Que se abran los archivos secretos de la SIDE y se forme una Comisión investigadora independiente con familiares de las víctimas y las organizaciones obreras y populares
Que se abran los archivos secretos de la SIDE y se forme una Comisión investigadora independiente con familiares de las víctimas y las organizaciones obreras y populares
La absolución de todos los acusados en el juicio por la masacre de la AMIA confirma que todo fue una gran farsa. Toda la investigación fue encarada para ocultar la verdad e impedir el esclarecimiento, porque si se hubiera demostrado la complicidad del gobierno de Menem con elementos de las diferentes mafias policiales en lo que hace a la conexión local, y su compromiso nunca aclarado con los gobiernos de Siria e Irán en cuanto a los autores ideológicos del atentado, el escándalo hubiera sido mayúsculo y hubiera amenazado directamente su permanencia en el poder.
Las irregularidades cometidas por el Juez Galeano, las conexiones de Telleldín con las mafias policiales, el papel de Menem, Ruckauf, Corach y de Beraja (ex-presidente de la DAIA) encubriendo y maniobrando para enterrar este asunto, etc. Todo fue dejados de lado en la investigación. Los sucesivos gobiernos de De la Rúa, Duhalde, y de Kirchner hicieron oídos sordos al reclamo de la apertura de los archivos de la SIDE y a la entrega de los casettes que hubieran servido de prueba contra los inculpados.
Frente a este panorama, las autoridades oficiales de la comunidad judía (DAIA y AMIA) cumplieron un papel vergonzoso. Sea como fuera, las instituciones oficiales de la comunidad judía transaron con el poder a costa de la verdad y de la memoria de los asesinados. Pero esto no nos debe sorprender: la sociedad está dividida en clases, y estas instituciones expresan líneas de clases paralelas a las de quienes pergeñaron la gran mentira de la investigación. Corresponde a diversos grupos de familiares haber sostenido con valentía y tesón la pelea por la verdad.
La dura conclusión es que la impunidad sigue reinando en la Argentina, la misma impunidad que dejó libres a los asesinos de la dictadura, que protege a decenas de asesinos de las fuerzas de seguridad que mataron a luchadores populares y a centenares de pibes. Es la impunidad del poder mafioso y corrupto de los políticos oficiales, jueces, funcionarios judiciales, policías, burócratas. Todos son expresión de este sistema corrupto y putrefacto que gobierna la Argentina.
Desde El Militante vinculamos la lucha por el descubrimiento de la verdad de la masacre de la AMIA a la lucha por la abolición del capitalismo y la creación de formas alternativas de gestión social encarnadas en el socialismo que terminen con la lacra del terrorismo y la muerte.
Para el movimiento obrero, la juventud y en general para toda persona que aspira a una vida justa y verdaderamente humana, el crimen de la AMIA es un serio aviso de hasta donde están dispuestos a llegar las fuerzas oscuras de la reacción para defen-der su poder y sus privilegios. Identificar, detener y encarcelar a los responsables materiales e intelectuales de la masacre es una cuestión de vital importancia para impedir que estos asesinos empleen mañana los mismos métodos contra los que aspiramos a una sociedad justa e igualitaria.