutal contra los trabajadores y activistas, utilizando todos los métodos de represión, incluido el arresto de cientos de trabajadores en huelga y de manifestantes. Algunos medios de comunicación han dicho que el Fiscal General de Egipto ha interrogado a unas 300 personas en Mahalla y Kobra. Entre ellos hay 51 heridos. También hay más detenidos en otras ciudades.
Los medios de comunicación de la burguesía, sin excepción, guardan silencio absoluto sobre estos acontecimientos.
Los sindicalistas, además de los activistas de izquierda, están acusados de cargos muy serios que seguramente significarán sentencias de cárcel muy duras. Estos trabajadores y activistas ahora sufren torturas, hambre y sobre todo humillación.
Los trabajadores del mundo árabe, Oriente Medio y de todo el mundo, activistas de izquierda y sindicatos, estudiantes y jóvenes revolucionarios, deben organizar una masiva campaña de solidaridad para demostrar a la dictadura egipcia, de una manera enérgica y clara, que nuestros hermanos y hermanas, los trabajadores y oprimidos de Egipto, no están solos. Debemos demostrar al régimen que apoyamos a los trabajadores y expresamos nuestra solidaridad con sus reivindicaciones y lucha, que no toleramos estas detenciones ni su humillación.
Debemos organizar actividades de solidaridad en nuestros sindicatos y partidos de izquierda, en nuestras universidades e institutos, en los barrios obreros.
Debemos romper el muro de silencio que amenaza a estos trabajadores, sus luchas y sus condiciones de vida.
Tenemos que enviar cartas a ellos y a sus organizaciones políticas y sindicales combativas, a las webs progresistas que han jugado un papel importante en estas movilizaciones.
Enviar cartas de protesta a las autoridades egipcias, consulados y embajadas, organizar sentadas frente a los consulados y embajadas egipcios, y presionar con cualquier medio posible para exigir la liberación inmediata de los prisioneros.
¡Trabajadores del mundo uníos!