Aumento salarial para los telefónicos luego de un paro histórico

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El triunfo de los telefónicos de la semana anterior, ya no es sólo patrimonio de los trabajadores telefónicos, sino de todo el movimiento obrero argentino. Sin duda fue una semana que ha dejado grandes experiencias y enseñanzas para la lucha actualde los trabajadores.

Un triunfo con repercusiones positivas para todo el movimiento obrero

El triunfo de los telefónicos de la semana anterior, ya no es sólo patrimonio de los trabajadores telefónicos, sino de todo el movimiento obrero argentino.

Sin duda fue una semana que ha dejado grandes experiencias y enseñanzas para la lucha actual de los trabajadores.

La fuerza de los trabajadores

Y para empezar podemos decir que quedó demostrado que los trabajadores somos la verdadera clave del actual proceso de estabilización y repunte de la economía capitalista en Argentina. Y al igual que ayer los patrones consideraron necesario destrozar las fuerzas productivas en el país, instaurar el más feroz desempleo, y una formidable precariedad de los ocupados para maximizar la superexplotación, hoy, con un signo económico favorable, la patronal necesita de más trabajadores, necesita mayor mano de obra, pero se niega a repartir “algo” de sus enormes ganancias con los trabajadores, cargando sobre nuestras espaldas todo el esfuerzo para que los patrones aumenten sus ganancias.

Cuando los telefónicos, con el paro y la ocupación, amenazaban parar las telecomunicaciones y actividades financieras del país, muchos trabajadores se dieron cuenta de la enorme y colosal fuerza que representan en la sociedad.

Aquéllos que dudaban de la fortaleza, incluso hasta de la existencia misma de la clase obrera, allí tienen los hechos: los obreros movilizados, decididos, y ocupando en pos de sus reclamos, espacios neurálgicos de empresas tan importantes como Telefónica y Telecom, o parando los subtes de la ciudad en el caso de Metrovías

Unidad y determinación de los trabajadores

Una de las claves fundamentales del triunfo fue la firmeza, la unidad, la predisposición y el grado de movilización que mostraron los compañeros, que desde las Asambleas Generales, pasando por los Plenarios de Delegados, mostraban un importante grado de deliberación y sensibilidad con el conflicto, como sucedió cuando se corrió el rumor de un intento de desalojo del Edificio República, y se levantó el Plenario marchando en masa hacia el edificio.

Estos compañeros, o sea la mayoría de los trabajadores enrolados en FOETRA Bs As, fueron y son la garantía de obtener y resguardar las conquistas arrancadas a la patronal.

Estos compañeros deben ser el ojo vigilante que haga respetar todos los acuerdos logrados por la lucha, y que garantice además que dichos acuerdos alcancen a todos los trabajadores, como son la recategorización y el 20% de aumento en el básico para todos los trabajadores.

Una lucha que pudo ir a más

Llegados a este punto es necesario destacar que, pese a la victoria obtenida, hay puntos flacos del acuerdo que pudieron ser mejor tratados, y que tal vez pese a la mejora material que representan, podía haber sido más significativa que la conseguida. Y es que si no se discute la recategorización, el aumento salarial termina siendo bastante escaso, ya que el mayor incremento (cerca de $350) se da en la categoría inicial, que representa una porción ínfima de los trabajadores, (generalmente los que recién ingresan) y las categorías intermedias (donde están encuadrados la mayoría de los trabajadores) tendrán un aumento que rondará apenas los $100.

Por eso insistimos que, al refrendar el acuerdo, todos estos matices serán necesarios ser discutidos hasta por el último compañero de base en los Plenarios o Asambleas Generales.

Esto no se contradice con lo que marcábamos al principio: es una victoria de los trabajadores, que anima y agiliza los músculos de estos compañeros y de toda la clase obrera, pese a que se podía pelear condiciones más cercanas a lo que inicialmente fue el reclamo, algo que, con semejante experiencia a favor, se podrá repetir cuando sea necesario.

Pero sin duda es de destacar también el temor que propagó la huelga telefónica, que peligraba hacerse un solo conflicto junto al de Metrovías, Ferroviarios y los Estatales y Docentes, fue tal que obligó a las patronales y el gobierno a hacer concesiones sustanciales, y a Moyano a hacerse presente a las puertas de Telefónica, y declarar en sintonía con la CTA un llamado a movilización para apoyar el paro.

En ese sentido creemos que la desconvocatoria del paro del lunes y martes pasado y la cancelación del llamado a movilización anunciado por los dirigentes de la CGT y la CTA para el lunes en apoyo a los trabajadores telefónicos, fue prematura y precipitada, porque de haberse llevado a la práctica indudablemente hubieran debilitado todavía más las resistencias de la patronal y del Gobierno y habrían permitido avanzar y obtener algunos puntos del reclamo que no se consiguieron o que se pospusieron para negociarlos en futuras paritarias.

Además habría ayudado, debido a la coincidencia de los paros y al amplio apoyo social a los trabajadores telefónicos, a las luchas de los otros sectores: subte, estatales, docentes, y otros, que en realidad están librando la misma lucha que los telefónicos: más salario, más empleo y mejores condiciones de trabajo.

La necesidad de una corriente sindical

Que la intención de Moyano era descomprimir el conflicto, no tenemos duda. Pero lo que ocurrió, y es importante destacarlo, es lo que nuestra corriente viene sosteniendo hace tiempo: la burocracia sindical no puede mantenerse in eternum como tal, si no se pone aunque no sea más que verborrágicamente, al frente de las luchas obreras. Y es allí, al calor de esa efervescencia, que nos parece que una corriente unificada de oposición dentro de los sindicatos tiene mayor oportunidad de pelear por la dirección de los mismos, dirigiéndose a amplios sectores de los trabajadores que ayude al surgimiento de nuevos y jóvenes dirigentes sindicales.

Las declaraciones de Moyano en ese sentido son claras. Para él, hay que evitar que la demandas sindicales sean rebasadas desde abajo, porque teme el desarrollo de esta perspectiva.

Los hechos lo vienen demostrando y ya también la burocracia de la UTA se muestra sumamente activa con el conflicto de Metrovías, para intentar no perder terreno frente al cuerpo de delegados del Subte.

Por otro lado, la lucha por el salario de la mano del conflicto telefónico, junto al de Metrovías, Estatales, Docentes, y muchos más que se dan en otras ramas y gremios, ha sido puesta en el centro de la escena de la lucha de clases con tanta fuerza, que el gobierno se vio obligado a otorgar un aumento mas ($100) que no tenía previsto, por decreto y bajo protesta de las empresas, lo que además convierte la situación actual en un golpe a golpe in crescendo, porque a su vez las empresas de servicios públicos acuerdan aumentos en las tarifas, y anuncian más para el año entrante, además de endurecer todas las discusiones por mejoras salariales en los convenios y paritarias al margen de los decretos presidenciales, mientras que el gobierno pese a toda su demagogia antiFMI y organismos internacionales de crédito no se cansa de pagar más y más, a medida que pasan los meses.

Es necesario explicar con la paciencia que sea necesaria que estas luchas son de todos los trabajadores, y deben abarcar a todos, ya sea en negro o legal, con sueldos de $400, $600 ó $1000, ya que la obtención de aumentos salariales por medio de estas luchas, actúa como un torrente que empuja hacia arriba el resto de los salarios de los trabajadores, o por lo menos los lleva a éstos a enfrentarse a las patronales o al Estado para obtener también un aumento salarial y empleos dignos.

Es necesario explicar que las ganancias de las empresas y la recaudación del Estado, alcanzan niveles récord, y que si antes la excusa era la recesión, (de la cual también sacaban provecho) hoy ya no les queda ningún tipo de excusas aceptable para engañar a los trabajadores: HAY DINERO, Y DE SOBRA, PARA SUBIR SALARIOS, JUBILACIONES, RECURSOS PARA SALUD Y EDUCACIÓN.

Es necesario mostrar estas luchas como ejemplo a seguir, llenarlas de solidaridad y adhesión, ya que no hay, como dicen sin parar los medios de comunicación, “un perjuicio para el usuario” .

Es necesario discutir en el lugar de trabajo cómo conseguir aumentos salariales y la efectivización de todos los trabajadores en negro o contratados, forzar la discusión al interior de los sindicatos, y si éstos no responden, discutir la mejor forma de llevar adelante la lucha.

Por último, nos parece sumamente importante la mayor coordinación posible entre diferentes gremios y empresas que estén en lucha, y si estos son de la misma actividad o similar más aún.

Los telefónicos recibirán el año nuevo con un triunfo histórico y nuevos desafíos para el año entrante, y esperamos que el conflicto de Metrovías tenga igual resolución.

Esto tal vez sea un indicio de las luchas futuras, y de la potencialidad y probabilidad de éxito de los trabajadores argentinos.

Necesitamos nuestra propia alternativa política

Que el capitalismo es incapaz de solucionar nuestros problemas es una realidad que se está abriendo paso en la conciencia de una cantidad creciente de trabajadores. Lo que hoy nos dan con una mano mañana nos lo quitarán o intentarán quitarnos con la otra. En los últimos 30 años los trabajadores argentinos perdimos una gran número de conquistas y derechos y el poder adquisitivo de nuestros salarios hoy apenas alcanza a menos de la mitad del que teníamos en 1975. En muchos casos hoy estamos peleándola por derechos que teníamos hace años y que perdimos. La lucha sindical, con ser tan importante, también tiene sus límites.

Es por eso necesario que los sectores más activistas y luchadores del movimiento obrero de nuestro país se abran a una perspectiva socialista, acumulando las fuerzas para convencer pacientemente a la mayoría de los trabajadores de la necesidad de luchar por un cambio radical de la sociedad, de expropiar a los grandes capitalistas (monopolios, terratenientes y banqueros) y controlar democráticamente esa riqueza producida por nosotros en base a las necesidades de la aplastante mayoría de la sociedad que somos los trabajadores y nuestras familias.

Construir nuestra propia herramienta política de masas, diferente y opuesta al resto de partidos y corrientes patronales que durante décadas se disputaron el poder sólo para explotarnos mejor a favor de los capitalistas, y que agrupe a una cantidad creciente de trabajadores para luchar por estas ideas es una necesidad que se va a ir poniendo de manifiesto de ahora en más. Los sindicalistas y gremios combativos, las agrupaciones de izquierda, los trabajadores y los jóvenes luchadores deben aunar sus esfuerzos para ayudar a hacer realidad esta perspectiva.

¡AUMENTO YA DE LOS SALARIOS, PARA TODOS LOS TRABAJADORES, CON UN MÌNIMO SALARIAL DE $800!
¡NO A LA TERCERIZACIÓN, PASE A PLANTA PERMANENTE!
¡LLAMADO A PARITARIAS LIBRES CON CONTROL DE LOS ACUERDOS POR ASAMBLEAS GENERALES DE BASE!
¡SUBSIDIO UNIVERSAL DE $500 PARA TODOS LOS DESOCUPADOS!
¡COORDINACIÓN Y UNIFICACIÓN DE TODAS LAS LUCHAS OBRERAS!
¡NO A LOS TARIFAZOS!
¡FIN DE LOS SUBSIDIOS ESTATALES A LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS!
¡NACIONALIZACIÓN SIN INDEMNIZACIÓN Y BAJO EL CONTROL DE LOS TRABAJADORES DE LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS (TELEFÓNICAS, SUBTE, FERROCARRILES, ETC)